Conocí en mi niñez el heavy metal por mi tío Nacho. Recuerdo algunos domingos que iba a casa de mi abuela materna y en el cuarto de mi tío estaba su pila de acetatos en la que casi siempre encontraba algún título nuevo. Él quizá no lo recuerde, hay demasiada gente que olvida tan fácilmente su “pasado incómodo”, atados a una marejada socio-político-económica que te hace adulto y viejo mucho antes de que asimiles apenas tu juventud, veteranos prematuros.
Judas Priest, Black Sabbath, Iron Maiden, Motley Crue, Scorpions, Quiet Riot, Van Halen, Def Leppard y las apetitosas portadas de Plasmatics… tengo perfectamente en la cabeza lo que representaba escuchar algunos minutos de esa música y echar un vistazo al arte gráfico, algo sumamente distinto a oír a Sergio Facheli, Yuri o hasta las Flans (aunque ahora en las borracheras vanagloriemos a estos iconos de la cultura más pija de su tiempo).
Todo esto lo recuerdo muy bien, pero también que sólo unos años después en la secundaria conocí a Anthrax, Slayer, Death, Obituary, King Diamond, Napalm Death o Carcass y se acabó el gusto por ese sonido áspero pero aún melódico y con voces no tan alejadas del rock pop. Al mismo tiempo conocí el punk-hardcore, a los Sex Pistols, The Exploited, G.B.H., La Polla, Eskorbuto y por supuesto a Sedición, Draksen, Hardware, Tenebrarum y una larga lista de locales y nacionales que nos alegraban las tardes a un puño de inadaptados con sus tocadas. Escuchar por Radio UdeG —de Guadalajara— los programas Metalmorfosis, Submisión, El Despeñadero y Ausencia de Color terminaron por hacerme repudiar ese rock cool de grupos como Guns’n Roses que tanto difundía Sonido 103. Las visitas al 5° Poder y comprar a cuentagotas cassettes de Pungent Stench, Type O Negative, lo primero de The Gathering, que bien recuerdo el Meño (melómano, vendedor y padrino de media Guadalajara alternativa o más) me dijo que no tenía comparación, o las recomendaciones de él mismo hacía de Cocteau Twins, The Smiths, Red House Painters, Christian Death o grupos de otras estéticas. José Luis Avilés, de Imagen Pública, me apartaba algunos vinilos y cintas de punk-hardcore y además de dejármelos más baratos me daba prórrogas para pago; siempre encontré gente con la cual pasar toda la tarde hablando de música subterránea, dándole hilo a los mitos (no podíamos revisar en Wikipedia).
Entonces había dos sopas: punk o metal, y aceptar el gusto por ambas podía causarte una tunda con puño cerrado o hasta con el cuello de una botella; lo viví en carne ajena: trifulcas en baños, a la salida o en el mismo slam.
Al ingresar a la preparatoria me anclé a la literatura y eventualmente al cine, traduje letras de grupos como Dead Kennedys, me aprendí cada canción de Evaristo Páramos, le hacía coros desde abajo del entarimado al Sapo Vengador en el Roxy o el Éxtasis, y paulatinamente me alejé del metal. Entonces había dos sopas: punk o metal, y aceptar el gusto por ambas podía causarte una tunda con puño cerrado o hasta con el cuello de una botella; lo viví en carne ajena: trifulcas en baños, a la salida o en el mismo slam. Internado en la literatura, las letras del metal me parecieron insulsas, su afán por demostrar un lado sombrío de la vida se me hacía respetable, pero no el guiño al satanismo pop, como el cantante de Deicide que declaraba a revistas que se suicidaría a los 33 años, y por supuesto jamás lo hizo: sigue ganando una cantidad apreciable de dinero con discos y giras. Así, borré el metal hasta hace cuatro o cinco años, cuando las constantes reseñas de grupos de metal más abierto y explorativo comenzaron a abarrotar las páginas de Wire Magazine.
