La mala fama de Elena Garro

A propósito de la Semana Santa

El relato de Garro se encuentra cargado de algarabía, colores, bullicio, risas, bailes, es decir, la transgresión que se vive en los carnavales o en las ferias de los pueblos. En cambio, en el filme de Véjar el ambiente es negro y terrorífico, es la atmósfera de la culpa, del pecado, del castigo de Dios ante la subversión a los dogmas.

La fallida adaptación cinematográfica de un relato de Elena Garro.

Hace unos días Lilia Garduño me envió la entrevista de Matilde Obregón con Elsa Aguirre, pues en un momento dado del diálogo la reconocida actriz mexicana mencionó a Elena Garro en relación con la película Sólo de noche vienes (1965), en la cual tuvo una sobresaliente participación en el papel de Carmen/Remedios.

De inmediato recordé aquella batalla que la escritora libró en torno a uno de sus relatos menos conocidos. De acuerdo con Garro, a finales de 1962 escribió el guion para realizar una película basada en su cuento “La feria o Sólo de noche vienes”. La petición se la había hecho su prima Amalia Hernández y el filme llevaría las coreografías de su Ballet Folklórico de México, bajo la dirección de Marcel Camus, autor de Orfeo Negro (1959). Sin embargo, este proyecto desató la envidia entre las capillas y lamentablemente no se concretó.1

Poco después, Sergio Véjar retomó la iniciativa y por fin llevó a la pantalla Sólo de noche vienes, aunque la autora del guion no estuvo de acuerdo con la versión del director mexicano, como tampoco lo estuvo con las realizaciones que hicieron de sus otros libretos:

EG: No, yo sí creo que cualquier novela se puede adaptar al cine, siempre que se adapte la novela, no que se escriba otra novela. Los recuerdos del porvenir la vi en la televisión y dije: “¿Qué será esto? Yo no le entiendo nada”. Estaba horrible, horrible. La mujer más bella y sale una flaca, espantosa, ¡qué barbaridad!, ah, no, una gorda; Isabel, una flaca con una cara de… (risas del público). Ay, no, no, no. La volvieron a escribir. Era el tiempo de los cristeros y era el pueblo que se rebelaba contra los revolucionarios, y aquí lo ponen al revés. ¿Qué era lo que ponían? Ya ni me acuerdo, pero lo vuelven todo al revés. Digo: “¿Para qué me pagaron tanto dinero —se lo dije a Ripstein—, para hacer esta porquería? Hombre, la hubieran escrito ustedes y les sale gratis” (risas del público). ¡Una porquería! En cambio, le aseguro que yo agarro Los recuerdos del provenir y hago un script y sale una película tan buena como la novela. Por lo menos que no la traicione así. También el señor Rabasa, que era muy importante, no me acuerdo qué era entonces, me llamó y me dijo: “Óigame, Elena, ¿por quién se toma usted para sacarnos ahora el pendón de la Virgen de Guadalupe?” Le dije: “Pues por Emiliano Zapata que peleaba con la Virgen de Guadalupe en el sombrero”. Pues es cierto, la Revolución se hizo con la Virgen de Guadalupe. Y Las señoritas Vivanco… ¡Dejémoslo! (risas del público). Porque era un script realmente muy gracioso, pero llamaron a una señora [se refiere a la escritora Josefina Vicens], a la que quise mucho, muy buena, muy decente, muy moderada, pero que era lo opuesto al sentido del humor, y ella le echó unas tijeras de acero; lo volvió todo circunspecto y aburrido (risas del público). Juan de la Cabada decía: “Caray, chihuahua, qué horror, lo que han hecho”. “Velo a ver, velo a ver”, me decía. Cuando vi Las señoritas Vivanco dije: “Pues no son las Vivanco”. Ese script debe estar en cinematografía. Es completamente distinto. Ella cogió algunos episodios y los volvió un ladrillazo y… Pero así les gusta a los productores. No sé por qué compran un cuento para volverlo a escribir. Lo mismo Sólo de noche vienes, ¡Ave María!… (risas del público). Yo no quería que pusieran mi nombre. Hice muchas películas… “¡Ay, Elenita, ahora su nombre va a estar con luces!” “¡Ay, no, por favor, no lo ponga!” “Ay, ¡pero qué modesta es usted!” “Pues sí, soy muy modesta”. Lo que pasa es que me daba vergüenza (risas del público).2

Lo que salta a la vista entre el cuento de Elena Garro, “La feria o Sólo de noche vienes” (Ediciones Castillo, 1997) y Sólo de noche vienes, el filme de Véjar, es que la historia de Elena Garro se desarrolla en el marco de la Feria de San Marcos, en tanto que la película tiene lugar dentro de las actividades de la Semana Santa, filmadas en vivo en Guatemala y San Salvador. Dos contextos históricos totalmente opuestos.

