Terapias y crímenes nórdicos

El hipnotista, de Lars Kepler

Stieg Larsson ha destacado como uno de los grandes autores de best-sellers en los últimos años, sin embargo, no es el único escritor nórdico que ha destacado por su manejo del suspenso.

El género policiaco se ha establecido, en los últimos años, como uno de los sellos distintivos de la literatura sueca. Prueba de esto son los libros de Henning Mankell, además de la famosa trilogía Millenium de Stieg Larsson y de las novelas de Camilla Läckberg. El hipnotista es la primera novela de Lars Kepler, seudónimo bajo el cual publica el singular dúo de Alexander Ahndoril y Alexandra Coelho Ahndoril. El hipnotista [Planeta, 2010] se inserta en la tradición nórdica con una trama llena de suspenso que explora un tema irresistible: el de los recovecos de la mente, aquellos que permanecen secretos incluso, a veces, para sus portadores.

Erik Maria Bark es uno de los psiquiatras más reconocidos del país por su excelente manejo de pacientes con traumas o en estado de shock. Empezó a practicar la hipnosis terapéutica en África con sobrevivientes de guerra. Más tarde, en Suecia y con fondos de un hospital, dirigió una innovadora y controvertida terapia grupal con el fin de investigar y comprobar la eficacia de la hipnosis; pero el resultado no fue el esperado y más de diez años han pasado desde que, abruptamente, dejara de trabajar con hipnosis, cuando el detective Joona Linna le pide ayuda con el joven Joseph Ek. La policía encontró a Joseph inconsciente y con más de treinta puñaladas tras un brutal ataque contra su familia. El detective espera que, bajo hipnosis, el exánime joven logre identificar a su atacante antes de que éste encuentre a Evelyn, la primogénita de la familia Ek.

Lo que Joseph revela bajo hipnosis no sólo es inesperado, sino que desata una serie de ataques hacia el doctor Bark por parte de los medios de comunicación y las organizaciones de derechos humanos. En medio de esta situación, aunada a los problemas personales y maritales por los que atraviesa el psiquiatra, su hijo Benjamin desaparece. Las pistas no sólo sugieren una posible relación con el crimen de la familia Ek, sino también con una banda de niños delincuentes, el pasado de Erik Maria Bark y la extraña novia de Benjamin.

El hipnotista no es una novela policiaca en sentido estricto pues un porcentaje considerable de sus más de 600 páginas gira en torno al grupo de terapia de hipnosis, al proyecto de investigación de Erik y a su vida familiar.

El hipnotista no es una novela policiaca en sentido estricto pues un porcentaje considerable de sus más de 600 páginas gira en torno al grupo de terapia de hipnosis, al proyecto de investigación de Erik y a su vida familiar. Si bien el peso de estos elementos delate, quizás, la experiencia literaria de los autores en otros géneros y aporte una refrescante mezcla que va del crudo policiaco al suspenso psicológico bajo el agua —al hipnotizar, Erik entra en un estado de trance en el que el mundo transcurre en paisajes submarinos—, pasando por los dramas cotidianos de las relaciones humanas, también frena el ágil ritmo de la primera parte del libro, característico de las novelas policiacas, al punto de crear la sensación de que se trata de dos historias distintas en donde algunas motivaciones de los personajes quedan sin explicar. No obstante, el tono objetivo, seco y desapegado del narrador ayuda a mantener el ambiente criminológico, atando los cabos de manera impecable.

Por otro lado, El hipnotista, al hacer de Erik Maria Bark y no del detective el personaje principal, se aleja del fuerte componente de crítica social característico de muchos de los escritores nórdicos del género negro, como se aprecia en la serie del detective Wallander, de Henning Mankell; esto cambia en El contrato, el segundo libro de Lars Kepler, en donde Joona Linna, quien resurge como protagonista, investiga un caso relacionado con la exportación de armas y el mercado negro en Suecia, y en el cual, se dice, los autores depuran su estilo y emulan a Stieg Larsson, para bien o para mal, con una saga llena de acción y de fácil transposición a la pantalla grande.

En resumen, El hipnotista es una lectura emocionante y entretenida que revela, poco a poco, una intriga bien estructurada y profundidad psicológica en un mundo verosímil y violento. Si bien no se trata de una revelación, es una novela que los amantes del género seguramente sabrán apreciar. ®

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Publicado en: Febrero 2012, Libros y autores

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