Taxistas, comerciantes, dueños de establecimientos de comida, transportistas… ¿Por qué tendrían que pagar impuestos si el gobierno no les protege y además obligadamente tienen que pagar —si quieren vivir— a los que en realidad tienen el control del país?

El ©®¡meπ contra la maestra Irma en V£ra¢ruz fue un ∆§£§iπ∆t0 con los agravantes de al£vosí∆ y ensañamiento (nota: eπ©ubr¡dores de 4ta. antes de negar ese hecho vayan a checar el marco jurídico).
Ese hom¡c¡d¡0 cal¡ficad0 tiene además el antecedente de §£cu£§tro, t0®tu®∆, extorsión, ∆meπ∆zas y más.
Es un ©®¡meπ que puedo ser cometido en cualquier parte del país…. Y que tiene cómpl¡¢£s:
La maestra no tuvo una jubilación digna, no se pudo retirar a vivir de su jubilación.
Fue ∆§£§iπ∆d∆ porque —obligada a seguir trabajando— manejaba un taxi. Empleo legítimo para el que el gobierno (conocedor de la v¡oleπc¡∆ que ¡mpera) no le dió seguridad.
Por tener que seguir trabajando se vió extorsioπd∆ por quienes, en realidad, tienen el control del país.
Esa mujer tuvo la valentía de NO pagar la extorsión. Tuvo la dignidad que no mostró el gobierno que salió a minimizar el ©®¡meπ cometido contra la maestra «jubilada».
Pero… ¿por qué el intento oficial de que ese hom¡c¡d¡0 cal¡ficad0 «suene» menos grave de lo que es?
El caso de la maestra Irma representa el horror que le puede pasar a cualquiera en este país. A cualquier persona común.
No es menor que la elegida para el sacrificio de «hacer de ejemplo» fuera una mujer (dado el poder que demuestran en el video, es evidente que pueden §£cu£§tr∆r a quien quieran). Ella fue usada como el OBJETO para transmitir una advertencia…
Con ese ∆§£§iπ∆t0, el ©®¡m£π 0®g∆π¡z∆d0 envia un mensaje a la población, no uno que hubiera que interpretar. Un mensaje directo que la propia v¡ct¡m∆ fue obl¡g∆da a leer de rod¡llas mientras se le apuπtaba con ∆®m∆s de ∆lto c∆l¡bre.
No es menor que la elegida para el sacrificio de «hacer de ejemplo» fuera una mujer (dado el poder que demuestran en el video, es evidente que pueden §£cu£§tr∆r a quien quieran). Ella fue usada como el OBJETO para transmitir una advertencia:
«Para vivir, trabajar, no ser §£cu£§t∆d0s, hay que pagarle a los que m∆πdaπ y ∆meπ∆z∆n».
Las causas de ese ©®¡meπ evidencian que el gobierno es incapaz de ¿desinteresado en? prevenir d£l¡to§ o perseguir y errad¡¢∆r a ese otro poder que tiene el contr0l del país.
Ratifican que (en un país m¡l¡tar¡zad0 al extremo) la autoridad no previene, no evita, no actúa a tiempo. Sea porque es ¡πcapaz o porque es cómpl¡ce.
Por eso la gobe®π∆dora reduce (lo intenta) la gravedad que rodea a ese hom¡c¡d¡0 cal¡ficad0. Pues si el gobierno dice la verdad cruda entonces estaría reconociendo que no gobierna, que ni siquiera protege.
Además tendría que reconocer que las mujeres no se pueden jubilar. Que no hay descanso para la gran mayoría de las #mujeres que son las principales víctimas de la Violencia Sistémica (y sí muchos hombres tampoco se pueden jubilar).
En resumen, que el Estado es omiso, que sus políticas no sólo no mejoran las condiciones de vida de la mayoría, si no que es un Estado que ni siguiera es salvaguarda de la población y sus derechos.
Por eso también éste NO es tema de las conferencias presidenciales —al igual que las desapariciones diarias de mujeres, o aquellas d£¢∆p¡tac¡ones de niñas, la(o)s bebés encontrados en fosas clandestinas, los #feminicidios, el dolor de las Madres Buscadoras…
El Estado es omiso, que sus políticas no sólo no mejoran las condiciones de vida de la mayoría, si no que es un Estado que ni siguiera es salvaguarda de la población y sus derechos.
A pesar de que una reportera se atreve a preguntar directamente, la presidenta elude de inmediato hablar del ©®¡meπ contra la maestra —a la que ni siquiera nombra—, declara que su «estrategia vs la extorsión da resultados»… y pasa a otro asunto.
En este caso, la exigencia de justicia aún no se escucha con la fuerza necesaria. Se trata del hom¡c¡d¡0 de una mujer —una más— así que ya sabemos que contará con el desinterés del Estado a menos que, como ciudadanía, logremos hacer la presión suficiente para obl¡garles a «medio» actuar.
Y para animar a que toda(o)s presionemos por justicia —dado que el Estado de Derecho ha mu£rto—, sería «interesante» que nos hagamos y le hagan una obvia pregunta gobierno:
Taxistas, comerciantes, dueños de establecimientos de comida, transportistas… ¿Por qué tendrían que pagar impuestos si el gobierno no les protege y además obligadamente tienen que pagar —si quieren vivir— a los que en realidad tienen el control del país? ®