La feria llega a su fin. Parece que pasaron tres meses y no nueve días, y que llegaron y se fueron mil amigos. A pesar de la seguridad los carteristas trabajaron cómodamente. Me enteré de al menos cuatro robos: es más fácil pescar a un terrorista que a un carterista.
A pesar de la seguridad Sasha Grey es acribillada por decenas de fotorreporteros que se roban su alma y su cándida imagen en cientos de imágenes mientras ella, vestida como la chica de al lado, responde con gracia a las preguntas de los periodistas. Adiós al porno, hola al cine y a la literatura.
Le digo a la escritora duranguense Liliana V. Blum que mi padre me regaló un libro de chistes judíos en el que los personajes se apellidaban Bloch, Katz, Roth… y Blum. Ella no es judía, aunque para Hitler lo sería: es un cuarto judía pues sus abuelos maternos eran judíos alsacianos, aunque ella creció como católica y ahora es atea. Está en Guadalajara para recibir y firmar ejemplares de su libro No me pases de largo/Don’t pass me by, edición bilingüe del premio Literal de Cuento 2013. En el índice hay títulos como “Lucio en el cielo sin flash”, “Stalin vuelve a la URSS” y “La cebolla de cristal”; una ojeada permite atrapar ráfagas de ironías que podrían haber sido escritas por Woody Allen: “La vida es terca y el tiempo pasa con lentitud pasmosa cuando alguien usa tu mano para eyacular”.
Una ojeada permite atrapar ráfagas de ironías que podrían haber sido escritas por Woody Allen: “La vida es terca y el tiempo pasa con lentitud pasmosa cuando alguien usa tu mano para eyacular”.
Editor riguroso y experimentado, Felipe Ponce ha hecho de la modesta Arlequín una de las casas editoriales más serias y constantes de Jalisco. Mientras que las trasnacionales de la edición se ahorran unos pesos en correctores, Ponce y sus colaboradores envían a las prensas libros impecables de una variedad de autores para todos los estados de ánimo. Entre las novedades de este año destacan los ensayos sobre cultura popular Entre la luz (y otros temas igual de tangibles), de José Luis Zárate; los aforismos de Filosofía de clase media, de Federico Fabregat —hijo maldito de Cioran, según el prologuista—; la novela Masiosare, de Alberto Forcada, la historia de “un extraño enemigo” dentro del personaje principal; los cuentos de Una poética del mal, de Rafael Medina, Alain Prost, de Luis Miguel Estrada Orozco, y El lobo y otros cuentos, de Eugenio Partida, una tríada de maestros del humor negro y la ironía. Entre otros aciertos, deben mencionarse las reediciones de El peatón inmóvil, de Luigi Amara, y las andanzas tapatías de Oblatos-Colonias, de uno de los mayores expertos en la historia de Guadalajara, Juan José Doñán.
La feria llega a su fin. Parece que pasaron tres meses y no nueve días, y que llegaron y se fueron mil amigos. A pesar de la seguridad los carteristas trabajaron cómodamente. Me enteré de al menos cuatro robos: es más fácil pescar a un terrorista que a un carterista. ¡Hasta la vista! ®