Nadie consigue igualar al maestro ruso en cuanto a técnicas narrativas, precisión y economía del lenguaje; ésta es una muy buena oportunidad para acercarse a la totalidad de su producción cuentística.
Sólo quien ha escrito un cuento sabe de lo que se trata, y sólo quien ha leído cuentos sabe que ahí se producen actos que daríamos en calificar de alquimistas de no ser porque sabemos que detrás de cada cuento no hay secretos, tan sólo maestría en el manejo de los elementos narrativos. Extraños y efectivos mecanismos ocultos, los cuales, si se va por buen camino, terminan acomodados de tal manera que nada sobra y nada hace falta en la narración: el equilibro entre fondo y forma que pedían los clásicos.
Porque tal vez tienes un comienzo, alguna idea suelta, una anécdota en su forma más pura, pero lo cierto es que un género literario tan antiguo como el cuento exige demasiado trabajo con las palabras, economía en el lenguaje, conocer las emociones de los personajes al grado de que no se traicione su verosimilitud; que convenzan al lector, que lo sorprendan y lo hagan preguntarse cómo lo hizo… eso es parte del secreto de un buen cuento.
Y si entras al universo del cuento es inevitable dar con Antón Pávlovich Chéjov ¿Por qué? Porque Chéjov es considerado el maestro indiscutible del cuento corto, algo que no sólo exige la precisión del cirujano en cada uno de los elementos narrativos —personajes, anécdota, clímax, desenlace— sino que además, en su brevedad, lo hace en unas cuantas páginas —o incluso líneas.
Es de celebrar que la editorial Páginas de Espuma se haya dado a la tarea de reunir por primera vez en español cuatro cuidados volúmenes con la narrativa completa de este maestro ruso; una selecta traducción y una rigurosa edición a cargo de Paul Viejo que nos invita a adentrarnos de manera cronológica en la obra del autor de “La dama del perrito”.
En este primer volumen el lector encontrará los primeros cuentos de Chéjov, lo que nos permitirá, conforme salgan los demás tomos, analizar y comparar la evolución del autor; en este primer tomo conviven cuentos de corte humorístico y paródico con varias de sus primeras obras maestras.
Una fiesta literaria para que los lectores de habla hispana se sumerjan y comprueben por qué hoy el escritor ruso es considerado uno de los mejores cuentistas en la historia de la literatura. Lo mejor de todo es que la fiesta apenas comienza, pues éste es el primero de cuatro tomos que serán indispensables. ®