En México están sucediendo cosas en el ámbito de la experimentación sonora; no es nada nuevo, pero quizá sí más evidente, debido a la diversidad de campos y estéticas en las que estas propuestas se desarrollan: de las improvisaciones en bares y cafés culturales, tocadas en foros más especializados, festivales internacionales, exposiciones en donde el sonido se convierte en un material “plástico”, hasta acciones en las calles, conciertos en salas formales y un largo etcétera.
Visiones sonoras
En los primeros días de noviembre se llevó a cabo la sexta edición del festival internacional Visiones Sonoras, un encuentro dedicado a la música electroacústica principalmente. Ésta ha sido una de las versiones con mayor apertura a propuestas de experimentación sonora; por primera vez se realizó un concierto nocturno en un bar, participando jóvenes que incursionan en géneros cada vez más inciertos como el IDM, ruidismo, improvisación libre o techno; la curaduría corrió a cargo de Julio d’Escriván, compositor y maestro venezolano que radica en Cambridge, quien ha abogado por la apertura del gremio electroacústico a otras músicas que desde hace tiempo han asumido gran riesgo en la exploración del sonido, que se han reapropiado de las teorías e investigaciones que hasta hace tres décadas sólo pertenecían a la academia.
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Gary Barnett © Pablo Perrusquía
Visiones Sonoras es un festival particular en México, en primera instancia al realizarse en la ciudad de Morelia únicamente desde 2008 (se inició en la capital del país en 2005 y se extendió a Morelia con la creación del Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras, dirigido por el compositor Rodrigo Sigal); también por las actividades académicas que incluyen más de una decena de ponencias con participantes de varias latitudes, así como el compromiso de convivir y compartir puntos de vista, contactos, tecnología y otros menesteres entre los asistentes.
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Alejandro Castaños © Pablo Perrusquía
Uno de los tópicos que más resaltan en esta pasada emisión es la preocupación del gremio electroacústico por la imagen, para ser más precisos, por el uso de video en los conciertos. Aunque la mayoría de las obras electroacústicas con video presentadas —que podrían ser catalogadas de punta en términos auditivos— utilizan estéticas y lenguajes ortodoxos y muchas veces ingenuos dentro del campo visual (de ahí el ya clásico comentario de si se usó el visualizador del programa iTunes o un slide show de iPhoto). Independiente de esto, pudimos escuchar y ver piezas interesantes como “Match”, de Alejandro Castaños, en la que un percusionista en vivo lleva a cabo una divertida disputa con otro percusionista grabado en video, remitiendo a una constante sincronía y disociación.
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Pierre Bastien © Pablo Perrusquía
Del vasto material presentado con gran calidad cabe mencionar piezas de Juan Sebastián Lach; del invitado de gran trayectoria para esta emisión Ake Parmerud (quien posteriormente visitó Tonalá, Jalisco, bajo la invitación del Ciclo Sociacusia, y la Ciudad de México a través de Instrumenta y MUAC); de Arturo Fuentes; Vinko Globokar, con la interpretación teatral y percusiva de Aldo Aranda; Francisco Colasanto y el intérprete de su obra, el pianista Gary Barnett; el saxofonista Pedro Bittencourt, quien interpretó obras de Daniel Quaranta y el ya citado Fuentes; Iracema de Andrade interpretando varias piezas en el chelo, y otros creadores y ejecutantes que es difícil enlistar en este texto por la extensión. Mención aparte merece Pierre Bastien, quien compartió su orquesta de instrumentos autómatas proyectados en video, realizando una ejecución de poco más de veinte minutos que fueron el broche de oro para un festival impecable en términos de organización, logística y sobre todo comunicación entre artistas y público.
Paisaje sonoro
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© Manrico Montero
Revolución-es
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Vaivén, © Rogelio Sosa
Me gustaría resaltar, también, que la obra de Sosa logra algo que muy pocas piezas provenientes del campo sonoro: eliminar la dependencia visual; no importa que haya luz, o que no se haya preparado una iluminación especial; tampoco que no haya sillones, emulaciones de jardines auditivos o paredes acústicas; la redondez de la obra también se basa —además de la cuestión técnica y del dominio sonoro de Sosa— en presentar una propuesta de carácter político y social con la ya característica tirria del creador, algo siempre refrescante para un campo que se ha caracterizado por propuestas temáticas que sólo competen a iniciados y nerds del sonido, y que poco o nada conectan con el público en general.
Bitácora de un viajero
Finalmente, describiré únicamente —por obvias razones— un proyecto en el que estuve involucrado y que se realizó el 26 de noviembre en el Hostal Regina, situado en el Callejón Regina y la calle 5 de Febrero. Esta acción o gesto se tituló “íntimo (bitácora auditiva de un viajero)” y fue curado y producido por Lugar_Cero, un proyecto de actividades artísticas que promueven una particular visión del riesgo en el centro del Distrito Federal, en este caso el riesgo de mostrar públicamente la intimidad de quien parte de su domicilio a la capital del país siendo atraído por la majestuosa fuerza del centro histórico. Durante tres días estuve grabando infinidad de experiencias: trayecto en autobús y en el metro, discusiones por la pérdida de mi maleta por parte de la línea de autobuses, actividades dentro del hostal, conversaciones interceptadas, paseos por el centro incluyendo capturas auditivas de respiraderos, bombas de agua, negocios, cines pornográficos, centros nocturnos y otros sitios. La acción o gesto final consistió en colocar cuatro bocinas en distintos balcones del hostal (dos hacia Regina y otro hacia 5 de Febrero), realicé una mezcla en tiempo real de esta bitácora junto con acciones provocadas ex profeso (con el apoyo de Mauricio Sotelo) dentro del hostal, como hacer uso de la cocina, del sanitario y otras actividades naturales de quien reside por unos días en un inmueble. Las reacciones de la gente fueron interesantes, sobre todo en la calle 5 de Febrero, ya que tomaban por sorpresa sonidos de orines, máquinas para rasurar o charlas amplificadas, a la mayoría de transeúntes.
Vira, Bandido
Antes de cerrar esta columna en 2010 quiero recomendar un par de proyectos de música electrónica que ofrecen material de manera gratuita en Internet: por una parte, el netlabel Vira, dirigido por Cristián Cárdenas, quien hace años creara Filtro, importante disquera virtual; en Vira se han publicado algunos sencillos y versiones en vivo, así como remixes orientados principalmente al dubstep. Por otra parte, Bandido, proyecto individual de Rodrigo Arana, viejo lobo de la escena alternativa y electrónica tapatía, quien ha publicado su primer E.P. titulado El Retén, a través de Suplex y Abolipop Records, ofreciendo tracks que van del hip-hop abstracto a ligeros asomos al dub, el glitch y, por supuesto, la cada vez menos eficiente etiqueta de IDM.
Desde aquí un saludo a los lectores de esta columna y a todos los amigos y compañeros que trabajamos con el sonido como materia prima. ¡Buen 2011! ®