Antes, cuando no era nadie

El Madrileño, de C. Tangana

Constituido en dos años de viajes y colaboraciones, El Madrileño reinventa las baladas versátiles de Tangana en la lente de las lenguas romances.

C. Tangana por @mapacherex

Habiendo ganado cuatro premios Grammy Latinos por su trabajo en el “renacimiento tradicionalista” de Rosalía, es lógico que el madrileño C. Tangana sea el próximo en pastorear su propio crecimiento.

Advertido por el híbrido sencillo bachata–rumba de “Tú me dejaste de querer”, el sexto LP de Tangana, El Madrileño (2021), tiene promesas validadas, tanto de una nueva identidad por el mismo vestuario de Antón Álvarez Alfaro como de piezas de declaración, en línea con la musicalidad histórica de la ciudad. Sin embargo, el proyecto no apuesta solo a Madrid —usando la ciudad como un bando—, Tangana incorpora las longitudes de onda diaspóricas de Europa y América Latina, en lo que es su visión más trascendente hasta la fecha.

Constituido en dos años de viajes y colaboraciones, El Madrileño reinventa las baladas versátiles de Tangana en la lente de las lenguas romances. El asombroso R&B se encuentra con la bossa nova a la deriva en “Comerte entera”, mientras que “Un veneno” (G–mix C. Tangana, José Feliciano, Niño de Elche)” ofrece una versión sensual y modernizada del bolero cubano, y “Cuándo olvidaré” (C. Tangana, Pepe Blanco) interpola guajira, bulería, R&B y tango en una mezcla cinematográfica. Cuando llegan los colaboradores lo hacen con palmas y paso firme, Alfaro se construye nítidamente en sus marcos: patina sobre la rumba orientada al pop de los Gipsy Kings, canta al ritmo del patchwork entretejido del R&B de Omar Apollo y armoniza con las guitarras sierreñas de los mexicanos más estruendosos: Carin León y Adriel Favela.

Sin embargo, a pesar de toda la riqueza de su lista, Alfaro sigue siendo la estrella guía del álbum: sus toques futuristas, tonos traperos y estructuras únicas impulsan a El Madrileño a través de sensuales vibraciones y trincheras abatidas. Rodeado de las palimpsestas voces de La Húngara, Ed Maverick, José Feliciano, Niño de Elche, Toquinho, Nicolás Reyes, Tonino Baliardo, Jorge Drexler, Omar Apollo, Carin León, Adriel Favela, Pepe Blanco, Kiko Veneno y Andrés Calamaro, Tangana se asegura la máxima audiencia.

Al principio, los elementos líricos básicos de Alfaro (lentes destellantes, cocaína a granel, desamor en la habitación de hotel, anhelos nocturnos) parecen estar en desacuerdo con los estándares gastados por el tiempo de sus nuevas musas. No obstante, el álbum encuentra puntos en común con sus fundamentos.

En la línea de contemporáneos como Natanael Cano, el músico traduce a la perfección su espíritu lírico en contextos célebres, reconfigurando los sonidos que encuentra por el mundo para adaptarlos a sus propios diseños.

“El Madrileño va de escribir cosas importantes con palabras corrientes”, dice tímidamente el vocalista, insinuando un enfoque lírico más fluido y simplista, un enfoque que se materializa a través de hilos de devoción, deseo y crecimiento.

Las florituras más convincentes son las heridas frescas de la angustia de Tangana, que se prestan a la balada de sus colaboradores, un complemento perfecto para la adulación de “Muriendo de envidia”, una bendición desgarradora, y el “que todo está bien, que no ha cambiado nada” de “Párteme la cara”.

En la línea de contemporáneos como Natanael Cano, el músico traduce a la perfección su espíritu lírico en contextos célebres, reconfigurando los sonidos que encuentra por el mundo para adaptarlos a sus propios diseños. Y cuando el rap de Tangana finalmente surge, estalla con un vigor volcánico: “Aún recuerdo al chaval hambriento / que no invitábais al baile / Antes cuando era inocente, antes / cuando yo no era nadie”, gruñe el vocalista por un acercamiento sorprendente a “Un veneno”, reflejando los amargos despidos con un bocado triunfal.

Meticulosamente elaborado y lleno de alma, El Madrileño representa la culminación del desarrollo artístico de C. Tangana hasta el momento, pintando un mundo de culturas ricas en su personalidad irresistiblemente conflictiva. Un diálogo fantástico entre marcos antiguos y nuevos. El álbum superpone sus narrativas a las historias del pasado, y al hacerlo forma una historia singular por sí misma. ®

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Publicado en: Mixtapes

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