La migración nicaragüense, colombiana y dominicana en Costa Rica se ve sobre todo en esas zonas precarias. La mayoría de los migrantes son nicas y la discriminación y la xenofobia están presentes en todo el país. El orgullo tico es quizá la consecuencia de que en la historia la convivencia de etnias fue escasa.
—¡Oye, güila, pásate para acá!
Fue el primer comentario que me sorprendió en Costa Rica. Se lo escuché a una madre decir a su hija en el autobús. Y es que después de eso, que los amigos me dijeran güila pendeja ya no era raro ni ofensivo.
En los precarios, o zonas marginales, es muy común escuchar la palabra güila para referirse a una muchacha y pendejo o pendeja se le atribuye a alguien quejumbroso, llorón o miedoso.
Las mujeres de Costa Rica, así como las mexicanas, también padecen el machismo.
Heredia es una ciudad de la zona centro del país, sus mujeres son el orgullo que destacan los ticos, casi tan cercano a Guadalajara y sus mujeres tapatías. Los ticos heredianos en el futbol son apasionados como los hinchas de las Chivas. Fuera del estadio de Heredia un policía recomienda:
—Puede conseguir entradas con los vendedores externos que están ahí, en todos lados —sugiere. Nunca en las taquillas.
Y no es sólo la ambición de los revendedores por doblar o triplicar ganancias de la mano de una cínica invitación del aparato de corrupción policiaca como sucede en México. En este caso es distinto.
—Entonces, ¿Heredia juega el domingo?
—Bueno, sólo si pagan la luz —se queja, impotente, la cocinera del bar Casa Azul en Heredia.
Los jugadores heredianos llevan dos meses sin recibir su salario, el resultado de la venta de los boletos es para sustentar un poco los ingresos ausentes. El club se encuentra en estado crítico. Según La Nación, periódico local, el mismo día que los heredianos supieron que eran el mejor club de Centroamérica en seguimiento al ranking que realiza la Federación Internacional de Historia y Estadística del Futbol, esa misma tarde les cerraron el estadio Eladio Rosabal por deudas con la Caja de Seguro Social, atraso del pago de la póliza de riesgos de trabajo y con la Empresa de Servicios Públicos de Heredia.
—Vaya a pedirle a San Pedro o a su abuela que lo acojan. Aquí no queremos más indigentes —le grita un policía de la Fuerza Pública de mirada fascista, golpeando un local de metal, a doña Virginia Araya y a su hijo Álvaro Fuentes, que descansan cubriéndose con cartones.
Los heredianos aficionados que se presentaron al partido contra el Saprisa el pasado 13 de octubre bramaban insultos contra el dueño del equipo, y hacia Vergara también. ¿Vergara? ¡Sí, el mismo de las Chivas! Y es que hasta hace un año Jorge Carlos Vergara Madrigal fue el dueño del equipo Saprisa y es evidente la rivalidad futbolera, el recelo y el resentimiento contra el futbol mexicano por parte de los pamboleros “costarrisibles”, diría Carlos Cortés en sus novelas, o “costarrisueños” que acuña en alegoría Pablo Pérez-Cano, periodista mexicano.
El futbol va a todos lados. León XIII es una colonia marginal que se caracteriza por la violencia y l delincuencia, donde también los jóvenes son pamboleros y juegan a la mejenga o futbol callejero, mientras otros fabrican sus armas caseras o chizas. Son comunes el corte de cabello mohicano, los tatuajes y los piercings.
En común con México, también está presente el tema de la migración. La migración nicaragüense, colombiana y dominicana en Costa Rica se ve sobre todo en esas zonas precarias. La mayoría de los migrantes son nicas y la discriminación y la xenofobia están presentes en todo el país. El orgullo tico es quizá la consecuencia de que en la historia la convivencia de etnias fue escasa. La población indígena es casi nula, sólo el uno por ciento, al igual que chinos y otras nacionalidades, luego el tres por ciento de población negra y hasta 94 por ciento de blancos y mestizos.
—Vaya a pedirle a San Pedro o a su abuela que lo acojan. Aquí no queremos más indigentes —le grita un policía de la Fuerza Pública de mirada fascista, golpeando un local de metal, a doña Virginia Araya y a su hijo Álvaro Fuentes, que descansan cubriéndose con cartones.
Llegaron de Alajuela para ir al hospital a que atendieran a Virginia de un padecimiento en las piernas, flebitis, que la mantiene en silla de ruedas a sus 65 años. Sus manos tiemblan y en su piel fría se siente el nerviosismo que expresa su voz cortada. Trata de explicar que querían descansar cuando la golpearon en la cabeza. Un guardia del banco en la calle central les dijo que no podían quedarse ahí luego de golpear el cartón con el tolete. Por eso se movieron de banqueta con su hogar improvisado.
Costa Nica es un país muy variado. Aspira a ser una ciudad europea pero está bien impregnada de las culturas que han importado los migrantes latinos. En algunos locales, por ejemplo, hay tiendas colombianas con letreros como “Jeans levanta pompas”, con tallas y modelos muy amplios.
El arrastre de las erres es tan peculiar de un tico del Valle Central que los hace sentirse orgullosos. Se dice que se debe a una deficiencia de la educación primaria por no enseñar el “rápido corren los carros del ferrocarril” que sí enseñan en España y México, aunque el constante paso de migrantes también pudo colaborar en este deslizamiento sensual de la erre al hablar así como al enriquecimiento de la gastronomía, la cultura y el trabajo que han desempeñado los migrantes y que mantienen a Costa Rica como un país erguido en medio del continente americano.®
Daniel Flaco
Me parece un formidable trabajo, tanto descriptivo como periodístico. Felicidades, Surya
VIC
ME GUSTÓ MUCHO LA CRÓNICA DESCRIPTIVA DEL PAÍS. CONOZCO COSTA RICA Y LA CRÓNICA DE SURYA ME PARECE, NO BUENA, EXCELENTE.
SIGAN ASÍ, ADELANTE. ESTÁN HACIENDO UN «NUEVO» PERIODISMO.
CON RECONOCIMIENTO: VIC.