Este volumen es una brújula para estos tiempos en que la vista se nos pierde entre impactos y pantallas. En que el debate en las redes sociales nos hace olvidarnos por momentos de la vida real.
El periodista y académico Mario Campos (Ciudad de México), con su vasta experiencia en aulas, cabinas y foros, pero sobre todo con el olfato del analista, nos entrega un libro que provoca desde el título mismo: Batalla por la atención. El subtítulo es a su vez un reto: Cómo dejar de perderse entre pantallas y redes sociales (México: Aguilar, 2024).
Compuesto en cuatro partes, este volumen es una brújula para estos tiempos en que la vista se nos pierde entre impactos y pantallas. En que el debate en las redes sociales nos hace olvidarnos por momentos de la vida real. “El efecto de todo esto es que la atención se ha vuelto el bien más escaso de nuestro tiempo. Parece una frase más, pero es uno de los conceptos clave del tiempo que nos ha tocado vivir”, dice el también conductor de radio y televisión.
Llega a conclusiones que obligan a reflexionar, por ejemplo: “No pensamos como pensamos por los medios que consumimos, sino al revés, consumimos lo que consumimos por la forma en que pensamos”. Vale la pena releerlo para tratar de asimilarlo.
“El ciclo de información se ha acortado tanto que sólo logran sobrevivir aquellos temas que tienen detrás estrategias efectivas de comunicación que los impulsen.”
Por ello mismo el también académico se atreve a afirmar que “La simpleza y la emocionalidad son los dos pilares sobre los que hoy está construida buena parte de nuestra comunicación”, y como muestra basta entrar a cualquier red social para percibirlo. Lo cual va junto con otra característica de los tiempos actuales de la difusión y la comunicación, la inmediatez, por lo que “El ciclo de información se ha acortado tanto que sólo logran sobrevivir aquellos temas que tienen detrás estrategias efectivas de comunicación que los impulsen”, dice Campos.
El debate obligatoriamente nos lleva al terreno de lo bueno y lo malo, ¿es benéfico esto que estamos viviendo?, ¿es bueno, es malo? Para el autor: “Es un hecho que las redes pueden visualizar temas relevantes, incidir en la agenda, alimentar diálogos circulares con el poder, claro que el nuevo ecosistema empodera a los ciudadanos y abre la conversación a otros actores, pero también tiene efectos negativos importantes que debemos reconocer y nombrar”.
El autor añade al cierre de cada capítulo un resumen con las ideas más importantes, los subrayados de antes. Y también invita a que cada quien tome las medidas necesarias para el cuidado de nuestra salud en cuanto al consumo de redes, de información, de tecnología.
Una obra que no es exclusiva para quienes se dedican a la comunicación, o los interesados en el comportamiento humano, sino que tiene el alcance para todos aquellos que deben preguntarse sobre qué están —estamos— haciendo que nos llegamos a perder en las múltiples pantallas a las que tenemos acceso. ®