Eduardo Humberto del Río García murió hoy, 8 de agosto de 2017, en el pueblo de Tepoztlán. Nació en Zamora en 1934 y fue el autor de las revistas de cómic Los Supermachos y Los Agachados, además de numerosos libros.
A finales del año 2015 fui invitado por Bef a participar en un libro que se estaba armando para homenajear al maestro Rius por sus ochenta años de vida. Bef pensó en mí, según platicamos, porque yo aportaría un punto de vista diferente, digamos, menos elogioso que el de los demás. Eso no quiere decir que no admire al gran Rius, pues de no ser por él no me dedicaría a lo que hago, ni me habría interesado por la lectura —de cómics, de libros, de periódicos; de nada— y, de hecho, durante varios años me dediqué a buscar todo lo que tuviera que ver con él, una anécdota parecida a la que narra Edgar Clément en el cómic con el que colaboró en ese libro (80 AniversaRius. Queremos tanto a Eduardo del Río, Grijalbo, 2014).
Más bien, hace tiempo que, cuando me piden hablar de los artistas mexicanos que considero más importantes o influyentes, prefiero no mencionarlo. ¿Por qué? Porque Rius es ya un lugar común, y casi siempre se dice lo mismo de él: que fue nuestra Secretaría de Educación personal, que le debemos mucho, que es el mejor caricaturista político del país… todas, afirmaciones ciertas, que además se pueden leer en este libro. Pero creo que hay que aportar un punto de vista distinto, y sobre todo, demostrar admiración sin ser zalameros. O eso pienso yo y lo aplico en mi caso.
Por eso hice la siguiente pieza, donde la intención no es denostarlo ni cometer parricidio ni pretender que “todo me lo debo a mí mismo”, sino de homenajear al gran maestro, pero con la debida distancia.
…y aun así: gracias Maestro Rius, todo se lo debo a usted. ®
—Publicado originalmente en Sarcomic Strips.