ORGASMO LITERARIO

Entrevista con Óscar David López, el Rey del Gangbang

Óscar David López. Foto © Abraham Palafox

Excitación

—¿Cuál fue la fórmula que ingeriste para ingresar al negocio literario?

—Aunque descreo de que las drogas sean asunto aparte de la literatura, no se trata de ingerir alguna píldora mágica para esa bienvenida a este night-club. En todo caso, ingresar al negocio es tener la conciencia de que siempre habrá más merma que ganancia en nuestras finanzas y que seguramente uno necesitará hacerle al milusos iluso para una vida más o menos cómoda, o quizá sea mejor decir una vida de temperamento zen para permanecer inmaculado sobre mis horas nalga de lectura y escritura.

—¿Por qué ser escritor?

—Aunque no niego la etiqueta, siempre he dicho que también soy un carpintero, un serigrafista, un fotógrafo, un almacenista, una prostituta, una maestra de teoría y técnica literaria, un comerciante, una bibliotecóloga y quizá se me escapen algunos oficios más cercanos a la vida rural o caribeña. Lo que sí tengo muy claro es que para ser escritor se necesita de muchas vidas anteriores y futuras para aprehender el mundo.

—¿Para quién escribes?

—Todo depende de la época en la que esté trabajando. Para esta entrevista estoy pensando en ti y que me has esperado mucho tiempo. También, aunque no siempre, escribo para los de la próxima generación, aquellos que serán o no afectados por la ruptura que se pretende con cada obra.

—¿Qué opinión tienes de los Jóvenes Escritores Mexicanos?

—Desde que dije que sería escritor (aunque intermitentemente he sido mucho más) las generaciones que he leído con más atención son a las que pertenecen los nacidos desde los cincuenta hasta los noventa. Por alguna razón a las plumas se les llama jóvenes hasta los cincuenta años. En México hay pocos escritores jóvenes que pueden vivir de su escritura. Muchos debemos estar con la esperanza de una beca o de un trabajo que no te canse ni te exprima para lograr llegar a casa a escribir esa cuartilla que todo lo cambiará. Seguro no cambiará todo, sin embargo confío en que el mundo no es igual después que alguien se vacía con honestidad y maestría.

—¿Qué opinas de los Jóvenes Lectores Mexicanos?

—Desafortunadamente las escuelas primarias de toda la nación no lo han hecho bien. No me puedo quejar de los padres de cada uno de nosotros pero sí del estilo y el poco temple que hay en la enseñanza básica mexicana que casi obliga a alejarse de los libros, la lectura y las artes en general. México no necesita mano dura, la dureza no crea hombres ni mujeres sino robots, los cuales irónicamente llegarán a tener sensibilidad artística antes que muchos de mis ex compañeros de clases. Creo que los lectores mexicanos somos jóvenes. Apenas entramos en el Quijote o la Odisea y salimos corriendo. Esto se lo ataño al sistema desarticulado y desensibilizado de su propio conocimiento. Sin embargo, “quien lea, entenderá”, como dice don Gerardo Deniz en uno de sus poemas. Sé que hay lectores, por eso las cantidades de revistas y libros por millones. Hay lectura pero está en su histeria particular, alejada de la posibilidad de la literatura como material ultrabásico de alimento.

—¿De qué modo te defines?

—Como una continuidad travestida, vivo de lo que otros crean y creo a partir de sus obras. Por eso, cuando quizá logro ser original ni siquiera soy yo el que habla, sino un personaje o una voz poética que no es la mía cuando me levanto o cuando festejo, soy un travesti que debe romper las apariencias todo el tiempo.

Masturbación

—¿Qué es Gangbang?

—Gangbang es un subgénero del porno en el cual alguien es penetrado por una fila de personas y objetos. También es el título de uno de mis libros de poesía.

—¿Gangbang es un trabajo orgiástico?

—Absolutamente. Al menos yo, para trabajar, necesito tener al máximo mis sentidos. La relación que hay entre el arte y el placer es muy cercana a la que existe entre el uno y el dos del matrimonio. Son un toma y dale y ve y recoge y ama y testosterona y estira y afloja y toma y amplía y reduce y expande y mueve y un recibe y goza y enfrenta y borra y reescribe y googlea y recibe de nuevo y endorfina y estrógeno y engorda y seduce.

—¿Qué es The Gangbang Show?

