Breve radiografía de un narcocancionero

…y un bonus track

Los narcocorridos son la representación de la realidad por la que en estos momentos atraviesa México. Innegable como inocultable. Una cultura subterránea que parece no podrá pararse a pesar de los intentos por prohibirlos en algunos estados.

Track 1: “Sanguinarios del M-1”

Con cuerno de chivo y bazuca en la nuca / volando cabezas a quien se atraviesa / somos sanguinarios, locos bien ondeados nos gusta matar. / Pa’dar levantones somos los mejores / siempre en caravana toda mi plebada / bien empecherados blindados y listos para ejecutar.

Con una llamada privada se activa / los altos niveles de los aceleres / de torturaciones, balas y explosiones para controlar. / La gente se asusta y nunca se pregunta / si ven los comandos cuando van pasando / todos enfierrados, bien encapuchados y bien camuflash.

Titanes de Durango

Sin mitos. Con motes. Los narcocorridos son la representación de la realidad por la que en estos momentos atraviesa México. Innegable como inocultable. Una cultura subterránea que parece no podrá pararse a pesar de los intentos por prohibirlos en algunos estados, como Sinaloa —donde ya se reformó la ley de expendio de alcohol— y Guerrero, con un exhorto que más bien parece una ocurrencia del diputado que lo llevó a la tribuna del Congreso local, el perredista Celestino Cesáreo Guzmán, y con la propuesta de los diputados panistas en la Cámara de Diputados para darle hasta cuatro años de cárcel a quienes canten o escriban estas canciones.

Apologéticos es la etiqueta que le ponen sus críticos. Apología de la violencia e incitación a cometer un delito. La acusación es propia de la criminalización de la lucha social. Con sus abismales diferencias, se escucha como una averiguación previa de los gobiernos del PRI de los setenta, ochenta y noventa —y los del PRD y del PAN de la primera década del 2000— cuando encerraron a simpatizantes de grupos guerrilleros, a los campesinos de Atenco, a los alumnos de las normales rurales o a los profesores de la CETEG.

Los narcocorridos son en México lo que el rap en Estados Unidos. Con las proporciones guardadas, se trata de expresiones de culturas que han tocado fondo o en decadencia. Expresiones de lo que pasa en la calle. En los barrios. En los suburbios. Expresiones políticamente incorrectas. Irreverentes. Blasfemias en medio de las buenas costumbres que no le gustan al status quo y a quienes, cómodos, están sentados sobre él. Es su mingitorio.Políticos que gastan sus abultadas dietas en los mejores tabledance o que tienen de a dos o tres mujeres e hijos con todas, pero que se espantan por letras como éstas:

Track 2: “El enamorado”

Destapa otra botella / quiero brindar por ellas / me traen enamorado / puras plebitas bellas / me gusta tener muchas / pa’no perder el tiempo / el mundo es para mí / se los digo contento. / La banda norteña los carros del año / las mejores plebes las traigo a mi lado / puro bucanitas del sellito rojo / me gusta cumplirme todos mis antojos.

La cantan Los Titanes de Durango y junto con la letra del track uno —los “Sanguinarios del M-1”—, “El enamorado” es parte del Movimiento alterado.

El Movimiento alterado es una corriente musical del género norteño cuyos grupos graban con sellos disqueros como Sony Music. Su repertorio lo componen corridos duros, reales, apologéticos, acaso, pero que son una aproximación —la única— cuasi exacta de la vida que tienen los narcotraficantes en México. De cómo operan, de cómo piensan. Su idiosincrasia en evidencia al ritmo del acordeón, la tuba y el tololoche. Son corridos transgresores que espantan y hacen santiguar al que más se presenta como librepensador del PRD. Como si fuera panista. Corridos que siempre han estado ahí. Quién no recuerda la setentera “Contrabando y traición” o la ochentera “Banda del carro rojo” o la noventera “Pacas de a kilo”, de los legendarios Tigres del Norte.

Cuántos no se habrán persignado con ellos en su momento. Hasta Carlos Salinas de Gortari. De seguro.

Track 3: “A la moda”

A la moda y buenos carros / y mis plebes bien armados / bien vestidos y de trajes / y por dentro empecherados / lentes Prada y sus rosarios / brillantes por todos lados. / Así se navega el jefe / a la moda trabajando / ya lo conoce la gente / y también a los muchachos / lanza granada y bazuca / de volada arremangamos.

