Los malvados se hacen con el poder por la fuerza y la violencia. Los hombres mediocres ni lo advierten. Los espíritus sensibles lo perciben pero no pueden resolver nada y, cuando exponen los hechos, resultan incomprendidos: son tenidos por locos.
Nota
El interés de presentar el análisis de una obra de literatura clásica estriba en reafirmar que el arte es representación, esto es, exposición de ideas mediante imágenes, aunque realmente el arte trata, más que de ideas, de valores y con el tiempo ha acabado por tratar de intereses. La evolución social y el desarrollo de la cultura han llevado al hombre moderno a pensar que estamos ante nuevas realidades para las que se precisan nuevas formas de entendimiento. Esta creencia nada dice de la realidad y mucho de la imagen que el hombre moderno tiene de sí mismo como de un ser que ha superado su pasado y es superior a todo cuanto le ha precedido. Pero los viejos principios no están superados y negarles valor y vigencia lleva al error o la incomprensión.
1. Argumento
Claudio ha matado a su hermano, el rey Hamlet, y se ha casado con su mujer.
Hamlet, hijo del difunto, sospecha la verdad pero no posee pruebas y, por otro lado, se ha enamorado de Ofelia.
Hamlet finge locura y, en un intento de vengar a su padre, por error, mata al padre de Ofelia.
Su tío intenta acabar con su vida, pero Hamlet lo descubre y se venga de sus asesinos.
Ofelia se suicida como consecuencia de la muerte de su padre, y el hermano de ésta, Laertes, para vengar a su vez estas muertes, desafía a Hamlet. Laertes le hiere con una espada envenenada antes de ser muerto por el mismo Hamlet. La madre de Hamlet muere por un veneno que Laertes había preparado para Hamlet. Hamlet, antes de morir, logra matar a su tío.
Todo lo que ocurre, ocurre para poner de manifiesto un sentido. Claudio podría haber estado casado; la historia de amor de Hamlet podría haberse suprimido, y la acción de Hamlet podría retrasarse por una distancia física.
2. Los caracteres
Claudio es un hombre de temperamento fuerte y acción decidida que no duda en asesinar a su hermano para lograr sus fines.
Hamlet es un ser reflexivo, ajeno a la existencia material. Sabe lo que debe hacer pero sabe que hacerlo le obliga a renunciar al mundo de las ideas para aceptar como verdadero el de los fenómenos. Duda porque no pertenece a ese mundo.
Gertrudis, su madre, es un carácter flemático que acepta la realidad tal y como se presente sin cuestionar su verdad.
3. Las situaciones
Claudio muestra la maldad del hombre. El ejercicio de su voluntad implica la anulación de la voluntad ajena y, aunque sea la de alguien de su propia sangre, no le importa.
Hamlet es un ser reflexivo, ajeno a la existencia material. Sabe lo que debe hacer pero sabe que hacerlo le obliga a renunciar al mundo de las ideas para aceptar como verdadero el de los fenómenos. Duda porque no pertenece a ese mundo.
Hamlet, frente a su tío, aparece en conflicto pues si su tío, en busca de su destino, causa un mal, Hamlet se siente perjudicado debido el amor que sentía hacia su padre.
Pero Hamlet, frente a la familia de Ofelia, se encuentra en una serie de situaciones que son fruto del error.
Tenemos los tres supuestos de la tragedia, la maldad, el error y las posiciones relativas de los caracteres.
3. Las acciones deliberadas
Las apariciones del fantasma de su padre no representan un contacto escatológico, son un medio literario para exponer al público los temores e intuiciones de Hamlet.
Hamlet se finge loco, lo que le permite distanciarse de las personas a las que por sus actos desprecia pero permite que continúe el desarrollo del drama sin desaparecer de escena. También le justifica un distanciamiento con Ofelia, a la que ama, pero, al igual que Hamlet intuye el crimen de su padre, como hombre sensible, intuye la imposibilidad del amor por alguna fatalidad. Aunque el fin principal del fingimiento es evitar que su tío le crea inteligente y se deshaga también de él. Éstas son las únicas acciones que un tipo sensible se permite realizar sin vulnerar sus principios.
La obra de teatro en la que los actores relatan el crimen del rey Hamlet es también un recurso artístico para referir la insinuación que en la realidad hubiera hecho un hombre al asesino de su padre.