—The Gangbang Show es un proyecto en conjunto con RZKXPX [raizkrixpix], una banda regiomontana, con quienes monté un espectáculo de cabaret poético, visual y sonoro. También grabamos un EP homónimo en 2008, que está disponible para su descarga gratuita en nuestros respectivos myspaces. La intención del proyecto era en un inicio hacer una presentación de mi libro que luego se tornó diversión y juego entre nosotros que decidimos presentarnos con el montaje en varios locales y hacer una gira. Creo que la música siempre le viene bien a la poesía, es necesario regresar a las poéticas primigenias para revalorar la poesía escrita y para infectarla de otros soportes y procesos de distribución. Es difícil que la poesía se lea hoy en día. En pocos hogares hay un libro de poesía contemporánea, la cual a mi parecer es necesaria para conocer nuestro idioma y nuestra mezcla con los demás lenguajes estéticos.

—Existe, en toda tu obra, un explícito, y a veces tácito, contenido sensual y sexual. ¿A qué se debe?

—Creo en el cuerpo y en su expansión. Los sentidos corporales son una cebolla que debemos explorar. Desde el roce de un mosquito hasta la aplicación de un tatuaje o la cirugía. Lo explícito y lo tácito se debe a que tú los has aprendido de ese modo, pero en realidad hay muchas capas de lenguaje e infinidad de registros en un poema. La poesía renombra y en ese proceso, redefine el mundo y lo vuelve habitable de nuevo.

—¿Qué es lo que haces en estos momentos? ¿En qué estás metido?

—Ahora mismo estoy coordinando un proyecto llamado Cosificciones, al lado de Nohemí Zavala, del cual tenemos un taller-laboratorio que estamos impartiendo en diversos sitios con el fin de revalorar el valor de los libros de ficción. En el taller enseñamos a fabricar papel reciclado, técnicas de impresión como la serigrafía, los procesos de encuadernado y de restauración de páginas y libros viejos. Además, el proyecto tiene como finalidad la construcción de una docena de libros objeto o de artista que montaremos en una exposición a final del año.

—Después de haber publicado una novela (Nostalgia del lodo, 2005) y un  poemario (Perro semihundido, 2008) además de Gangbang (2007), ¿qué sigue?

—Ahora mismo estoy escribiendo una novela sobre las multidimensionalidades de una biografía, la cual forma parte de una trilogía dedicada a Morrissey, Alaska-Olvido Gara y Gloria Trevi. Además, la mezclo con la escritura de un libro de poesía que aún no está definido.

Orgasmo

—En una interviú mencionaste que cuando no se tiene el soporte de un fondo, otorgado por equis institución oficial, es necesario recurrir a la autogestión. ¿Cómo transitó tal proceso en tu raciocinio antes de ser becario?

—Cuando yo respondí aquello tenía una beca del Estado. Lo dije y lo reafirmo, no es necesario tener una beca para crear, es sólo que todo lo vuelve más amable y te sientes premiado antes de tiempo, pues la mayoría de las becas son otorgadas por los proyectos y no por la calidad de la obra del autor. Muchos autores no saben plantear proyectos para beca y muchos otros no saben llevarlos a buen puerto. Conozco a varios que tienen más becas que libros publicados. En este momento de crisis creo que lo que mejor nos viene es la autogestión. Desde una página de blog o un fanzine se pueden lograr metas asombrosas. Y claro, si se puede estar en los medios oficiales y además contar con otro alternativo, siempre más es más.

—Aunque entre un artífice y otro entienden que el financiamiento institucional responde por la idea y no por el contenido artístico que ésta presente, un gran número de individuos —católicos y ateos— no se percatan. Entonces se van pensando que los únicos con derecho a ser leídos son los que presentan un aval. Sea como sea, los becarios —y sus escritos— tienen más peso sobre los que no lo son. ¿De qué manera podrías equiparar un texto autogestionado y uno auspiciado?

—No se trata de equiparar, sino de otra cosa que ni siquiera está en esos dos sujetos que se pelean por legitimar su propio método. La obra artística está en el mundo, siempre latente, rodando por ahí. Cientos de veces he preferido estar sentado en la entrada de un museo que en sus instalaciones, incluso cuando me ha tocado exponer mi propia obra. Lo importante es saber rescatar la obra de arte del sopor del tiempo, a pesar de que el proceso haya sido auspiciado o no.

—Mucho se ha comentado de las relaciones incestuosas que mantienen algunos Artistas con los Fondos Económicos, ¿qué hay de cierto en este asunto?

—Si las becas existen, hay que solicitarlas. Nada peor que burócratas sin saber qué hacer con dinero que pudiera estar apoyando a un artista en Villa de Santiago, Nuevo León, o en Mazapil, Zacatecas. ®

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Publicado en: Abril 2010, Libros y autores

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