Los narcocorridos son como las drogas, las consumen quienes quieren y quienes pueden. Los narcocorridos los oyen quienes tienen gusto por la música norteña. No más, no menos.

El Movimiento alterado generó cerca de 10 millones de dólares el año pasado en el país, entre conciertos, venta de discos online y en físico. ¿Quién en su sano juicio prohibirá una industria cuyos fondos no podrían ser captados por otra vía? ¿A cuántos empleará? O más bien: ¿cuántos quedarían sin empleo si en verdad fueran proscritos? ¿Si persiguieran a quienes los escriben, a quienes los cantan y a quienes los graban? ¿Se lo permitirá el presidente del empleo?

Los narcocorridos son como las drogas, las consumen quienes quieren y quienes pueden. Los narcocorridos los oyen quienes tienen gusto por la música norteña. No más, no menos.

Cómo pararlos. Tan sólo en el buscador de Google teclear la palabra narcocorridos genera 624 mil respuestas. Sitios y páginas web que de un modo o de otro hablan del tema. En la página de videos YouTube la misma palabra arroja 9 mil 470 resultados; es decir, 9,470 videos de narcocorridos. ¿Cómo pararlos? Si hasta el mismo popular sitio tiene un canal especial: http://www.youtube.com/user/narcocorridosmexx. Cómo si sólo el corrido “El enamorado” ha sido visto 6 millones 81 mil 616 veces. Y una canción como “Mentalidad enferma” se ha visto un millón 865 mil 614 veces. Ésta es:

Track 4: “Mentalidad enferma”

Me dicen maniaco enfermo / enfermo estoy de la mente / no me anden haciendo panchos / que los destrozo en caliente / mi cuerno me mira y tiembla / reacciona inmediatamente. / Yo me considero loco / de mentalidad violenta / enfermedad de mis venas / hacen mi mente dar vueltas / me activo voy a remango / y amanece gente muerta.

Dice el Komander, autor de letras como “Nomás por ser sinaloense” o el “Abogado del diablo”, en una entrevista concedida a Milenio Televisión: “Se nos sataniza. Los corridos siempre han existido, desde la época de la Revolución. Siempre se han mentado las armas, el vino, las carrilleras. Ahora nos atacan por el problema de la inseguridad en el país, pero a los músicos no nos corresponde cambiar lo que está pasando. Esto es música, como el hip hop. Si canto o no canto corridos, lo que pasa va a seguir pasando”.

Track 5: “Nomás por ser sinaloense”

Nomás por ser sinaloense / tengo que andarme cuidando / porque mi aspecto no es bueno / porque ando en carros del año / porque mis palabras pesan / dicen que soy malhablado. / Porque supe hacer billetes / a muchos he incomodado / porque me sigue la suerte / por donde quiera que yo ando / también me siguen las damas / soy un hombre afortunado.

Track 6: “El abogado del diablo”

Me apodan ejecutor / soy el que cobra las cuentas / soy el que levanta lacras / el que cabezas revienta. / Con un comando de muerte / aseguramos la empresa. / El abogado del diablo / verdugo de traicioneros / bajadores y madrinas que le sirven al gobierno / tomé un curso en la sierra y me gradué con un cuerno.

Y aunque los autores de narcocorridos quizás no sepan de semántica o semiótica, ni falta que les hace. Cada palabra que usan, cada término es tan preciso como las historias que relatan. Son la crónica cantada del México contemporáneo que el duopolio de los medios quiere ahora acallar con la campaña México Suena. Símbolos —cuerno de chivo, Hummer, plaza, levantón, Prada, sangre— desgranados en versos. Sacados del caló de la gente de a pie del Bajío y del Norte del país, sobre todo de Sinaloa, Durango y Tamaulipas. Venden millones de discos. Han logrado hacer famosos a narcos y sicarios y ser como una ampolla para el gobierno derechista de Felipe Calderón.

Track 7: “División MP”

Reglamentos, torturas y ataques / como tanques de guerra adelante / marcando más territorio / como un buen general de combate / la división Macho prieto / pa’todos asigna y reparte. / Toda la gente animando / varias plazas bautizando / no me tiento el alma si me la hacen / nos encanta ver ver brotar sangre / aquí llevo la bandera / con mi vida defiendo lo saben.

