La narrativa televisiva en épocas de YouTube

Sustancias Elementales y las historias en la TV

En 2010 se estrenó el primer ciclo de Sustancias Elementales en Canal Encuentro. Mientras las audiencias desembarcan en las plataformas digitales y la televisión porteña está inundada de golpes bajos, surge un interrogante ¿Cómo contar una historia en la TV actual?

Marcelo Canellas es un periodista humilde. El éxito televisivo no ahogó esa sencillez que evoca en cada palabra. En Providencia, el barrio pulcro y eficiente de Santiago de Chile, el brasileño se dirige a la Universidad Diego Portales junto a un puñado de comunicadores de distintos países de Latinoamérica. Lo acompaña Luiz Quilliao, su camarógrafo. El mismo con el que encararon un sinfín de coberturas para TV Globo. Entre ellas, Tierra del medio: Brasil invisible, que le valió una amenaza de muerte mientras grababan la crónica en una zona de reservas naturales de selva virgen de la Amazonia por parte de un grupo de bandidos rurales que fueron expulsando a pobladores locales. Aunque también obtuvo por esa cobertura el premio que otorga la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano en la categoría TV.

El equipo de Sustancias Elementales

Con el mismo rostro imperturbable que comienza el Taller Crónicas Culturales en TV Canellas se deshizo de esos malhechores que amenazaron con su vida en medio de la nada. Es que su trabajo narra las disputas entre madereros, hacendados, estafadores y la destrucción de extensas áreas naturales en un territorio rodeado de comunidades indígenas. “La gramática televisiva aún está en construcción”, afirma el cronista televisivo convertido en maestro en la apertura del encuentro organizado por la FNPI y la Corporación Andina de Fomento en Chile.

Es diciembre de 2008 y hace calor. Las calles santiaguinas hierven y Canellas habla de Aristóteles, el arte de escuchar, los narradores de historias y la tradición oral de los romanceros del siglo XV. Luego muestra un fragmento fílmico de la Salida de la Fábrica de los hermanos Lumiere de 1895. La yuxtaposición de escenas, el corte y el nacimiento de un nuevo lenguaje que empezó con el montaje dejaron atrás los momentos de pánico que se vivieron con la primera proyección del cinematógrafo y la llegada del tren a fines del siglo XIX. Canellas habla de los códigos compartidos. Públicos y productores en un diálogo común.

¿Cómo contar una buena historia?

La pregunta inicial es el gran interrogante. A eso fuimos a Chile, con una idea bajo el brazo. Un proyecto denominado Sustancias Elementales. Una combinación de aire, agua, fuego y tierra más personajes quijotescos que emprendieron un proyecto osado, sencillo, utópico. Ideas que se conjugan con lugares característicos y la cultura de cada espacio. El taller de crónicas guiado por la dupla de Globo TV Canellas-Quilliao es el espacio ideal para poner a prueba el proyecto televisivo que hasta ese momento era sólo un montón de palabras impresas que pedían a gritos salir a rodar. Antes de la primera pausa, el periodista brasileño recordó el papel de los explicadores en los inicios del cine. Durante las proyecciones el explicador leía la gráfica de las pantallas —no siempre coincidía con el idioma del lugar. El explicador fue una figura imprescindible hasta la llegada del cine sonoro en 1920. “A la gente le costaba interpretar el nuevo código audiovisual”, remata Canellas. Quince minutos de recreo.

Colores chillones. Los pasillos de la Universidad Diego Portales son vívidos. Fotorreportajes, afiches y collages de estudiantes de Comunicación son una constante en cada pared de la Casa de Altos Estudios. En ese espacio enciendo el Nokia 1100. Época sin Wi-Fi ni smartphone. Tres llamadas perdidas en minutos sucesivos son indicador de urgencia. Devuelvo la llamada internacional desconociendo el remitente.

—Mi nombre es Juan Mascardi, recibí tres llamadas de ese número.

—Hola, Juan, te habla Sandra Bilicich, del Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe. Felicitaciones, ganaron con Sustancias Elementales la beca del Programa Estímulo a la Realización Audiovisual…

“El teleperiodismo ha puesto un acento radial con tono coloquial. En su lenguaje conviven demasiados clichés. La TV es una fábrica de clichés. Por su redundancia, ha existido un desprecio al significado de las imágenes. Las palabras, en televisión, envejecen rápidamente”.

