Olviden a los dinosaurios, aquí están los independientes. Alejados de cualquier cosa que se llame indie (como género) y de propuestas anquilosadas y aburridas como Fobias, Jaguares, Manás y Malditas Vecindades, en México hay propuestas frescas, novedosas y un tanto desconocidas.
He aquí seis de las bandas más relevantes (con sus debidas omisiones de rigor, como cualquier conteo) que cohabitan en el hábitat musical que se extiende desde el Bravo hasta el Suchiate.
Fuck Her, or the Terrorists Win
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Con un nombre tan pretencioso como llamativo, el proyecto de Roger “Bul” Cámara (de Album) y Roberto Polo (60 Tigres, Mr. Racoon), ambos afincados en Monterrey (cuna de muchas de las propuestas más interesantes de esta década y la pasada), es un dueto de melancopop electrónico en el que lo mismo se encuentran referencias a Cut Copy que a The Postal Service. Atmosférico, brillante, melancólico y nostálgico, el pop que Fuck Her, or the Terrorists Win ejecuta es un destacable esfuerzo de honestidad e innovación que merece más de una escuchada. Actualmente apoyados en las background vocals por Baby Vargas, la agrupación confirma su propuesta musical y letrística este año en su segunda placa, dejando bien en claro que son una banda que no le pide nada a ninguna de las pseudo propuestas ramplonas y aburridas (¡saludos, Camilas, Reiks y Moteles!) que pululan en nuestra payoleada radio y televisión nacional.
Fuck Her, or the Terrorists Wins cuenta con dos EPs: su debut homónimo (2008) y Fuck Brooklyn (2010). Ambos están disponibles para descarga gratuita en la página de su disquera, Delhotel Records.
The Mocks
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Originarios de Monterrey y conformados por la vocalista Ela González, a.k.a. Ely Mock, y su esposo, encargado de la orquestación, synths y programaciones, Mario del Ángel (más el guitarrista Gabriel González y el bajista Luis Montoya), The Mocks traen actitud. “Vitamins for the dancefloor!”, como apuntó sobre ellos la revista alemana Phlow, esta propuesta trae consigo un pop bastardo que bien podría ser el fruto de una noche de speed, pasión e histeria entre Cindy Lauper y los synths más alocados y vibrantes de The Knife. A años luz de distancia de productos mediocres que brillan en los medios masivos nacionales, como María Daniela y su Sonido Lasser (la única presencia mediática de relevancia que ha logrado la banda fue una presentación en Animal Nocturno), The Mocks recuperan un sentido divertido y a la vez sombrío del buen pop bailable y lo tuercen aún más. ¿El resultado? Pistas para dancefloor anabolizadas, electropop postadolescente con letras inteligentes y sensibilidad a lo cyberpunk. Prepare for torture!
The Mocks tienen un EP, M is Correct (2008), disponible para descarga gratuita en su MySpace, y actualmente se encuentran en estudio grabando su próxima entrega.
The Seamus
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En Guadalajara también hay banda dando lata. The Seamus, grupo relativamente joven (se formaron en 2005 y lanzaron su primer material en 2007), aboga por un pop con serias dosis de rock psicodélico y experimentaciones a lo progresivo. Tavo Zárate, Paco Aguayo, Juan Aldama y Chux Rod, hijos involuntarios de la sombra del britpop, aquel género noventero que englobó lo mismo a Oasis que a The Verve, recuperan su influencia y la mezclan con sanas dosis de guitarras electrificadas y arreglos que rayan en lo orquestal. Canciones perfectamente estructuradas que se alejan lo suficiente de lo tradicional pero sin espantar a oídos ortodoxos, quienes los conozcan se encontrarán en territorio de sobra conocido pero no por ello menos reconfortante. Atmósferas, coros pegajosos y ejecuciones instrumentales impecables: acérquense a The Seamus y prueben los colores. Nadie se arrepentirá.
The Seamus se encuentran actualmente en estudio, grabando su segundo plato. Su primer disco, Taste the Colours (2007), se distribuye oficialmente por medio de su página y su MySpace.
Hello Seahorse!
Formados en el Distrito Federal a finales de 2005, Hello Seahorse! es una de las bandas independientes mexicanas más conocidas del circuito musical. Encabezados por la carismática Denisse, su vocalista, y con Burgos (synths), Julio (guitarra) y Bonno (batería) como contraparte creativa, la banda cuenta con una abultada discografía en su corta existencia. Pop electrónico adolescente con diversos estados de ánimo, simpático, canciones para niños que gustan a los adultos. Habiendo compartido escenario ya con gente de la talla de The Whitest Boy Alive, The Helio Sequence o Jarvis Cocker, son tipos experimentados y con conocimiento de la escena. El pop como válvula de escape de las inquietudes y detonante de la imaginación.
