Como parte del lanzamiento en México de su disco Bloodroot, la cantante y pianista Elisabeth Pixley-Fink se presentará en la Ciudad de México el jueves 24 de enero en el Club Atlántico y el sábado 26 en el Centro Asturiano. El autor aprovecha su visita para reseñar el brillante álbum debut de esta artista oriunda de Michigan.
Bloodroot (Earthwork Music, 2013), el disco debut de Elisabeth Pixley-Fink (Kalamazoo, 1985), ofrece música intensa, de inspiración melódica sutil y diáfana (enriquecida con una instrumentación dirigida por el piano que incluye cuerdas, banjo, mandolina y clarinete) cuidadosamente construida en torno a dos ejes temáticos: la tristeza de haber perdido a un amigo querido y fe en la vida simbolizada en propiedades curativas de la naturaleza.
Entre ambas fuerzas late un espíritu travieso y alegre, infantil y sonriente, de un naturalismo descarnado, que las enlaza sin rupturas y propone una fina narración conceptual, homogénea, cuyas búsquedas rechazan exabruptos o descargas viscerales y encaran la pérdida y buscan amor más allá de la muerte con una estremecedora pasión contenida, centrada en descubrir matices y revelar detalles.
“Red Clover”
Duelo, juego, angustia, anhelo, pena, recuerdos y nostalgia giran alrededor de esta delicada exploración lírica que a lo largo de doce canciones desarrolla colores y formas originales evocativos del folk antiguo, el pop moderno, la poesía bucólica de los bardos paganos y del más místico Walt Whitman.
El álbum comparte un mismo latido de esperanza y sus partes trabajan en equipo para construir una metáfora donde la vida de un hermoso joven muerto a los 23 años es comparada con la brillante, efímera y enigmática planta bloodroot, que pierde sus pétalos en una semana y por debajo de la tierra raíces llenas de “sangre” roja se conectan a través de varias plantas. ®
Rafaelzepedabros
Que increíble descripción de este disco, genial.
Felicidades