Mad Max: Fury Road: más allá de la carretera

Una reflexión sobre la sociedad contemporánea

Mad Max: Fury Road se presenta como una sinfonía de autos, balas y explosiones, pero también como un ensayo sobre el espíritu de nuestros tiempos.

Escena de Mad Max: Fury Road.

En el año 2012 Leos Carax sugería en su película Holy Motors, de manera poética, algunas ideas intrigantes sobre los legados de la revolución industrial, representados por dos maquinarias: una que recorre el espacio y otra que manipula el tiempo. Esta sugerencia, que se refiere a las películas de Carax y Orson Welles, encuentra eco en la obra cumbre de George Miller, Mad Max: Fury Road. Película que se erige como un ensayo general sobre el espíritu de nuestra época y que reflexiona sobre la filosofía de la historia y la sociedad contemporánea.

La saga de Max Rockatansky, iniciada en 1979, conecta con los discursos presentes en las películas de Welles y Carax. Miller establece un universo distópico que, más allá de ser una exageración, refleja la realidad contemporánea, con sus motores como elementos sagrados. Mad Max: Fury Road se presenta como una sinfonía de autos, balas y explosiones, pero también como un ensayo sobre el espíritu de nuestros tiempos.

La película, que comparte estilo con su predecesora de 1985, explora la violencia, el combustible y la obsesión por los vehículos como ejes de una sociedad que rinde culto al poder. En este camino Miller logra dos cosas fundamentales: exhibe su maestría técnica como director y construye un ensayo general sobre la esencia de nuestra sociedad.

La carretera, en este contexto, representa la visión occidental sobre los procesos históricos y la idea de progreso. La confrontación de discursos en las diversas secuelas de la saga se convierte en la manifestación del espíritu de nuestra época.

El guión de la cinta, escrito por Brendan McCarthy y Nicola Lathouris, parte de un argumento sencillo: la heroína Furiosa escapa de la ciudad con bienes preciados. Sin embargo, este escape se convierte en un viaje reflexivo sobre la filosofía de la historia. La película utiliza el trabajo fotográfico y el montaje frenético para ofrecer una mirada a las bases del cine occidental, honrando la imagen y los colores como emociones.

La película coloca a Max como un individuo al margen del sistema, un rebelde que posteriormente se convierte en parte de una comunidad generadora de cambio. La carretera, en este contexto, representa la visión occidental sobre los procesos históricos y la idea de progreso. La confrontación de discursos en las diversas secuelas de la saga se convierte en la manifestación del espíritu de nuestra época.

La sociedad representada en Mad Max: Fury Road refleja la realidad contemporánea, en la que el dinero, la guerra y la tecnología son los ejes que rigen el mundo. La distopía pop no es sólo un producto cinematográfico, sino una cruda representación de la sociedad de consumo y el sistema neoliberal que reducen todo a un producto.

La ciudadela, gobernada por el inmortal Joe, simboliza la tiranía del orden imperante, mientras que Furiosa y su grupo representan la antítesis, la lucha por ser algo más que propiedad privada. La película, siguiendo la lógica de Hegel, plantea una síntesis tras el choque de ambos bandos, una conclusión abierta que deja espacio para la reflexión del público y futuras secuelas.

En última instancia, Mad Max: Fury Road no es simplemente entretenimiento; es un arte que se sumerge en la dialéctica de las maquinarias modernas, la locomotora y el cinematógrafo como ejemplos de ello. A través de esta obra Miller también condensa la historia del lenguaje cinematográfico, un lenguaje específico y novedoso que, aunque joven, se vuelve autoconsciente y reflexivo sobre la sociedad actual. Así, la aventura del loco Max trasciende el entretenimiento para convertirse en una obra de arte que invita a la reflexión sobre nuestra época y sus complejidades.

“Soy el único que huye tanto de los vivos como de los muertos. Cazado por carroñeros. Acosado por aquellos que no pude proteger. Así existo en esta tierra desolada. Un hombre reducido a un solo instinto. Sobrevivir.” —Mad Max: Fury Road. ®

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Publicado en: Cine

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