La desaparición de Janet

Impunidad en un Estado de “derecho”

Nadie sabe exactamente qué sucedió en las oficinas de las autoridades involucradas ni cuáles fueron las resoluciones del caso durante esos dos días, pero el sábado 23 de julio por la noche llegó otro grupo armado al domicilio irrumpiendo de manera violenta y llevándose al resto de la familia.

Autoretrato de Janet Fanjon

La exposición Fotoseptiembre 2011 que se llevaría a cabo en la fronteriza ciudad de Matamoros, Tamaulipas, incluía la primera muestra individual de la joven fotógrafa Janet Fanjon, pero el día de la exposición la galería permaneció cerrada sin explicación alguna. La razón de esto se remontaba a dos meses antes, el sábado 23 de julio por la noche, cuando Janet y su familia fueron secuestrados de su domicilio de la calle Palma y Central, fraccionamiento Los Ébanos, en Ciudad Victoria, Tamaulipas. Dos noches antes, la madrugada del viernes 22 de julio, un grupo de militares de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) arribaron a ese domicilio llevándose a la hermana de Janet, Stephany Fanjon Misleh y al novio de ésta, Heriberto Miranda, así como sus hermanos, en ese entonces menores de edad, Cindy y Ernesto. Durante ese día y el sábado sus padres Enrique Fanjon y Yamilé Misleh, así como Janet (la hija mayor), hicieron las diligencias correspondientes para la defensa de su familia conociéndose que la acusación se relacionaba con delitos del orden federal. Nadie sabe exactamente qué sucedió en las oficinas de las autoridades involucradas ni cuáles fueron las resoluciones del caso durante esos dos días, pero el sábado 23 de julio por la noche llegó otro grupo armado al domicilio irrumpiendo de manera violenta y llevándose al resto de la familia (se ignora si con ellos ya se encontraban los menores Cindy y Ernesto, sólo se sabe que Stephany fue procesada).

Contrario al más elemental Estado de derecho que cualquier gobierno está obligado a cumplir y hacer valer, el caso ha sido silenciado con la complicidad de las autoridades. Resulta absurdo que la desaparición de quien trabajaba para ese mismo gobierno en el área de Comunicación Social, Janet Fanjon, también fotógrafa free lancer, fuese pasada por alto por las autoridades, implicándose así a éstas en una grave corresponsablidad delictiva. Amistades y familiares han mantenido el silencio bajo una amenaza directa o indirecta de personas que de alguna manera u otra manifiestan una relación entre gobierno y delincuencia. Peor aún es la apatía de sectores de la población en este tipo de casos (no es el único), donde algunos parecen asumir como algo “normal” el que las desapariciones se den si la gente comete el “pecado” de haber estado cerca o conocer a alguien a quien se le relaciona con actividades ilícitas.

Fotógrafos de México y el mundo exigimos el esclarecimiento sobre la suerte de la fotógrafa Janet Fanjon. El caso ya se encuentra en manos de organizaciones internacionales de derechos humanos. Esperamos que nuestro país actúe en consecuencia, se investigue y se castigue a todos los involucrados en el encubrimiento de este tipo de delitos, que por desgracia son ya muy numerosos.

Es tal la desazón por la legalidad en Tamaulipas que uno se pregunta: ¿Por qué no se ha investigado a la actual administración de ese estado? No basta con sacar a los policías de las calles si en el Ministerio Público siguen laborando secretarias, administrativos y otros burócratas que se venden a organizaciones criminales. Son ya muchos los casos de personas que llaman al 066 u otro número oficial para reportar algún ilícito solamente para después ser amenazados o extorsionados por delincuentes (la reacción inmediata de esos criminales indica el contubernio dentro de la policía con estos grupos). De nada sirve que militares se enfrenten diariamente con pequeños sicarios (a los cuales, por cierto, también desaparecen la mayoría de las veces) si en los municipios existe una relación directa de algunas oficinas con la “maña” (casualmente los delincuentes saben exactamente dónde hay actividades en las que se cobra la entrada, como una especie de homologación al trámite de permisos de espectáculos y alcoholes en los ayuntamientos). El cobro de “cuotas” por eventos o “derecho de piso” para los ambulantes o negocios en forma se ha convertido en uno de los frenos al desarrollo de esas ciudades y poblados. Se trata de una “cultura” de la impunidad que campea a sus anchas por el noreste del país, haciendo retroceder logros y derechos tan elementales como la civilidad y la libre convivencia de las personas.

El caso concreto de la fotógrafa Janet Fanjon ha servido para conocer un poco más de la terrible situación en esa parte del país. Madre joven, se relacionó desde hace años con la cultura alternativa comenzando a labrar un currículum más allá de las fronteras locales con base en su trabajo y constancia, logrando que su obra participase en exposiciones colectivas de Rosarito, Querétaro o la Ciudad de México, así como globalmente a través de galerías y exposiciones por internet. También participó en diseños de portadas y revistas, volantes y otras actividades diversas en distintas partes de Tamaulipas. Siendo aún una artista en ciernes, su actividad ya rendía frutos y muy posiblemente su consolidación hacia proyectos mayores lo sería su primera exposición individual en Fotoseptiembre 2011. Lamentablemente estos planes fueron interrumpidos hace un año sin que el gobierno de Tamaulipas haya hecho nada al respecto. Muy al contrario, las autoridades optan por ocultar y silenciar lo sucedido transgrediendo su principal responsabilidad: la seguridad de sus habitantes.

El mensaje que dan estas autoridades es terrible: la misma gente tendrá que tomar cartas en el asunto. Cada vez más son los casos de personas que se enfrentan ellos mismos a sicarios. Habrá que preguntarle al Gobierno Federal: ¿Qué hace falta para que se inicie una investigación a fondo contra estos gobiernos disfuncionales para encontrar y arrancar de raíz a todos los funcionarios que ayudan a la delincuencia? Más que las armas, es esta impunidad dentro del mismo gobierno lo que hace fuerte a los grupos criminales.

Fotógrafos de México y el mundo exigimos el esclarecimiento sobre la suerte de la fotógrafa Janet Fanjon. El caso ya se encuentra en manos de organizaciones internacionales de derechos humanos. Esperamos que nuestro país actúe en consecuencia, se investigue y se castigue a todos los involucrados en el encubrimiento de este tipo de delitos, que por desgracia son ya muy numerosos. ®

Algunas fotos de Janet.

El blog de Janet.

Janet desaparecida.

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Publicado en: Fotografía, Julio 2012

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