Hello Seahorse! cuenta con dos discos: … and the Jellyfish Parade (2006) y Bestia (2009), y un EP, Hoy a las Ocho (2007). Los tres materiales pueden ordenarse directamente en la web de la banda y su MySpace. Actualmente se encuentran grabando su cuarto trabajo.
Mercey Hot Springs
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Banda afortunada desde su comienzo, Mercey Hot Springs contó de entrada con la producción de Bul (el mismo de Fuck Her, or the Terrorists Win) y la colaboración en uno de los tracks de Ely Mock, además de una especie de greatest hits de algunas de las mejores bandas mexicanas de la escena contemporánea: Porno de Zozaya, Elías Marcos de En Ventura, Pipe Llorens, Chivo Elizondo de 60 Tigres y Leo de White Ninja. Así, The Earth at Night, su primer disco (2009), es una bizarra pero sorprendente colección de temas que lo mismo bordan el shoegaze que el electro más duro y el drum n’bass. Un pop distorsionado que lo mismo acelera que hunde en estados emocionales crepusculares, y que deja constancia de la fertilidad creativa de todos los implicados; uno de los proyectos más relevantes que hayan salido de un periodista (Beam, en este caso, quien comanda el proyecto y es uno de los críticos más respetados de la escena independiente nacional). Una oída no está de más al trabajo de esta agrupación.
The Earth at Night está disponible para descarga gratuita en su MySpace.
The Plastics Revolution
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Defeños, propositivos y enérgicos, The Plastics Revolution suenan a muchas cosas y a la vez a ellos mismos. Los más jóvenes de la lista son también los menos frescos, con un sonido que podría ubicarse entre el rock acelerado a la Delays o The Futureheads y el pop fantástico de los Mystery Jets. Pero esta falta de total originalidad no los ubica ni de lejos como una banda desechable: The Plastics Revolution cuentan con un espíritu amable y reconfortante que nos permite sabernos en casa, un pop familiar. Con una carrera incipiente y prometedora, estas revoluciones plásticas pueden llegar muy lejos con su propuesta multicolor y simpática. Que nadie decrete su fenecimiento.
The Plastics Revolution tienen en su haber un EP y un disco homónimo (2008-2009). Constantemente regalan temas y remixes en su MySpace.
A destacar resulta el uso de las tan cacareadas “nuevas tecnologías”. A diferencia de otros músicos y grupos dados a conocer durante las dos o tres décadas pasadas, las nuevas agrupaciones han hecho de internet campo fértil para dar a conocer sus proyectos. Twitter, Facebook, MySpace, Blogger y Last.fm se han convertido en herramientas casi tan importantes como las guitarras, los bajos y las baterías. Miles de actividades se han realizado con el apoyo invaluable de la red y sus recursos, y de las bandas citadas todas ellas han regalado su música de alguna u otra manera —y no sólo tracks sueltos: ejemplos como el de Fuck Her, or the Terrorists Wins, Hello Seahorse! o The Mocks, muestran a bandas que han obsequiado sus trabajos completos, mientras que The Seamus y The Plastics Revolution regalan canciones individualmente y las ponen a disposición del escucha en MySpace—, además de vender sus discos en directo a un costo muchísimo menor del que ofrecería una disquera.
Por otra parte, la interacción entre músicos y escuchas es cada vez más frecuente. Por medio de las social networks las bandas entran en contacto con su público, ahora sí, sin intermediarios, y pequeños conciertos, entrevistas y colaboraciones especiales se logran de manera cada vez más sencilla y sin el obligatorio proceso burocrático que conlleva tratar con una disquera.
Esto nos habla de una fecha de caducidad inevitable para las disqueras: eventualmente, esas enormes organizaciones morirán de inanición, ahogadas por la poca o nula preocupación por el principal cliente: el escucha. Así, con el advenimiento de estas bandas independientes, que abogan por la creatividad y la devolución de la música a quienes en realidad les pertenece, probablemente contemplemos la instauración de un status quo musical un poco más democrático, un poco más de la gente y menos de los ejecutivos que de música nada saben. Que eso sería algo así como un sueño hecho realidad. ®
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