La barrera intelectual podría no ser el mayor obstáculo en el combate del sida, pues queda aún la económica. No poder pagar la cura es lo mismo que no tener una cura en lo absoluto. Otra mala noticia: el presupuesto de la ONU para combatir el mal se ha reducido a menos de la mitad.
Este es el sombrío panorama anunciado por los asistentes a la XVIII Conferencia Internacional del Sida al encarar a este mal desde otro frente no menos temible: el económico. Y es que tanto la ONU como diversas naciones de recursos deprimidos expresaron sus dificultades para adoptar los esperanzadores nuevos desarrollos combatiendo al VIH de forma democrática, si es que la solución del sida no quedará entre naciones o individuos privilegiados.
Hace cuatro años que los Estados miembros de las Naciones Unidas firmaron un convenio de acceso universal a la prevención y el tratamiento del VIH, el cual debería estar en práctica para finales de este 2010. “Está claro que la comunidad global no ha cumplido ese compromiso”, se publicó en la revista Science, “En 2009, el Fondo de Naciones Unidas para el Sida calculó que necesitaría en 2010 unos 25 mil millones de dólares para la respuesta al sida en países de ingresos bajos y medios, y lo que está disponible ahora son unos 11,300 millones de dólares”.
De acuerdo con Paulo Lyra, portavoz de la Organización Panamericana de la Salud, tan sólo en América Latina y el Caribe hay unos dos millones de personas portadoras del VIH, y su tratamiento y manejo consume hasta 30 por ciento de los presupuestos sanitarios de algunos de los países. Lyra dice que varios gobiernos del continente dependen de los recursos cedidos por ese Fondo Global para enfrentar al mal.
Éste es el escenario financiero que recibe como contraste a los espectaculares desarrollos técnicos conseguidos en la comprensión del mal, presentados en la XVIII Conferencia Internacional del Sida que se llevó a cabo entre 18 y el 23 de julio en Viena. Investigadores de Estados Unidos, por ejemplo, han localizado anticuerpos naturales que pueden contrarrestar a más de 90 por ciento de las principales variedades del VIH, como se pudo leer en el vol. 329 de la revista Science.
La compañía biotecnológica binacional finlandesa y estonia Fit Biotech, en colaboración con otras instituciones, presentó lo que podría ser la primera vacuna contra el sida que utiliza fragmentos inocuos del virus para generar defensas. Se ha llamado a esta prometedora vacuna FIT-06. El estudio se realizó con sesenta voluntarios de una clínica en Sudáfrica. Se encontró que la FIT-06 consiguió aniquilar el virus elevando las defensas en los organismos de pacientes aún no tratados con antirretrovirales. También se pudo observar que los enfermos con mejores resultados fueron aquellos a quienes se les había aplicado la vacuna por vía intramuscular, y no intradermal.
“Ésta es la primera vez que se demuestra que la inmunoterapia puede interferir en la réplica del VIH cuando los pacientes todavía no han comenzado tratamientos antirretrovirales”, informó Giuseppe Pantaleo, de la Universidad de Lausana, quien participa en la investigación.
Lanzada recientemente, la iniciativa 2.0 de la ONU espera evitar diez millones de muertes y un millón de nuevas infecciones para el 2025 combinando un cóctel de prácticas de prevención y nuevos métodos para la detección del VIH.
Hoy, en todo el mundo hay más de 33 millones de personas que viven con el VIH y cada año hay por lo menos 2.7 millones de nuevas infecciones. Con los fondos de las Naciones Unidas a menos de la mitad del presupuesto formulado para el combate del mal tendrán que encontrarse nuevas maneras de financiamiento en la víspera de que nuevos descubrimientos tan espectaculares como los reseñados arriba sean costeados, especialmente en países donde la asistencia médica convencional ya representa un reto en sí misma.
Según el INEGI, en México casi 40% de la población no recurre al médico en caso de enfermedad; aunque no queda del todo claro si la causa de esto es cultural o económica, nuestro país no puede quedar fuera de la discusión. ®