MAGO DE OZ EN MÉXICO

Música contra la Iglesia

Las letras de sus canciones pueden ser consideradas de protesta y crítica social, en particular a la Iglesia católica y al Opus Dei en oposición a la mítica figura de Jesús y su mensaje de amor: “Bienaventurados los que roban/ pa’poder comer, y los insumisos/ y los que luchan contra el poder”. Esta entrevista nos permitirá entender mejor su búsqueda.

“No somos adoctrinadores ni predicadores de nada, somos solamente entretenedores”. Frank y Carlitos, guitarrista y violinista de Mägo de Oz, respectivamente, hablan para Replicante minutos antes del primero de dos conciertos que el grupo ofreció en el Auditorio Nacional. Lucen con orgullo sus tatuajes en los bíceps: Frank un infinito celta en forma triangular y Mohamed la imagen central de Piedra del Sol. Sonrientes y cálidos, esperan en el camerino hasta donde llegan los gritos del público coreando el nombre de la banda. Es el preludio de la fiesta pagana en el corazón de la ciudad. Retoman la conversación y enfatizan: “Somos como cuando pones una buena película, cuando vas a una obra de teatro o a una exposición de cuadros o de esculturas y cuando vas a un concierto de rock. Somos solamente los entretenedores de ese momento de relajo. Nada más lejos de meternos en temas políticos”.

Sorprende la declaración. Las letras de sus canciones pueden ser consideradas de protesta y crítica social, en particular a la Iglesia católica y al Opus Dei en oposición a la mítica figura de Jesús y su mensaje de amor: “Bienaventurados los que roban/ pa’poder comer, y los insumisos/ y los que luchan contra el poder”. La mayoría de sus letras expresan el sentir de una generación nacida en los últimos años de la dictadura franquista que dejó una España ignorante, nacionalista, conservadora, anticomunista y católica. Entonces el grupo, que no asume un compromiso político como otros artistas españoles, hacen parodia y fiesta de la institución. La música, dentro de la tradición del heavy metal con unos toques folk, dejan mucho que desear ante la riqueza acústica que alcanzan grupos como AC/DC, Iron Maiden o Rainbow.

Y es que el líder de Mago de Oz y letrista, Txus Di Fellatio, era futbolista de la selección española antes de dedicarse a la música, adonde llegó cuando se lesionó los codos. Ningún otro ritmo de la música le pareció mas idóneo que el metal, matizado con la incorporación de sonidos celtas, la agudeza del violín y la dulzura de la gaita. Así, funda Mägo de Oz, integrado por Fernando Ponce de León (flauta, flauta transversa, gaita y coros), Patricia Tapia (voz y coros), Txus Di Fellatio (batería, coros y letras), Frank (guitarra y coros), Carlos Prieto Mohamed (violín y coros), José Andrea (voz), Jorge Salán (guitarra y coros), Juan Carlos Marín Carlitos (guitarra y coros) y Pedro Díaz (bajo), todos ellos nacidos entre 1965 y 1977.

Mohamed y Frank, ufanos, presumen el logro de la banda: “Somos el primer grupo de rock pesado que se presenta en este espacio. ¡Y además con dos fechas!” Es la primera vez que el grupo se presentan en el Auditorio Nacional, “lugar para pinches fresas como Luis Miguel y Juan Gabriel”, diría durante el concierto Txus di Fellatio cuando dejó unos instantes la batería y se dirigió al público para agradecer su presencia y felicitar a México por su bicentenario.

Esta vez la gira en tierras mexicanas ha cubierto trece presentaciones en menos de diecisiete días: comenzaron el 28 de octubre en Saltillo, Coahuila y han recorrido León, Pachuca, Veracruz, Puebla, Morelia, San Luis Potosí, Querétaro, Torreón y Chihuahua. Ahora en el Distrito Federal, desde tempranas horas las escalinatas del Auditorio Nacional se convirtieron en una inmensa sala de espera bajo el sol de noviembre. Los niños, vestidos en su mayoría con capas negras de terciopelo y sombreros en punta, preguntan inquietos a sus padres cuántas horas faltan para que comience el concierto. El club de fans oficial en México convocó a los jóvenes a una marcha desde Los Leones de Chapultepec y avanzaron por una Avenida Reforma de poco tránsito debido al puente y cerrada en ciertos tramos por los festejos de la Revolución organizados por el Gobierno del Distrito Federal.

Mago de Oz: éste es el penúltimo de los trece conciertos que teníamos programados y se van a quedar con buena nota de lo que vamos a hacer.

—¿Esta gira por México fue distinta a las anteriores debido a la violencia que se ha vivido sobre todo en la zona norte?

—Nosotros no hemos tenido ningún problema, nos ha ido bien y lo que queremos es que a México le vaya muy bien.

—¿Había temor o algún sentimiento similar en la gente que acudió a sus conciertos?

—No, ningún problema, llevamos once años viniendo aquí y no ha pasado nada.

—Algunas de las ciudades donde estuvieron viven una especie de estado de sitio por las constantes balaceras.