Track 8: “En preparación”

Mató a muy temprana edad / por eso vivió traumado / luego superó su trauma / le entró duro a los trancazos. / Ahora nadie lo detiene / dicen que la lleva ondeado / el señor se la navega / con su cuerno por un lado. / Si no sirves pa’matar, / sirves para que te maten / yo les salgo por delante / antes de que ellos me ataquen. / Con mi pechera y mi cuerno / soy bueno para el combate / encapuchado y de negro / y mis botas militares.

Los narcocorridos constituyen no un flagrante delito, no al menos hasta que no se legisle en la materia. Constituyen, sí, una flagrante mofa al sistema, a la guerra fallida de Calderón contra el narco. Es apología, en efecto, pero del triunfo de la que los narcotraficantes consideran una guerra ganada. Por eso duele. Por eso la prohibición. Pero eso, aquí y en la China comunista, se le llama censura.

Bonus track: “Simón Blanco”

Voy a cantar un corrido / sin agravio y sin disgusto / lo que sucedió en Tres Palos / municipio de Acapulco; / mataron a Simón Blanco, / más grande fue su resulto.

[…]

Y mataron a Simón Blanco / que era un gallito de traba / era un gallito muy fino / que el gobierno respetaba; / él con 30 en la mano / Simón Blanco se llamaba.

El corrido fue interpretado por muchos. Antonio Aguilar, Pepe Aguilar, Chavela Vargas. Nunca recibió un mote. Nunca un señalamiento de impropio. Vargas la ha cantado con su estilo hombruno en España y en Francia y casi en toda Latinoamérica. Ha sido ovacionada en Bellas Artes por un corrido que hace referencia a un forajido, a un matón de mediados del siglo pasado. Un cacique, con toda seguridad, como los que abundaron en la Costa Grande de Guerrero y en todo México en esos años. Un hombre cuya única ley era su pistola 30 en la mano. ®

[Créditos: “Sanguinarios del M-1”: Los Buknas de Culiacán. “El enamorado”: Los Titanes de Durango. “A la moda”: Colmillo Norteño. “Contrabando y traición”, “La banda del carro rojo” y “Pacas de a kilo”: Los Tigres del Norte. “Mentalidad enferma”: Los Buitres de Culiacán. “Nomás por ser sinaloense” y “El abogado del diablo”: El Komander. “En preparación”: Banda MS. “División MP”: Larry Hernández.]

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Publicado en: Apuntes y crónicas, Junio 2011

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  1. los corridos la forma de espresar el sentir, podriamos compararlo con la musica de mariachi en un sentdio por que es le arrigo del pais del ser humano que ve pero no puede espresarlo

  2. Luis Ángel

    SÍ, la lírica de Titanes guarda el mismo estilo «alterado», pero no es parte de esta corriente, es Hy-phy, y no lo digo yo, lo dicen los mismos productores musicales y cantantes. Y Sanguinarios del M1 no sólo la cantan los Bukanas, sino todo el Movimiento Alterado.

  3. Cantan los Titanes de Durango:

    Se aceleró la plebada / voy a echarme un pericazo / y un cervecita helada / ya saben que no me rajo / que no se agüite mi raza / que la cosa va pa’largo.

    Cerveza, vino y perico / que no falte aquí en la fiesta / y que nos traiga la banda / hasta que nos amanezca. / Puro pa’delante plebes / que suenen las metralletas.

    Andamos acelerados, / todos andamos al tiro / traigo la garganta seca / sirvan botellas de vino / que se traigan a las morras / que suenen Cuernos de Chivo.

    La canción se llama Se aceleró la plebada y es parte de un disco La Hummer Alterada, con lo más selecto del movimiento musical.

    Los Sanguinarios del M-1 sí es una rola de Los Buknas de Culiacán: http://www.youtube.com/watch?v=xZ6nbh03BBI

  4. BUEN artículo, pero hay imprecisiones: los Titanes de Durango no entran dentro del corrido alterado, y tampoco entran disqueras como Sony y las más «comerciales», el caló del corrido referenciado es propiamente del noreste y no norte (Sinaloa, cuna de los grupos más representativos de esta nueva corriente musical, está en el noreste de México) y, por último, Sanguinarios del M1 es interpretada por todos los integrantes del Movimiento Aterado. GRACIAS.

