And yes,
I still feel strong
into the half light,
another velvet morning for me.
—The Verve “Velvet morning”.
Sin preguntas
habitábamos
el mundo,
y sin embargo
creímos
en los horrores
del dolor
y en el calor
de la fiesta,
alegría ojerosa,
entre tristezas
titubeantes,
que no hallaba
prisión,
temíamos
porque el temor
era real,
y porque reír
era lo mismo
que olvidar,
carcajeamos;
en la sencilla
placidez
de la risa
pisamos,
en danza loca,
las ruinas
que dejó
la familia,
estatua
bajo el polvo
consumida;
y aun en llanto
éramos valientes,
cuando éramos
poco hombres
seguimos el instinto
y perduramos, verticales,
con burlas
espantamos
la pavorosa
mancha negra
que acosaba
al fondo
de la alcoba,
y de las cáscaras
botadas
condonamos
las carencias
y brotó,
como un feto
sin alma,
la evasión,
alpiste de oro
de los extraviados
que, sin camino,
hacen que caminan,
entre fantasmas
crecimos, que
la esperanza
mendiga
les dio materia,
hora y sitio,
mas los intentos no matan,
fermentan,
y de evasiva conjura,
que su lodo ahoga,
las perlas
iluminaron a los cerdos,
los que se ahogaban
recibieron, del aire,
su quietud,
lo niños crecieron,
como el amargo poeta
balbuceó,
quizá
como los héroes,
y del incendio
que el polvo
de los ídolos
demuestra
se recogió
la fábula
que al que ignoraba
desnudó en su búsqueda:
de las momias,
aunque muertas,
se aprende. ®