La mayoría de sus letras expresan el sentir de una generación nacida en los últimos años de la dictadura franquista que dejó una España ignorante, nacionalista, conservadora, anticomunista y católica.

—Lo que te puedo decir es que las balaceras y el ambiente del rock, del arte, como cualquier otro fenómeno cultural, está alejado de esa violencia, entonces no me parece que haya pasado algo, la impresión que nos llevamos es que nuestros fans son un encanto y nuestros seguidores de aquí no nos hacen sentir algo ajeno a nosotros, algo ajeno al rock. El ambiente del rock y de la cultura en todo México es muy buena.

—Es maravilloso lo que ustedes perciben, sin embargo, me gustaría conocer su punto de vista sobre el México que va más allá de los conciertos.

—Es que nosotros no tenemos muchos datos pues no vivimos aquí, no tenemos datos como para hablar de algo que no conocemos. Preferiría hablar de música. El mensaje de Mägo de Oz es un mensaje de amistad con México, de desearle todo lo mejor a México y sabemos que si hay problemas va a ser pasajero porque los mexicanos vais a hacerlo bien, al final esto va a ir para arriba y se va a subsanar cualquier problema interno que tengáis, que es ajeno a la cultura y a Mägo de Oz.

—¿Qué mensaje les dan a los jóvenes para que soporten la violencia que están viviendo, no solo en este país, sino en muchos lugares del mundo?

—(Risas seguidas de silencio). ¡Tremendo cargo de responsabilidad! Pues que estudien mucho. La violencia es algo que pasa en muchos sitios, no sólo en México. Lo que Mago de Oz dice es que hay que educar a los jóvenes y darles una nueva educación. Eso parte desde el gobierno hasta los padres, hay que educar bien a los hijos pensando en hacer mejores personas y creemos que de eso se trata, el mensaje es intenta hacer algo bueno por ti, intenta hacer algo mejor por ti y por tu país.

—España ha vivido por muchos años esta violencia.

—Así es. Y la sigue viviendo.

—A final de cuentas ustedes son un referente para todos estos niños y jóvenes que están afuera esperándolos.

—¡Claro! Aquí venimos a que la gente pase un buen rato, a que baile y la pase bien.

—¿Y el entretenimiento no es también un mensaje de esperanza?

—Sí, claro, Mägo de Oz viene a divertirse y a divertir y a convivir con todos los amigos que le esperan aquí. Ya estamos llenando el Auditorio y hemos llenado otros recintos a lo largo de toda la república y estamos muy bien, muy contentos.

—¿Podrían platicarnos de los siguientes proyectos de Mägo de Oz ahora que Gaia llegó a su tercer disco?

—Pues uno de estos días va a salir el epílogo de Gaia. Son unos temas que teníamos en la recámara porque no entraron en los tres primeros discos de la colección y son baladas. También vamos por la segunda parte de la gira americana, por Gringolandia. A varios países de Centroamérica a donde no hemos llegado y otros lugares. Luego nos queremos embarcar en una gira conceptual que abarque todos los Gaia y trataremos de meter elementos escenográficos que ahora no hemos podido meter debido a la crisis en España y a todos los problemas por llevar grandes montajes. Hay otros proyectos paralelos como el de Patricia Tapia y su banda.

—¿A qué sitios pretende llegar Mägo de Oz?

—A sitios como Chile y por Estados Unidos en marzo del 2011.

—¿Cómo creen que los recibirán en estas tierras, sobre todo en Estados Unidos?

—Bien. No es la primera vez que vamos a Estados Unidos, hay cuarenta millones de latinos y el público que nos va a visitar es latino y en especial mexicano. Hemos estado en Los Ángeles y hemos dado concierto para doce mil personas. En Chicago o en Nueva York, donde hemos tenido siete mil. Siempre nos reciben bien.

—Algunos críticos musicales consideran que Gaia es mas bien un proyecto mercantil de moda con la crisis climática, ¿ustedes qué piensan al respecto?

—Mägo de Oz no es un grupo para criticar, solo decimos las cosas para que tú pienses. Entonces lo que nos gusta es cuidar esta tierra, sólo tenemos una y luego vienen nuestros hijos y no podemos estar así. No intentamos convencer a nadie de nada pero sí tratamos de que piensen y actúen en consecuencia. Entonces si les parece que somos oportunistas no creo que nos hayamos subido a ese carro de todos por la paz y el mensaje ecológico. Aunque las bases de Gaia es llamar la atención de lo que estamos haciendo por el planeta. Nada más para un disco alejado de la comercialidad, en el que hemos tenido problemas por meternos de una forma bastante dura con una institución como la Iglesia católica. Esto no tiene nada que ver con meternos con católicos o cristianos o con gente que tiene una creencia u otra pero sí meternos con la institución más política que religiosa como lo es la Iglesia católica. Si eso es ser comercial, que los críticos me lo digan en la cara porque hemos tenido problemas incluso para editar discos o llevar nuestra música a varios países. Estamos muy contentos y muy orgullosos por haber hecho ese disco.

—¿En qué países han tenido problemas?