  5. Luis Estrada

    En efecto, creo que hay una diferencia entre lo que surgió entre los años 70 y 80 con lo que vemos ahora. Más aún, si lo comparamos con el corrido cantado alrededor de los años de la Revolución, el cambio es aún más evidente.
    En el ejemplo que Espino cita en este artículo, por demás interesante, es acertado para mi propósito. El Movimiento Alterado.
    Por un lado, toda obra de difusión masiva responde a un factor económico y a un factor ideológico. En los tiempos que corren, uno y otro van de la mano de una manera mucho menos soterrada que antaño (podríamos discutir ejemplos, pero avancemos). No creo que frente a lo que estemos aquí sea precisamente un simple reflejo de realidades tanto como un verdadero intento de difusión. Escuchando la canción que abre el ensayo «Sanguinarios del M1» es evidente que no se trata tanto de un reflejo de la realidad como un ensalzamiento al cartel de Sinaloa (desde el título, el M1 es Manuel Torres Félix, mencionado en el último verso, cuya estrofa es precedida por una que refiere al Chapo y al JT, hermano de Manuel Torres Félix). Una buena parte (aún no he escuchado los seis volúmenes de Movimiento Alterado) responde a esta lógica. Movimiento Alterado, por cierto, no es una corriente musical sino una serie de discos de Twins Enterprises con canciones interpretadas por grupos o solistas que tienen contratos con esta empresa.
    Apoyo, como el que más, la libertad de expresión. Pero cuando esta libertad de expresión se restringe a dejar que se canten narcoloas, me parece que nos queda demasiado por discutir (me viene a la cabeza, sobre todo, el comentario al respecto de la libertad de expresión que hizo la periodista Anabel Hernández el 3 de mayo con motivo del foro «Impunidad como limitante a la libertad de prensa y gobernabilidad democrática»).
    Sé que no es la intención de el ensayo de Espino hablar de manera amplia de la libertad de expresión tanto como poner algunas piezas sobre la mesa para motivar la discusión, o estos breves comentarios.
    Suscribo, finalmente, una aclaración. Dice «Los narcocorridos los oyen quienes tienen gusto por la música norteña. No más, no menos». Yo diría que sí hay un «menos». Como a muchos, me gusta la música norteña, pero no necesariamente los narcocorridos.
    Felicidades por el artículo.

  6. César Ramírez

    Por supuesto que la apología del delito es un delito, el ensalzar una conducta criminal, sea gansta-rap o norteño, es dañino para la sociedad, la música es aspiracional, repetición es aprendizaje los niños y jóvenes que crecen o crezcan escuchando este «Movimiento Alterado», van a aprender que ser asesino desalmado, es lo mejor, el que esta música desaparezca no resuelve el problema pero limita la expansión de la narcocultura.

  7. Carlos Esparza

    Su articulo es muy interesane y en algunas partes contundente, pero considero que erroneamente comparan corridos de antaño (un tal Komander) con las atrocidades que se dicen en los de ahora, cierto, son corridos ambos, pero por ejemplo en la Revolucion hubo miles de muertos como desgraciadamente los hay ahora, pero no hay uno que diga que le gusta destrozar cabezas o que mencione estoy enfermo de la mente. Otra cosa la revolucion fue un movimiento social contra la represión y lo que estan haciendo los narcos con sus ejecuciones es reprimir a la sociedad, al salir de tu casa, lo haces con miedo puesto que no sabes si vas a estar en medio de una balacera generada por los bastardos que tanto mencionan y honran en la basura musical que es un narcocorrido.
    Los narcocorridos que surgieron en los setentas y ochentas, incomodaron y asustaron a varios, pero en ninguno de ellos se hace mencion tan directa y aberrante como en los de ahora
    «Traian las llantas del carro repletas de Hierba mala eran Emilio Varela y Camelia la Texana» ni siquiera mencionaban marihuana pero el narcocorrido se salio de control, porque el narco se salio de control, y en muchos casos los grupos son apoyados por narcotraficante o a poco por puro gusto alguien le va a hacer un corrido al Mayo Zambada. Cierto no debe de haber censura para estas porquerias ni para ningúna otra cosa, pero volvemos a las incongruencias,No es posible que los grandes «heroes» de los narcocorridos nos tengan censurados como sociedad y todavia tengamos que escuchar sus corridos como si fuera maravilloso lo que hacen

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