EDITORIAL

El valor del dinero

Tanto se ha escrito sobre el dinero que parece muy difícil añadir algo nuevo sobre tan complicada y escurridiza materia. ¿Quién lo inventó? ¿Cuándo? Explica en su artículo “El origen del dinero” el analista español Juan Ramón Rallo Julián que “El dinero surge espontáneamente de las interacciones humanas y va incorporando progresivamente las experiencias de los individuos, por lo que está en continua evolución, y por ello los intentos para planificar el dinero son absolutamente vanos pues implican la cristalización de una enorme cantidad de conocimiento, mayor de la que cualquier hombre pueda nunca poseer”. Más allá de esta verdad, el dinero y su posesión o carencia lleva a reflexionar sobre el carácter de nuestra sociedad y los añejos problemas que arrastra: ¿puede distribuirse mejor la riqueza? ¿Son evitables las crisis? ¿Sería mejor la “izquierda” en la conducción del Estado? Es otra verdad evidente que la sociedad es injusta y que ha sido dirigida mayormente por gobernantes ineptos y muchas veces corruptos de distinto color ideológico. Lo grave es que al parecer ninguna de las instituciones políticas ofrece soluciones posibles que sean producto del análisis y de la investigación seria y rigurosa, por el contrario, insisten en apegarse a dogmas y nociones anacrónicas que, lo hemos visto ya muchas veces, nunca han funcionado.

Es cierto también que el desmedido afán de lucro por parte de empresarios y especuladores ha hecho mucho daño a la economía y a la sociedad en su conjunto. ¿Debe el Estado regular estas anomalías o debe mantenerse al margen? Algo parecido pasa en otros ámbitos de la sociedad, como en el del arte y sus desmesurados precios en el mercado internacional. ¿Es mejor artista el que vende más cara su obra? Vamos, para empezar, ¿debe el arte alcanzar precios tan elevados? Y aun hay más, hace ver el periodista Pablo Santiago en este dossier: “Los príncipes de la bolsa siguen acumulando dinero y recursos sin contemplaciones. Estudios poco difundidos apuntan a que los bancos de todo el mundo pudieron aguantar los primeros embates de la crisis financiera gracias al dinero ‘fresco’ procedente del narcotráfico, de la prostitución y de la venta de armas. El dinero no huele. No tiene fronteras” (“Nosotros los pobres y ustedes los ricos”). El dinero es quizá la única referencia mundial verdaderamente aceptada sin reparos por todos los países. Si lo hay, todos están felices; si falta es una desgracia. ®

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Publicado en: Destacados, Diciembre 2010, El valor del dinero

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