Este viernes 7 de junio arrancó el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, con más de 200 películas clásicas y recientes, además de invitados como Alex de la Iglesia, Diego Luna y C. Tangana.
Con la intención de sorprender de nuevo a los amantes del cine global el viernes 7 de junio arrancó, en la Perla Tapatía, la edición número 39 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), el cual continuará hasta el próximo día 15, ofreciendo poco más de 200 películas que son parte de diferentes secciones de programa, exhibidas en diversas sedes.
Este año los organizadores, el Patronato FICG, perteneciente a la Universidad de Guadalajara, han invertido alrededor de 41 millones de pesos, esperando superar los más de 26 mil espectadores que afirman haber alcanzado en la edición 2023.
A propósito de los contenidos, metas y novedades, Replicante charló con Pavel Cortés, uno de los coordinadores de programación en el encuentro que reúne a cineastas, talento artístico y técnico, así como público, distribuidores y exhibidores.
—Edición 39, a un paso de la madurez, ¿con qué méritos sigue avanzando el FICG y qué nuevos retos se han planteado?
—Sus principales logros son la continuidad, su diversidad y abrir el diálogo siempre. Desde que comenzó, en formato de muestra, no ha dejado de realizarse y año con año sigue reinventándose. En los últimos veinte años surgieron muchos y lamentablemente no todos continúan. Este encuentro ha lidiado incluso con una pandemia que ahora es anécdota. Este año se exhibirán más de 200 películas y esperamos superar los 26 mil espectadores que alcanzamos el año pasado.
el principal valor del festival es poner la mesa y abrir conversaciones al exhibir cintas de diferentes nacionalidades, géneros y narrativas; se logra mucho. A través de las películas presentadas, se promueve la paz, la libertad, la justicia, la inclusión y la esperanza.
—Como en todo encuentro cultural, existen críticas; algunos cineastas que dicen no ser tomados en cuenta, funciones que se cancelan de último minuto, y más, pero, ¿qué considera que no se le puede discutir al FICG?]
—Es natural y sano que existan discrepancias, lo cierto es que detrás de cada categoría de exhibición hay un arduo trabajo de selección de trabajos, realizado por comités integrado por gente capacitada. Considero que el principal valor del festival es poner la mesa y abrir conversaciones al exhibir cintas de diferentes nacionalidades, géneros y narrativas; se logra mucho. A través de las películas presentadas, se promueve la paz, la libertad, la justicia, la inclusión y la esperanza.
—¿Cuáles son las novedades de esta edición?
—El invitado de honor es la Comunidad de Madrid, un grupo de realizadores muy importante para el cine de habla hispana. El cineasta homenajeado es Álex de la Iglesia, quien conoce muy bien el FICG y lo ha visitado en diferentes momentos, recibirá el Mayahuel Homenaje Internacional. Es un artista creativo, transgresor, que sigue evolucionando y su trascendencia es innegable con trabajos como El día de la bestia, Acción mutante, Crimen ferpecto, La comunidad y otras más.
—Otro de los homenajeados será el actor Diego Luna, ¿por qué fue elegido?
—Por su trayectoria, que comprende más de veinticinco años, y su destacada presencia en el cine internacional. Tiene méritos muy particulares. Además, es un talento que ha avanzado, casi a la par con el festival. A través de los años nos ha visitado con películas como actor, pero también como productor, director y promotor. Ha hecho cintas en México, España, Estados Unidos y otros países; es integrante de una saga importante en la cultura pop: Star Wars. Recibirá el Mayahuel de Plata.
—¿En qué consiste el apartado “Imágenes restauradas”?
—Es una gran opción para todo el público, especialmente para los que aman la historia del cine mexicano, pues son funciones, de ingreso completamente gratuito, de importantes trabajos restaurados, remasterizados, como Nazarín (Luis Buñuel, 1959), Amok (Antonio Momplet, 1944, con María Félix) y En tiempos de Don Porfirio (Juan Bustillo Oro, 1940). Se lleva a cabo con el apoyo de Fundación Televisa.
—Otra de sus responsabilidades es dirigir el Premio Maguey, que es parte de una sección que ofrece historias protagonizadas por personajes de la comunidad LGBTQ+, ¿hacia dónde va éste?
—Desde que comenzó a incluirse en el FICG, hace más de diez años, es uno de los apartados más buscados. En su momento logró darle espacio a películas que difícilmente verían la luz en corridas comerciales, eran años en los que aún no se advertía suficiente visibilidad de personajes gay en películas y series, como ocurre ahora. Si bien la comunidad LGBTQ+ ha avanzado en su dignificación, aún hay mucho por hacer. Lamentablemente siguen los crímenes de odio, discriminación y más. El FICG pone el espacio y, a través de películas, abre puertas a la empatía. Quiero destacar que los responsables de este apartado, de manera especial, nos aseguramos de incluir trabajos con un mensaje de esperanza.
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