Dr. Krupp, por qué has de profanar el lecho
donde adormezco romántica envuelta
por decámetros de vendas polvosas y sangrientas
no ves que yazgo descalza
que guardo la memoria perturbada entre harapos jade
volutas de sangre tinieblas milenarias o mucho más
murciélago
Dr. Krupp
no desprecies mi silencio
mi rezo inmutado por los suspiros de Popoca
oro gemas
sepulcro
flor que profanada
azuza mi lamento
mi venganza
y la convierte en jugo
en alimento
he de perecer soñándote
desnudada
murciélago
albergue de gusanos
tú no eres la serpiente promisoria liberada en mis ojos
te atusas los bigotes como espigas muertas
hueles el moho adherido a algo que ya no puede ser mi piel
es mi tesoro lo que más añoras, Dr. Krupp
mi destello para tus noches de impotencia
de desahucio
de carnalidad fragmentada
del aborrecimiento
que tú mismo has fraguado
impreca mi voluntad que tus nostalgias
lleven la mácula de un corazón oscurecido
un alarido sórdido que no tenga nada que ver con el reposo
de quien sonríe antes de enfrentarse con la muerte
de cualquier forma
si sobrevives a esta penumbra de ponzoña
morada del largo sigilo
que tú, Dr. Krupp, murciélago
has interrumpido
para ti ya no habrá descanso ®