La reciente ola de calor que ha invadido la Ciudad de Mexique, más que calentar, quema, si no pregúntenle a las fuerzas de seguridad, que no bastándoles sobrellevar un cerebro frito se han quedado con las nalgas rostizadas.
Ciudad de Mexique.— Ante la insoportable ola de calor que ha invadido a la Ciudad de la Esperanza y la Alegría, el gobierno progresista, siempre velando por los intereses de los que menos tienen, ha dotado de nuevos, frescos y ligeros uniformes a la gendarmería capitalina para evitar desmayos y sofocos, amén de que los elegantes genízaros —que ganan una mierda, eso sí— podrán desplegar toda su agilidad y destreza para perseguir a los transgresores de la ley —si es que todavía los hay en esa ciudad capital de la seguridad mundial. Acerca del diseño del nuevo uniforme solamente se informó que es de un afamado diseñador francés. ®