Alegría. Según Sandra, el jurado destacó la estructura original “que amalgama de una forma novedosa distintas historias que hacen a la realidad de la región”. El dato no es menor, ya que la elección dependió de tres grandes realizadores: Bruno Stagnaro (Pizza, birra, faso, 1998), Jorge Gaggero (Vida en Falcon, 2005) y Alberto Ponce (egresado de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, Cuba, en la especialidad de Edición, trabajó con los grandes del cine argentino: Leonardo Favio, Pino Solanas, Damián Szifrón, Adrián Caetano).

Emoción. Ganar la beca otorga el impulso inicial para un proyecto televisivo independiente. Producir lejos de Buenos Aires y contar historias próximas fue una decisión en épocas donde YouTube aún no existía. Y los pasos fueron progresivos. Desde Gud Mornin Colón (2005) a Sustancias Elementales (2008-2010) el avance narrativo, técnico y audiovisual fue notorio. Mientras Canellas volvía al ataque. Cada palabra representaba un renglón por escribir para un guión próximo.

La TV como fábrica de clichés

“El teleperiodismo ha puesto un acento radial con tono coloquial. En su lenguaje conviven demasiados clichés. La TV es una fábrica de clichés. Por su redundancia, ha existido un desprecio al significado de las imágenes. Las palabras, en televisión, envejecen rápidamente”. Las frases de Marcelo Canellas son elocuentes. Palabras-insignia sin fecha de vencimiento. Bocanadas de aire previas a una producción en pañales. Luego, el taller siguió con un trabajo práctico en el híbrido Paseo Ahumada, varias jornadas de bares recuperando el espíritu de bohemia periodística que no abunda en las redacciones y una mirada crítica a las producciones televisivas de cada uno de los talleristas. La base para el armado de la compleja y sencilla estructura llamada Sustancias Elementales: historias cotidianas con visos de universalidad.

De taller a Canal Encuentro

Mientras la TV cuenta una historia autorreferencial, donde los personajes se caracterizan por sus miserias, odios y lugares comunes pensamos ir en sentido contrario. El ciclo televisivo que emite el Canal Encuentro narra historias de personajes que se vinculan con los cuatro elementos: agua, tierra, fuego y aire. Aquí no existe la voz del experto, el especialista o el sociólogo. Tampoco están presentes las celebridades. El valor agregado lo otorga el protagonista de una historia cotidiana. Su mirada acerca del mundo y sus acciones lo sustentan como un ser paradigmático de un lugar.

Los versos de la tierra. Sustancias en Incaa TV,

El hilo conductor de cada capítulo es la sustancia elemental. Si bien las entrevistas ocupan un lugar central, éstas son “entrevistas en acción”. El personaje brinda su testimonio dentro de una situación. El testimonio en acción significa que la información no sólo surge de la descripción narrativa/textual, sino también del espacio, del tiempo y de la situación que se despliega. El hábitat cuenta, narra, informa y emociona. Las acciones generan reacciones. La investigación se quiebra y lo espontáneo triunfa sobre estas palabras, sobre este proyecto.

El dominio de la gramática

No es casual que Sustancias viaje en este sentido. Canellas destaca el factor sorpresa como clave a la hora de contar una historia. Innovar en los aspectos estéticos-narrativos. En la TV actual existe una sobreabundancia de golpes bajos. Los “momentos cumbre” son una plaga de lágrimas forzadas y electroshocks de tubos catódicos. En Sustancias elegimos historias sensibles ponderando la originalidad de la estructura narrativa.

El periodista brasileño habla sobre José Hamilton Ribeiro, un viejo lobo de la prensa televisiva carioca que, a pesar de que no posee sex appeal, habla con la tonada de los campesinos del interior de Brasil y su andar es “muy poco majestuoso” porque una prótesis reemplaza su pierna; es un referente audiovisual. “¿Qué hace un hombre como José Hamilton, entonces, trabajando en un medio donde la imagen ‘lo es todo’? ¿Qué hace que este hombre sea considerado uno de los mejores periodistas de Brasil? Simple: maneja la dramática televisiva. Pero no sólo eso; siempre toma cualquier asunto como algo que puede ser un ‘gran asunto’”, remata Marcelo Canellas en Chile.

En la TV actual existe una sobreabundancia de golpes bajos. Los “momentos cumbre” son una plaga de lágrimas forzadas y electroshocks de tubos catódicos. En Sustancias elegimos historias sensibles ponderando la originalidad de la estructura narrativa.

