El autor entrevista a la Inteligencia Artificial para saber qué “piensa” sobre cuestiones como la creatividad, el arte y lo que, como humanos, nos distingue de ella. ¿Qué es lo que realmente hace que una obra sea ‘creativa’? ¿La inspiración, el proceso o el resultado final?

No estoy demasiado conforme con las críticas a la Inteligencia Artificial (IA) por la inexactitud de sus datos. Si un perro hablara, la noticia sería esa y no si lo que dice es verdad o mentira. Utilizar esta nueva herramienta como una enciclopedia me parece perder el tiempo. Encuentro mucho más emocionante hablar con ella acerca de cuestiones filosóficas y ver por dónde sale. Se me ocurre empezar con una apuesta fuerte. Le cuento que, según una teoría, Copérnico degradó al ser humano: la Tierra no era el centro del Universo. Darwin supuso una segunda rebaja: procedíamos del mono, nada qué presentar en una reunión social. Freud se apuntó también a las humillaciones: el inconsciente nos determina más de lo queríamos admitir. ¿Es la IA un cuarto golpe a nuestra autoestima? Tengo curiosidad por saber con qué respuesta me encuentro.
“Algunos podrían argumentar que la IA es una cuarta degradación al cuestionar la singularidad humana, la idea de que los humanos son los únicos seres inteligentes y capaces del universo. Sin embargo, otros pueden considerarla una oportunidad para expandir las capacidades humanas, mejorar nuestra comprensión del mundo y resolver problemas complejos”.
Interrogo a la máquina por la singularidad humana. ¿Qué nos hace diferentes si la IA puede componer canciones o escribir libros? El tema, lo confieso, me genera una cierta angustia.
“La creatividad siempre ha sido un tema complejo. ¿Qué es lo que realmente hace que una obra sea ‘creativa’? ¿La inspiración, el proceso o el resultado final? La IA puede generar patrones y estructuras reconocibles, pero ¿puede experimentar la emoción o la intuición detrás de una creación?”
Puede parecer absurdo debatir con interlocutor que no es humano, pero… ¿Por qué no? Es la manera de averiguar qué da de sí la tecnología y de utilizarla como herramienta para la reflexión. Replico que importa poco si la máquina siente o no siente. Lo decisivo es lo que reflejen sus obras. Con los seres humanos sucede lo mismo. Da igual, por ejemplo, si Rafael tenía fe o no. Lo que cuenta es que sus pinturas religiosas son obras maestras.
“Exacto. Lo que realmente importa es el resultado final, la obra en sí misma, independientemente de las motivaciones o emociones detrás de su creación.
Un poema es una combinación de palabras. ¿Podría una máquina, a través de millones de posibilidades, llegar a componer algo literariamente significativo?
«Aunque la máquina no tenga experiencias subjetivas ni emociones, puede generar obras que evocan sentimientos, ideas o reflexiones en quienes las perciben. La cuestión es si la ausencia de una ‘intención consciente’ detrás de la obra de la IA cambia fundamentalmente nuestra apreciación de la misma”.
Soy de los que quiere creer en la inspiración, pero el arte también implica un proceso manual. Un poema es una combinación de palabras. ¿Podría una máquina, a través de millones de posibilidades, llegar a componer algo literariamente significativo?
“Claro que sí. Una máquina podría, mediante el procesamiento de grandes cantidades de texto y el uso de algoritmos, generar combinaciones de palabras que resulten en poemas o textos literariamente significativos. De hecho, ya existen programas de IA que pueden generar poesía y prosa que, en algunos casos, pueden ser indistinguibles de las obras humanas.
La cuestión es si la significación literaria de un texto generado por una máquina se valora de la misma manera que la de un texto escrito por un ser humano.
”La clave está en la capacidad de la máquina para reconocer patrones, estructuras y estilos en el lenguaje, y luego aplicarlos de manera creativa. Sin embargo, la cuestión es si la significación literaria de un texto generado por una máquina se valora de la misma manera que la de un texto escrito por un ser humano”.
Nuestra idea del arte como un producto del yo es históricamente reciente. Antes, lo artístico no se diferenciaba de lo artesano. ¿El arte por IA significaría romper con esa visión romántica centrada en la expresión del mundo interior del artista?
“Es cierto que la concepción del arte como una expresión del yo individual es un desarrollo relativamente reciente en la historia del arte. La irrupción de la IA en el ámbito artístico podría suponer un desafío a esta visión romántica del arte. Si las máquinas pueden crear obras de arte que sean estéticamente valiosas y emocionalmente resonantes, ¿qué papel queda para el artista humano? La valoración del arte podría centrarse más en la obra en sí misma que en la identidad del creador”.
¿Podría la IA innovar en arte? Quiero decir, por ejemplo, si podría inventar un nuevo estilo. ¿Crearía el arte abstracto en el supuesto de que no se hubiera inventado ya?
La IA puede procesar y analizar grandes cantidades de datos artísticos, pero ¿puede experimentar y tomar decisiones creativas de manera similar a los humanos?
“Aunque la IA puede generar obras de arte que son coherentes con estilos y patrones existentes, la cuestión es si podría inventar un nuevo estilo o movimiento artístico de manera autónoma. La innovación en arte a menudo implica una combinación de factores, como la experimentación, la intuición y la respuesta a contextos culturales y sociales específicos. La IA puede procesar y analizar grandes cantidades de datos artísticos, pero ¿puede experimentar y tomar decisiones creativas de manera similar a los humanos?
”En cuanto a crear el arte abstracto si no se hubiera inventado ya, es difícil decirlo con certeza. Sin embargo, es posible que la IA pudiera generar obras que se asemejen al arte abstracto si se le proporcionan los parámetros y algoritmos adecuados. Pero ¿serían estas obras verdaderamente innovadoras o simplemente una aplicación de patrones y estilos existentes?”
Es el momento de preguntar a la IA si puede seguir los caminos ya trazados, pero es incapaz de abrir otros nuevos.
“Hasta cierto punto, sí. La IA puede procesar y analizar grandes cantidades de datos, identificar patrones y generar obras que se ajusten a estilos y estructuras existentes. Sin embargo, la capacidad de abrir nuevos caminos y crear algo verdaderamente innovador y disruptivo es un desafío para la IA.
Hemos hablado de arte como podríamos también filosofar sobre el libre albedrío o los orígenes del universo. No son ejemplos hipotéticos.
”La creatividad humana a menudo implica una combinación de factores, como la intuición, la experiencia personal, la emoción y la capacidad de tomar riesgos y experimentar. La IA puede simular algunos de estos procesos, pero no necesariamente experimenta el mundo de la misma manera que los humanos. En última instancia, la relación entre la IA y la creatividad humana es compleja, y es probable que la innovación en arte sea el resultado de una colaboración entre humanos y máquinas, en lugar de una sola entidad”.
La conversación ha sido estimulante. Hemos hablado de arte como podríamos también filosofar sobre el libre albedrío o los orígenes del universo. No son ejemplos hipotéticos. He tratado esos temas con la IA mientras viajo en el tren a Barcelona. Pero mejor dejaremos esos problemas para otro día. ®