TV, internet y el poder de las audiencias

¿Una participación real?

Mientras las redes se consolidan, la TV da manotazos de ahogado para no perder la carrera en búsqueda de audiencia. Lanzamientos, reacciones y emprendimientos que se consolidan en el amanecer digital.

TV y plataformas digitales se entrelazan, se mezclan y avanzan en la generación de contenidos. Prueba y error. Así ocurre en momentos de transición, cuando el paradigma de comunicación se quiebra. Las audiencias no están solas. Miles de internautas siguen la programación —celular en mano— ávidos de comentar, compartir, criticar y corregir.

El periodismo ciudadano está de moda. Los medios lo promueven. Los portales guardan espacios cuidadosamente reservados para las opiniones de los lectores. La gente sube incansablemente videos a YouTube. La TV no para de leer mensajitos de Facebook, emulando las viejas y queridas cartas. En medio de un profundo momento de cambio comunicacional-cultural, los medios y los usuarios experimentan. ¿Hacia dónde vamos? La producción de contenidos por parte de la audiencia, en el centro de la escena.

Existen indicios que permiten desentramar cómo será el futuro de los medios y su relación con los receptores. El MipTV es el encuentro audiovisual más importante del mundo que se desarrolla en Cannes cada año. Facebook y Twitter tuvieron una participación notable en este encuentro de grandes jugadores del mercado, y no es casual. Las redes sociales empujan a la televisión al cambio, a reinventarse.

Se viene la TV social

Anunciaron “la revolución de la televisión social” gracias a una tendencia en ascenso: la co-visión. La TV es un medio de recepción en forma colectiva. Por ello, el producto que se conocerá antes de fin de año va en ese sentido. Será una plataforma online que indica cuántos amigos en la red están viendo un mismo programa; difundiendo sus comentarios y una selección de los aportes más valorados por otros usuarios o por el propio canal emisor.

Una presentación que no pasó inadvertida en el MipTV 2010 fue la de la empresa Starling. Anunciaron “la revolución de la televisión social” gracias a una tendencia en ascenso: la co-visión. La TV es un medio de recepción en forma colectiva. Por ello, el producto que se conocerá antes de fin de año va en ese sentido. Será una plataforma online que indica cuántos amigos en la red están viendo un mismo programa; difundiendo sus comentarios y una selección de los aportes más valorados por otros usuarios o por el propio canal emisor.

Según cifras difundidas por Starling, 90 por ciento de los estadounidenses utiliza simultáneamente el teléfono móvil mientras mira la tele; en tanto 59 por ciento lo hacen junto a su notebook. Las redes sociales y los teléfonos móviles alimentarán los contenidos de la televisión, ésa es la premisa del presidente de la empresa, Kevin Slavin, quien dice: “No es que las televisiones estén a la defensiva. Es que están confusas”. Se trasluce que las redes y los celulares se meterán en los contenidos, sin pedir permiso. Integrando TV e internet.

Más cámaras, menos contenido

Mientras tanto, la TV reacciona como puede. Son escasos los espacios de participación que posee la audiencia. Mientras los conductores de moda utilizan sus direcciones personales de Twitter, lo que se incrementa es una relación unilateral. Muchos de esos presentadores suman miles de seguidores pero queda poco espacio para el diálogo. La conversación es cada vez menos horizontal. Lo twitteros se transforman, a veces, en fuentes de dudosa credibilidad. Lejos, muy lejos de la participación.

Prende y apaga la tele

© Nam June Paik

El caso del canal de cable satelital TN (Todo Noticias) de Argentina es emblemático. Cada vez suma más cámaras en vivo en distintos puntos del país, pero no existe contenido periodístico. Los conductores intentan describir cómo es el clima, qué ocurre en cada ciudad, pero no hay voces locales ni corresponsales. Sergio Lapegue, conductor de TN a la medianoche, saluda desde Buenos Aires a la gente que asiste a los lugares donde están apostadas las cámaras de las ciudades más importantes de cada provincia en lo que se denomina “Prende y apaga la luz”. Una especie de papelón periodístico que acontece cada noche. Poco periodismo, el diálogo es lo más parecido a una conversación de ascensor. Intrascendente.

El uso desmedido de Facebook en los programas de TV parece un manotazo de ahogado. Mensajes apócrifos, comentarios xenófobos y errores ortográficos están a la orden del día. La utilización de la red se equipara con las viejas cartas de lectores o los dibujitos que enviaban los niños a Carozo y Narizota. “No es que las televisiones estén a la defensiva. Es que están confusas”, las declaraciones de Kevin Slavin en Francia son incisivas. Se trasluce que las redes y los celulares se meterán en los contenidos, sin pedir permiso. Integrando TV e internet.