Con la reacción del rey ante su insinuación, Hamlet acaba por convencerse de la necesidad de obrar y de renunciar al mundo de las ideas para poder mantener esas ideas en las que cree.
Hamlet no tiene pruebas del crimen de su tío y, en todo caso, con pruebas o sin ellas, no puede presentarle ante la justicia, pues ni los reyes se someten a la justicia ni el drama puede contar para la conclusión de su desarrollo con algo ajeno a los personajes que intervienen que deben ser autónomos.
Aparece entonces el principio de la justicia eterna, por la cual el sujeto que tiene conocimiento de hechos impropios de la naturaleza humana los castiga como representante de esa humanidad.
4. Las acciones imprevistas
La muerte de Polonio demuestra por qué un individuo sensible evita la acción, pues es torpe en su ejecución. Además, da lugar a justificar la muerte de Ofelia que debe mostrarse como consecuencia de un error de Hamlet para que él mismo sea el causante de su mal. La muerte de Polonio es el medio de lograrlo pues nada en el drama justificaría el asesinato casual o deliberado de Ofelia. Además, su muerte explica la acción ciega de Laertes que hubiera sido más reflexiva en caso del asesinato de la hermana.
5. El desenlace
Claudio debe morir por el crimen cometido contra su propio hermano. Lo mismo que Laertes, pues el asesinato de Hamlet no estaba suficientemente justificado. La muerte de Gertrudis es merecida por su consentimiento tácito de la situación de su cuñado-marido pues, en su puesto, debería saber lo que es justo e injusto. Sin embargo, se evita que esta muerte sea llevada a cabo por Hamlet pues entraría en conflicto su amor con su deber y, desde fuera, un tercero pudiera juzgarlo como un crimen interesado como el cometido por Claudio.
Hamlet muere pues el sentido civilizado del concepto de justicia eterna precisa que el actor desaparezca.
La muerte de Polonio demuestra por qué un individuo sensible evita la acción, pues es torpe en su ejecución. Además, da lugar a justificar la muerte de Ofelia que debe mostrarse como consecuencia de un error de Hamlet para que él mismo sea el causante de su mal.
Este concepto está fundado en el derecho que se reserva la sociedad de ser sólo ella la que pueda juzgar acciones. El actor de esa justicia, que no recurre a la justicia ordinaria porque no puede, tampoco puede aceptar quedar sometido a una justicia en la que no puede creer pues no es capaz entender el delito que él ha condenado. Entonces, acaba suicidándose. Pero, en este caso, aceptado por la sociedad civilizada, el balance de crímenes y castigos queda descuadrado.
La situación inicial que relata la obra es reflejo de la realidad, es algo que ocurre constantemente en el mundo. Los malvados se hacen con el poder por la fuerza y la violencia. Los hombres mediocres ni lo advierten. Los espíritus sensibles lo perciben pero no pueden resolver nada y, cuando exponen los hechos, resultan incomprendidos: son tenidos por locos.
Antes de la imposición de valores sociales el hombre era autónomo y poseía capacidad de obrar. Indudablemente que de esa forma se cometían muchas injusticias pero el sistema actual no garantiza que no se cometan.
Así, el autor busca conciliar ambos intereses, el derecho social y el derecho personal, y resuelve la obra mediante un recurso con validez dramática, de forma que la muerte de Hamlet es, aparentemente, consecuencia de un conflicto con un tercero, pero, analizado detenidamente, este enfrentamiento es producto del azar, en concreto, su muerte es el resultado de una cadena de errores que el mismo Hamlet había desencadenado. Digamos que esta solución es válida para esta circunstancia, pues la vida individual está sometida a todo lo coyuntural de la existencia pero no sería admisible la resolución del problema principal mediante un acto azaroso pues el drama quedaría sin contenido ya que su propósito debe ser el de mostrar la determinación de los personajes por alcanzar mediante sus actos el cumplimiento de su voluntad. De la forma en que se resuelve el castigo de Hamlet en la obra no se cuestiona la moralidad de su crimen ni el derecho a cometerle pero permite que la justicia ordinaria pueda dormir tranquila ya que el delito prescribe con la muerte del “delincuente”. ®