El relato de Garro se encuentra cargado de algarabía, colores, bullicio, risas, bailes, es decir, la transgresión que se vive en los carnavales o en las ferias de los pueblos, reminiscencia de los festines de Baco, cuando los seres humanos dan rienda suelta a su verdadera identidad y se liberan de las restricciones y de la opresión impuestas por la sociedad. Así lo hacen Remedios y Andrés…

Esa escena que molestó a Elsa Aguirre no aparece en el relato de Elena Garro y con certeza tampoco formó parte de su guion original. El contexto de la historia de Garro no tiene nada que ver con la Iglesia católica ni con la Semana Santa ni con la Biblia.

En sentido contrario, en el filme de Véjar el ambiente es negro y terrorífico, es la atmósfera de la culpa, del pecado, del castigo de Dios ante cualquier subversión a los dogmas. Los personajes quieren liberarse de las represiones en las que se hallan atrapados y de hecho lo llevan a cabo, pero la culpa los persigue constantemente… Por esto, porque esas transgresiones tienen lugar durante la representación de la Pasión de Cristo, el filme de Véjar estuvo enlatado durante décadas.

En la entrevista de Matilde Obregón, Elsa Aguirre comentó la escena en la que Remedios, de rodillas en la iglesia, le escribe un mensaje a su amante Andrés en un papelito que encuentra al final de su Biblia, y sobre el libro sagrado le escribe: “Vámonos, te sigo”.3 Esa escena que molestó a Elsa Aguirre no aparece en el relato de Elena Garro y con certeza tampoco formó parte de su guion original. El contexto de la historia de Garro no tiene nada que ver con la Iglesia católica ni con la Semana Santa ni con la Biblia. Su relato consiste en explorar el encuentro del amor verdadero sin culpas, en la liberación del yugo y la fatalidad que trae consigo la desobediencia.

Sin embargo, cuando Véjar tomó el proyecto en 1964 Elena Garro al parecer trabajó en la nueva versión del guion. Según el testimonio de José Antonio Alarcón López, quien trabajó y vivió con las Elenas en Cuernavaca, la siguiente anécdota tuvo lugar en enero de 1996:

(…) —Fíjate, Toñito, que hace años yo escribí un cuento sobre las ferias, ¿te acuerdas Chata?
—Sí, claro, primero se iba a hacer la película basada en ese cuento de mi mamá, “La feria o Sólo de noche vienes”, con la dirección de Marcel Camus, un francés guapísimo, ¡guapísimo!, pero tristemente no se llevó a cabo con Camus, ya sabes, los mexicanos son muy envidiosos —agregó doña Helena Paz.
—Luego la hizo Sergio Véjar —continuó doña Elenita— pero se hizo un revuelo que terminé muy molesta, pues me salieron con sus puritaneces, ¡ay hombre, como si de veras llevaran tan correctas sus vidas! Si así fuera, este país sería otra cosa, pero no, qué va, todo lo hacen al revés, todo está de cabeza. Por eso, Nuestro Señor está molesto con nosotros, ya que no llevamos los mandamientos como deben de ser… ¡qué va! Por eso, todos se van a ir al infierno, ¡cabrones!, y más los políticos. ¡Ay, cómo los odio! Se aprovechan de todo y se irán al infierno, todos los que en esta vida fueron malos. En esta vida hablan los hechos, y no estar con callos en las rodillas y en la iglesia: “Ay, Dios mío, perdóname, yo pecador…” ¡Qué hipócritas! Cuando Véjar hizo la película salieron con sus puritaneces y todo porque se me ocurrió escribir sobre una Biblia, hombre, con un lápiz labial, una nota de amor (y levantó su mano haciendo vueltas sobre su cabeza), ¡ay no, casi me crucifican, casi me linchan! Se hizo un fanfarrancho, y es que yo le tengo mucha fe a la Biblia, porque de niña escuché que la Biblia es la palabra de Dios, tiene poder, y pues yo pensé que sí; yo, por ejemplo, si quiero saber algo, cierro los ojos, pongo la Biblia en mi mano, la abro, y donde caiga el dedo en esa página, encuentro la respuesta y la llevo a la práctica, y es muy acertado, de veras, es lo que vi.
Doña Helena Paz hizo un gesto indicando que su mamá estaba loca.
—Yo no creo en eso, carajos, a la mierda…
—Esa escena de la Biblia la querían borrar… Bueno, para mí la Biblia es sagrada, está escrita por el de Arriba, es la palabra viva de Dios, y con eso yo no me meto, porque con eso de que soy una atrabancada, loca y desquiciada, y aparte, creo que hasta vieja y pendeja, no me meto con eso, al contrario, la respeto y trato de seguir lo que dice. Mira, Toñito, te repito, hay mucha gente que cree que su vida es correcta, si así fuera, este país no estuviera de cabeza… ¡Ay no, qué horror! A Nuestro Señor eso no le gusta, por eso se van a ir al infierno. ¿No crees? (…)4