Conmoción, cámaras digitales y redes

Escándalo. Dos hechos conmocionaron la opinión pública en 2010 en Argentina. Según los vecinos de la pequeña localidad bonaerense de General Las Heras, Silvia Luna martilló en la cabeza de Carola Bruzzoni porque se enteró de que ella pensaba mostrar en su fiesta de casamiento en pantalla gigante un “video sexual” muy comprometedor de ella con un hombre. Carola murió tras nueve días de agonía. Luna fue detenida acusada de homicidio simple.

Por otra parte, un grupo de médicos de Concepción del Uruguay, Entre Ríos, subieron a internet la operación que le realizaban a un hombre que tenía un zapallo alojado en la cavidad rectal. Un hecho similar ocurrió en San Juan, donde los médicos grabaron con un teléfono celular a un hombre mientras le extraían una botella del ano. La TV reprodujo hasta el hartazgo las imágenes que previamente habían subido a YouTube. La frontera entre la vida privada y la vida pública se pulveriza. Las herramientas digitales, si no se utilizan con responsabilidad hieren, lastiman, matan.

Guillermo Orozco Gómez, profesor e investigador del Departamento de Estudios de la Comunicación Social de la Universidad de Guadalajara, México, estuvo en Rosario [véase la entrevista en esta edición] y, en este sentido, aseguró: “Tenemos que tener mucho cuidado y aprender los derechos ciudadanos, los derechos individuales y los derechos a la comunicación para no hacer públicas cosas que son de la vida privada. Hay nuevos aprendizajes que tenemos que hacer en cuanto a nuestro papel de ser receptores, no hemos adquirido lo que necesitamos para ser sujetos productores”.

Twitter, el socio perfecto

El caso de la TV chilena es significativo. Twitter ha sido decisivo en la cobertura de las últimas elecciones presidenciales y en el rescate de víctimas en el terremoto. En Televisión Nacional de Chile crearon programaciones especiales para la web, donde se privilegia la interacción entre redes. Durante el Festival de Viña 2009 se diseñó un programa en paralelo para la web. Luego crearon Reportwiteros, una red social de participación ciudadana conectada con los contenidos televisivos. Comenzaron con dos mil usuarios y llegaron a treinta mil para el terremoto.

La clave se traduce en la experiencia tradicional de ver la televisión en grupo pero compartiendo ese encuentro con la sociedad virtual. Twitter, que genera 50 millones de comentarios por día, presentó en el MipTV su utilidad como foro de discusión instantáneo para cualquier programa de televisión. “Los medios deberían involucrarse en esta tendencia, porque Twitter puede ayudarles a incrementar las audiencias”, aseguró Chloe Sladden, directora de alianzas de la empresa digital.

Periodismo hiperlocal y ciudadano

¿De qué servirán las redes si no existe capacitación o sentido crítico? Su potencial puede ser despilfarrado en la ancha autopista de la red.

¿De qué servirán las redes si no existe capacitación o sentido crítico? Su potencial puede ser despilfarrado en la ancha autopista de la red. El ex jefe de redacción de Clarín, Roberto Guareschi, retrató a través de su blog una experiencia de periodismo hiperlocal que se está desarrollando en Estados Unidos y que puede ser guía para medios, usuarios e instituciones educativas. Se trata de una alianza entre el New York Times y la New York University: lanzarán un sitio periodístico digital denominado The local: East Village, que cubrirá las 110 manzanas de ese barrio.

A diferencia de los viejos periódicos barriales, el gran valor agregado de esta iniciativa es que incorporará a vecinos como productores de contenidos y reunirá a los periodistas, docentes, estudiantes y ciudadanos en la conformación del diario. Todos sentados en la misma mesa. Discutiendo, innovando y creando contenidos multimedia. Los comunicadores en el fango, los docentes enseñando y aprendiendo en la escena, los vecinos —los mejores testigos de la historia viva del lugar— ampliando su potencialidad narrativa.

El periodismo ciudadano no es sólo mandar una foto, hacer público un problema de medianera o aportar caos en una sociedad que tiende a ser cada vez más compleja. Los periodistas como mediadores. Los ciudadanos como productores en tiempo real. Algo más que saludar a una cámara estática en la medianoche. ®

Nota publicada originalmente publicada en el portal de la FNPI en agosto de 2011.

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Publicado en: Destacados, Nuevas miradas a la televisión, Septiembre 2011

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