Los cuatro poetas que se presentan pertenecen a generaciones distintas. Son distintos, pero no distantes. Los une el interés por la naturaleza, el diálogo entre culturas y la reflexión sobre el oficio poético. Son apenas una muestra de la diversidad de vertientes que ramifican la poesía neozelandesa contemporánea.
La tradición poética de Nueva Zelanda empieza a mediados del siglo XIX, cuando los conquistadores ingleses llegaron a la tierra de los maoríes, aborígenes de las dos islas que conforman el país, la norte y la sur. La influencia de la poesía inglesa, en un principio, y de la norteamericana, más recientemente, sobre todo desde T.S. Eliot y Ezra Pound, es notoria. Pero estos movimientos parecen haber llegado con un poco de retraso, así que cuando el movimiento romántico inglés declinaba, con poetas como Coleridge o Wordsworth, los poetas neozelandeses los continuaban leyendo con fervor. Es quizá la presencia del paisaje insular (paradisiaco, exuberante) lo que prevaleció de entre todas las influencias líricas venidas del exterior, además de la cada vez más fuerte presencia de los poetas maoríes, como en el caso de Glenn Colquhoun o, antes, del mayor poeta maorí hasta hoy: Hone Tuwhare.
En la actualidad el cruce de tradiciones hace imposible todo registro de influencia visible. Hoy se lee profusamente, incluso, la poesía latinoamericana (César Vallejo, principalmente) y se publican poetas nuevos en lengua hispánica, como lo hace el poeta y editor Roger Hickin a través de su editorial Cold Hub Press.
En la actualidad el cruce de tradiciones hace imposible todo registro de influencia visible. Hoy se lee profusamente, incluso, la poesía latinoamericana (César Vallejo, principalmente) y se publican poetas nuevos en lengua hispánica, como lo hace el poeta y editor Roger Hickin a través de su editorial Cold Hub Press. Los cuatro poetas que se presentan pertenecen a generaciones distintas. Son distintos, pero no distantes. Los une el interés por la naturaleza, el diálogo entre culturas y la reflexión sobre el oficio poético. Son apenas una muestra de la diversidad de vertientes que ramifican la poesía neozelandesa contemporánea. Las versiones son mías.
Según Machado
—Roger Hickin
Según Machado
en los crudos días de invierno
don Julián Sanz del Río
usaba su gabán al revés
creyendo que de esa manera
se mantenía más abrigado
cualquiera pensaría que un Dios omnisciente
mostraría algún interés por un pobre
filósofo krausista español panenteísta
del siglo diecinueve
evitándole así verlo sometido a tal indignidad
pero supongo
que el panenteísmo krausista no lo abarca todo
y, por tanto, nada tiene escrito sobre las payasadas
de los profesores excéntricos.
Roger Hickin (1951) es poeta y artista visual. Su obra plástica ha sido expuesta en las mejores galerías de Nueva Zelanda y sus poemas han sido publicados en The Listener y otras revistas nacionales e internacionales. Entre sus libros se encuentran: Up That Country Road (2005), Waiting for the Transport y The Situation and Other Poems (2009). Es director de Cold Hub Press.
Teología de los escarabajos
—David Howard
Dios les tiene un excesivo cariño
a los escarabajos: ellos lo pueblan
todo. Aunque son pruebas visibles
de la creación, ¡no pueden
comprender, por sí mismos, el cielo
extranjero! No son diestros
en el análisis espectroscópico
de las estrellas:
hidrógeno helio magnesio sodio
y el hierro de la espada
o el cinturón de castidad, de los clavos
de la cruz. Nuestras pisadas
los mueven pero no
nombran su milagro.
David Howard (1959) es poeta y editor fundador de Takahe, una pequeña revista literaria que fue la primera en publicar a muchos poetas neozelandeses hoy de renombre nacional. Algunos de sus libros de poesía son: In the First Place (1991), Holding Company (1995), Shebang: Collected Poems 1980 – 2000 (2000), How to Occupy Our Selves (2003), The Word Went Round (2006) y The In-complete Poems (2011). En febrero de 2009 David Howard se hizo acreedor de la beca otorgada por el Programa Internacional de Escritores de Nueva Zelanda para asistir al Festival Internacional de Poesía en Granada (Nicaragua). Actualmente goza de la Robert Burns Fellowship 2013 de la Universidad de Otago.
Instrucciones para leer un poema
—Glenn Colquhoun
1. Para empezar levanta el poema cuidadosamente de su papel.
2. Sopesa el poema en la palma de tu mano.
3. No temas al poema.
4. Toca con tus dedos los bordes del poema:
a. ¿Es áspero o suave?
b. ¿Es pesado o ligero?
5. Arroja el poema al aire. ¿Flota?
6. Pon el poema en tu boca. O bien:
a. Pon una pequeña cantidad sobre tu lengua como si fuera una pasta de dientes.
b. Introduce el poema entero en tu boca como una rebanada de pastel.
7. Retira la primera y la última palabra del poema. Agítalo fuertemente. Cada palabra debe salirse de su verso.
8. Coloca las palabras en tu boca y saboréalas. Chúpalas. Mastícalas. Haz gárgaras. Oculta las palabras en tus mejillas. Escúpeselas a la gente.
9. Cuando hayas terminado regrésalas a su lugar.
10. Susúrrale al poema.
11. Grítale al poema.
12. Recita el poema en plena luz del día / bajo la luz de la luna / con la luz encendida / con las luces apagadas / en el cuarto de baño / en el jardín / debajo de un árbol.
13. Recita el poema en los días soleados / los días de lluvia / en días tranquilos / en días ventosos / con el estómago vacío / con la boca llena.
14. Pon el poema en bloques y acuéstate debajo. Ponlo a la hora. Envuelve cada palabra en aceite. Lima los números del motor. Repinta el poema.
15. Desayuna sobre el poema. Mánchalo de café.
16. Párate sobre el poema.
17. Riega el poema.
18. Mezcla el poema con la ropa sucia.
19. Lleva el poema en el bolsillo durante una semana.
20. Ahora ya el poema te pertenece.
Glenn Colquhoun (1964) es médico, poeta y autor de libros para niños. Su primer libro de poesía, The Art of Walking Upright (1999), fue considerado el Mejor Libro de Poesía en el Premio Montana de Nueva Zelanda en 2000. En 2003 su libro Playing God (2002) ganó el Montana New Zealand Book Award for Poetry and Readers’ Choice y en 2006 el New Zealand Booksellers Platinum Award por haber vendido cinco mil ejemplares. En 2004 se hizo merecedor del Glenn Schaeffer Prize in Modern Letters de Nueva Zelanda.
Ungaretti
—Michael Steven
1
En la fotografía del famoso poeta de la Guerra
la cazoleta de la boquilla de su pipa arde.
Acaba de inhalar la entrada
a los infinitos ensueños de la vida.
2
Observa detenidamente. Estudia las palabras de su rostro.
Sigue las líneas de este drama de sombras.
Sigue el dolor de sus arrugas.
En su sonrisa se atisba la fuerza del sol.
3
Sus ojos comparten el silencio como dos extraños en un puente.
Su piel es el color del desierto abrasador.
La boina que usa fue comprada como una medalla.
Mira detenidamente su rostro. Encuentra la vida en sus poemas.
Michael Steven (1977) ha publicado en revistas locales e internacionales. Es autor de Centerville Spring, (2009), Bartering Lines (2009) y Daybook Fragments (2010).Actualmente vive en una pequeña casa en la bahía de Dunedin y se emplea por temporadas como electricista industrial. ®
celeste
hola soy celeste como puedo hacer una poesía de nueva Zelanda