De acuerdo con Francisco (Paco) Guerrero Garro, hijo de Devaki, hermana de Elena Garro:

Patricia, con respecto a la pregunta que me haces sobre la Biblia, recuerdo que mi tía tenía una Biblia pequeña, más o menos de unos 25–30 centímetros de largo, que no sé de quién era, yo me supongo que habrá sido de mi abuelo5 o de la familia, y siempre la tenía cerca de ella. Mi tía era muy respetuosa y creyente de la Biblia, como tú has dicho, y hacía una cosa que se llamaba “leer la Biblia”. Cuando tenías que tomar una decisión abrías la Biblia al azar, ponías el dedo sobre un versículo de esa página, y lo que ese versículo decía, era lo que te guiaba para hacerlo o no hacerlo, cómo hacerlo o por qué hacerlo, y eso lo hacía mucho mi tía. Ella tomaba la Biblia, cerraba los ojos, la abría al azar y ponía el dedo en la página y leía ese versículo. Generalmente seguía lo que ese versículo decía; confiaba plenamente en lo que la Biblia le indicaba que debía hacer. Después la Chata6prostituyó eso porque abría la Biblia, ponía el dedo, y si no le gustaba, lo ponía otra vez, y otra vez, y otra vez… Entonces mi tía lo hacía a escondidas, pues la Chata en todo se metía, y le decía que buscara otro versículo… Ahora bien, mi tía no tenía la Biblia muy visible, yo me acuerdo que Octavio dos o tres veces se burló de ella por tener la Biblia; una vez estábamos hablando en el comedor chico y mi tía tenía ahí la Biblia, y Octavio le dijo una frasesita, ahorita no la recuerdo, pero no me gustó porque fue burlón, sarcástico; más que burlón, era ese sarcasmo fino que usaba Octavio, muy hiriente. Esto que te relato ocurrió en la segunda mitad de los años cincuenta, ya que yo vivía con ellos. Pero sí, la Biblia era uno de los libros fundamentales que tenía mi tía… Esa Biblia que te menciono era una Biblia vieja, porque estaba usada, tenía anotaciones, no sé en dónde quedó, habría que ver si se encuentra en sus archivos…7

Elena Garro representa el paradigma de la transgresión, es una creadora —y no una adoctrinada dogmática— que se atrevió a poner en tela de juicio las conductas mojigatas opresivas de la Iglesia católica y de los seres humanos, y resulta inaudita la falta de entendimiento que aún persiste en torno a su visión del mundo. Por lo tanto, es lamentable que la mala fama de Elena Garro desate ese tipo de comentarios, como el expresado por Elsa Aguirre. Debemos recordar que la mala fama de Elena Garro la orquestaron los machos poderosos y los intelectuales coludidos con el Estado, para desacreditar su rebeldía y sus ataques en contra de la corrupción, la misoginia, los preceptos patriarcales y las injusticias. ®

Notas

1 Véase “La calumnia que destruyó De noche vienes”, en Rosas Lopátegui, Patricia. El asesinato de Elena Garro. Periodismo a través de una perspectiva biográfica. Monterrey: Universidad Autónoma de Nuevo León, 2014.
2 Véase “Diálogo abierto con Elena Garro en la Capilla Alfonsina: Miguel Covarrubias, Minerva Margarita Villarreal y Genaro Saúl Reyes”, en Rosas Lopátegui, Patricia. Diálogos con Elena Garro. Entrevistas y otros textos. Gedisa, 2020, vol. 2, pp. 884–885.
3 Véase en 1:11; en el filme esa escena se inicia en 1:17.
4 Entrevista de Patricia Rosas Lopátegui con José Antonio Alarcón López, 18 de marzo de 2024.
5 Se refiere a José Antonio Garro Melendreras, padre de Elena Garro.
6 Alude a su prima Helena Paz Garro, hija de la escritora.
7 Entrevista de Patricia Rosas Lopátegui con Paco Guerrero Garro, 21 de marzo de 2024.  

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Publicado en: Cine

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