Cualquier asunto es un gran asunto. Esa parece ser la clave que visualizó Ribeiro, siguió Canellas en Brasil y se pondera en épocas de YouTube. Las historias de Sustancias tienen esa característica. El punto en común es lo popular y los personajes cotidianos. Seres anónimos capaces de lograr lo que se propongan desde el encuentro colectivo. Nadadores con capacidades diferentes que desafían un río con cuarenta metros de profundidad, un equipo de fútbol que llevó la literatura al campo de juego, barrileteros noctámbulos que practican acrobacia bajo las estrellas y una gran fogata para quemar penas y pensar el arte como hecho efímero.

Mientras los teóricos hablan del info-entretenimiento, en Sustancias Elementales buscamos encontrar el humor en la vida cotidiana. Escapando del paradigma de éxito, morbo y provocación que impone la TV porteña. El rescate de la sencillez enmarcada en una estructura narrativa que atrape al espectador. Y que devuelva un espejo plagado de signos de interrogación.

Los cuatro elementos

Agua. Tiburones en el Paraná

Un grupo de jóvenes con capacidades diferentes se convierten en los grandes protagonistas en el Paraná. Nadan ininterrumpidamente hasta diez kilómetros uno de los ríos más caudalosos de Latinoamérica. Guiados por el profesor Patricio Huerga los “Tiburones” son un ejemplo de vida.

Tierra. La Biblio y el fútbol

Para 1984, la Biblioteca Florentino Ameghino de Venada Tuerto, localidad anclada en medio de la Pampa Húmeda, desbarrancaba y el grupo de jóvenes que asumió la empresa de la resurrección decidió crear un equipo de fútbol y afiliarlo a la liga local, coronándose bicampeón. La Biblio fue una formación infrecuente, simpatiquísima, escapada de la imaginación delirada de alguna pluma brillante de la literatura. Las ideas al campo de juego.

Fuego. Prendan hogueras

Cada 29 de junio los alumnos de la escuela de arte Manuel Musto de la zona sur de Rosario reviven la celebración de San Pedro y San Pablo. Una inmensa fogata y varios muñecos quemados para ahuyentar fantasmas y reavivar la nostalgia. Un acercamiento entre generaciones diferentes en un rincón de la ciudad que lucha contra el olvido.

Aire. Luces arriba

Un grupo de aficionados al barrilete practican vuelo nocturno: remontan sus cometas de noche y con luces. Esto generó revuelo entre la comunidad de investigadores de extraterrestres en toda la zona. Los protagonistas obtienen una fama inesperada, una especie de Orson Welles involuntarios, del nuevo milenio.

La música es de Argento

La banda sonora del ciclo televisivo es de un trío de argentinos que residen en Barcelona: Argento. La historia cuenta que en agosto de 2001 Lilian Giubetich —violoncelo— y Luciano Pietrafesa —guitarra— se conocieron en Italia durante un seminario de la escuela internacional Guitar Craft. Desde aquel año han compartido escenarios formando parte del Berlin Guitar Ensemble, con quien se presentaron en directo en varios tours por Alemania e Italia. En 2003 se incorporó León Bertone. Allí, Argento toma una identidad propia y forja su propio repertorio para dúo de violoncelo y guitarra con arreglos electrónicos “creando una fusión que va más allá del tango”, según sostienen los músicos. Su repertorio se basa principalmente en versiones electrónicas de obras de Astor Piazzolla, músicos contemporáneos y temas propios.

El equipo de Sustancias Elementales

Guión y dirección: Juan Mascardi / Producción ejecutiva: Federico Pissinis / Producción periodística: Paulo Ballan, Antonio Galimany / Dirección de fotografía: Lucas Pérez / Sonido: Santiago Zecca / Animaciones: Alcides Izaguirre / Edición: Ignacio Roselló, Augusto Jacquier / Música original: Argento (Lilian Giubetich, Luciano Pietrafesa, Leon Bertone) / Camarógrafos: Martín Pérez, Alcides Izaguirre, Lucas Pérez, Marcos Garfagnoli / Asistente de cámara: Virginia Maciel / Asistentes de producción: Fernando Llorente, Rocío Martínez, Ayelén Ferreyra / Asistente de sonido: Juan Valesi. ®

—Este artículo es la base para la presentación en la Jornada de Reflexión previa a la entrega de Premios Blogo de Oro, Centro de Expresiones Contemporáneas, Rosario (SF) 12 de octubre de 2010.

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Publicado en: Abril 2011, Televisión y videojuegos

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