Escuché a Sunn O))) e inmediatamente recordé a un grupo que en la preparatoria había conocido ligeramente y me había parecido muy avantgarde, me refiero a Earth, pioneros del movimiento musical en Seattle; en ese momento me vinieron a la mente ensayos de mi primer grupo formado en 1997, La Sangre de Alicia (rock gótico), en los que al final de las primeras canciones, que eran muy barrocas, lentas y un poco espesas, aumentaba el sustain en el pedal de distorsión y volteaba hacia el amplificador para generar retroalimentación, pero yo pensaba que eso sólo funcionaba como epílogo de un track, no como una ruta a explorar. También recordé varias tardes en las que el baterista tomó el bajo, el bajista la guitarra y yo la batería, e improvisábamos una suerte de grindcore-free-ruidismopendejo bajo el nombre de Satán Te Coge. ¿Por qué no seguimos por ahí? ¿Por qué tratamos de organizar “moral-emotivamente” los acordes? No hay duda de que las ideas más arriesgadas tardan tiempo en asimilarse en México y a nuestro grupo se nos pasó de largo cualquier tipo de experimentación, inconscientemente preferimos la imitación.
Sunn O))) me pareció el metal más elemental y poderoso del universo, lo mismo los discos de la última etapa de Earth, alejando las voces a menos que éstas también formen densas capas auditivas que tímbrica y gestualmente comulguen con los demás instrumentos. Isis, Mastodon, Neurosis (quienes iniciaron como una banda de hardcore), Boris, el sello Southern Lord, de repente me encontré en Londres con la revista Rock-A-Rolla y era toda una delicia para conocer más sobre el metal experimental; por supuesto, también con decenas de clones como sucede cada vez que un estilo comienza a echar raíces. Pero el momento más contundente que he vivido fue el concierto de Sunn O))) dentro del Festival Sonar 2007, aproximadamente hora y cuarto del infierno sónico más lacerante que he atestiguado, además de las frecuencias graves más penetrantes que he asimilado. Al inicio éramos quizá mil personas, al final tan sólo doscientas o trescientas, consumidos, agotados, con los huesos temblantes y el rostro inmóvil.
Hace apenas unas semanas Earth estaba anunciado en el Festival Aural en la Ciudad de México, desafortunadamente su participación fue cancelada al mismo tiempo que la de Melvins (estos últimos no pudieron tocar por problemas de salud de un integrante, pero han sido reprogramados), ojalá sea así también con Earth, ya que será un concierto memorable en el que apenas se asomarán algunos metaleros de la vieja guardia, porque la gran mayoría no pueden ni quieren salir de iconos tipo Helloween o Cannibal Corpse. En cambio, y como en todos los territorios artísticos, hay quienes han “mamado” lo mejor para llevarlo a nuevos campos fértiles. Brindo por ello y abro mis oídos a lo que venga. ®
José Luis (DJ Skull / Ex Monoploid)
Un acercamiento típico, creo que años más años menos pero coincido mucho con lo que en los primeros párrafos abordas.
Venimos de una generación a la que antecedieron adultos que o trataron de comerse muy rápido su juventud o de plano nunca se pasaron el bocado y siguen abarrotando los conciertos de Maiden, Judas y Metallica.
También hay quienes no llegaron a la repartición de la música, en esos 90s, y para nuestra desgracia han descubierto el alocado heavy metal a una edad tardía y tendiente hacia los 30s, más-menos.
Yo en los 90s si me fui un rato por la onda metalera y me gustaría agregar algunas referencias para los lectores que quieran complementar, ahondando en los coqueteos del metal y lo experimental:
Mayhem – DeathCrush > El compositor Conrad Schnitzler les cedió la pieza del intro Silvester Anfag, posteriormente el germano declararía que de haber sabido que «ondita» traía la música de Mayhem, les hubiera cedido algo más «locochon».
Burzum – Aske/Filosofem > Independiente del boom mediático que tuvo esta banda de una sola persona, el lector puede revisar sus piezas minimalistas de Black Metal Atmosférico que atrevidamente oscilaban entre 15 y 20 minutos.
Thergothon > Grupo me parece Finlandes, que traía una onda muy distorsionada a lo Earth y Sunn O))) pero con piezas mucho más cortas. Incluía voz de monstruo
Ved Buens Ende > Noruegos y seguidores de una estética más ligada al jazz, hoy no se si conscientes o inconscientes notamos su influencia en bandas como Intronaut.
Ulver > Ellos dejaron de tocar metal en 98, y ahí se volvieron realmente interesantes. Personalmente me acercaron a la música electrónica experimental y a un gran número de géneros. Han colaborado con Æthenor banda hermanita de Sunn O))).