Mägo de Oz no es un grupo para criticar, solo decimos las cosas para que tú pienses. Entonces lo que nos gusta es cuidar esta tierra, sólo tenemos una y luego vienen nuestros hijos y no podemos estar así. No intentamos convencer a nadie de nada pero sí tratamos de que piensen y actúen en consecuencia.

—En Estados Unidos tuvimos que sacar el disco con dos temas menos, mutilar el arte y censurar porque no han entendido el mensaje. A nuestro modo de ver no estamos predicando ni adoctrinando, sólo estamos exponiendo temas serios de una institución que haciéndose pasar por intermediario teológico está almacenando grandes cantidades de dinero en sitios como el Vaticano, en su banca propia. Claro que no criticamos a nadie por ser católico, lo que criticamos es lo mal que hace la Iglesia usando y abusando de ese cariño que le da la gente. Si ése es el mensaje de Jesucristo, creemos que están muy equivocados.

—En México tenemos una Iglesia católica con fuerte presencia en terrenos tan ajenos como la política y la educación, ¿nunca han recibido censura o les han prohibido interpretar sus canciones?

—Hemos sido criticados por cierto sector pero también se han dado cuenta de que no nos estamos metiendo con ningún creyente ni con una ideología. Estamos dentro de una novela, con una institución que siempre ha estado del lado del absolutismo y de los poderes fácticos y de las dictaduras. Entonces aprovechamos ese momento de la novela en el cual el protagonista volvía de los españoles que invadieron tan cruelmente tierras americanas. Si ésa es la cultura que estaba repartiendo una institución como la Santa Inquisición con base en todas las barbaridades que dicen que aquí se hacían, pues eso sí nos dio pie a decir que vamos a creer más en el hombre que en los intermediarios entre cualquier dios y el hombre.

—¿Ustedes creen que el hombre puede tener una comunicación directa con Dios?

—Yo creo que si quiere creer en Dios lo puede hacer y se me hace muy bonita esa comunicación que alguien pueda tener con dios. Ahora que si para sentirse en paz tiene que pagar una serie de impuestos a alguien que tiene una inmensa riqueza como la Iglesia católica, pues me parece que les están engañando.

—¿Por qué creen que en Estados Unidos, con un porcentaje menos católico que en México, han vivido tal censura y aquí no?

—Lo que pasa con Estados Unidos es que son muy hipócritas, se creen el país de la libertad y eso es una absoluta mentira, no lo practican como tal. La forma de gobierno de Estados Unidos no nos parece nada bien. Es un país al que no queríamos ir pero nos hemos dado cuenta de que hay una comunidad latina enorme y que si son capaces de llenar un auditorio como el de Los Ángeles es una obligación estar ahí donde nos siguen.

—Estamos evadiendo hablar de cuestiones políticas y terminamos hablando de política.

¡Ve nuestra cara, la cara de ilusión que tenemos! Entonces, el que no nos quiera tener vivo que se vaya a la chingada porque hay Mägo de Oz para rato.

Frank y Carlitos ríen a la par. Los collares que cuelgan de sus cuellos se agitan con la emoción. Se acomodan para continuar la entrevista. Seguramente piensan que la banda puede interpretar otras piezas. Al final, ellos han de cumplir religiosamente con las dos horas y media que prometieron al público.

Somos el primer grupo de rock que llena dos días seguidos el Auditorio Nacional y es un orgullo para nosotros. Al principio estaban recelosos de traer la música heavy este espacio y ahora resulta que llenamos con todo agotado.

—Somos el primer grupo de rock que llena dos días seguidos el Auditorio Nacional y es un orgullo para nosotros. Al principio estaban recelosos de traer la música heavy este espacio y ahora resulta que llenamos con todo agotado. Y no hay ningún problema y todo sale bien, la gente viene, se divierte un rato y no pasa nada. México para nosotros es casa y nuestros seguidores son una maravilla, son lo mejor que hay aquí, a pesar de no tener el apoyo de las televisoras ni de las cadenas de radio ni de nada. Hay gente que nos quiere.

—Precisamente esos fans temen que sean ciertos los rumores acerca de la desintegración de la banda. Otros esperan ansiosamente la biografía de Mägo de Oz.

—Hay rumores de que Mägo de Oz se va a separar, que es el último disco que hacemos o de plano que ya hay una biografía cuando todos seguimos vivos. Lo que sí podemos decir es que tenemos muchos proyectos por delante, tenemos mucha ilusión. ¡Ve nuestra cara, la cara de ilusión que tenemos! Entonces, el que no nos quiera tener vivo que se vaya a la chingada porque hay Mägo de Oz para rato.

—La chingada es una palabra muy mexicana…

—¡Sí! Estamos mexicanizados ya, nos sentimos parte de aquí, ya hicimos una canción como homenaje a México. Nos sentimos muy bien, como en casa.

No hay saga que no llegue a su fin. La banda invitada ha interpretado su última canción y el público tiene su límite de paciencia. Corea la presencia de Mago de Oz con palmadas y zapateado efervescente. Despedida a la francesa, con un apretón de manos muy mexicano. ®

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Publicado en: Enero 2011, Música

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