Volverás un día
cuando la intención de las columnas
sea un misterio
y los pilares, a medias, las piedras
susurren
apenas
heridas pasadas
volverá el andar
sobre los pasos dados
donde vivían los sueños
el amor imposible
el camino largo
sobre los restos de un pueblo
con piel de cantera
ahí donde la tierra tuvo venas repletas
de sangre brillante
un hombre contará leyendas
con su pico al hombro, oxidado
y desaparecerá tras el cerro
en los cencerros lejanos
marcando caminos de hierba fresca
agua oculta
halcón y cactácea
volverá el andar atado
a la muerte del sol
mis huellas huyeron
en las faldas del viento
crujiendo entre el espino
y los escombros
en la yerba no pisada por el pie desnudo
no serán los abuelos quienes abran senderos
de piedra o polvo
ni el arroyo seco
ni el espíritu que calla
mi espalda descansará a la sombra de la palma
en la sombra quizás de aquel que se detuvo
a beber agua
sobre las ruinas
al nacer el día claro
y el corazón deberá echar el miedo al fuego
y andar como anduvieron otros
sin saber el final. ®