Con el Atlas aunque gane

Eterna fidelidad rojinegra

Las 30 mil personas en promedio que asisten cada quince días al Monumental Estadio Jalisco a ver al Atlas no pueden estar equivocadas. Es una tradición y un ritual.

Lo de Atlas radica en promulgar el buen futbol de la escuela inglesa con el buen trato de balón.
—Omar Fares (periodista)

Pachuca 0–1 Atlas FC / J6 / Apertura 2019, Sub 17. Foto © atlasfc.com.mx

El deseo de Juan José “Lico” Cortina, originario de Madrid, quien estudió en Inglaterra durante su infancia, se concretó en Guadalajara, a donde inmigró con su familia. No fue hasta el 15 de agosto de 1916 cuando la pasión de Juan José por el futbol creció al grado de crear un equipo más para la ciudad junto con otras dos familias tapatías que habían tenido la experiencia del futbol en Inglaterra, y decidieron llamarlo Atlas. Así fue nombrado por la emoción de Juan por creerse ya el sostén del mundo, pues Atlas hace referencia al titán de la mitología griega que fue condenado por Zeus a sostener la Tierra separada del cielo por toda la eternidad.

En 1908 se fundó la Federación Deportiva de Occidente de Aficionados de Jalisco, la cual fue la primera Liga en establecer divisiones, llamadas Primera y Segunda Fuerza. Atlas compitió en la Segunda, donde obtuvo cinco títulos (1918, 1919, 1920, 1921 y 1936).

Ya en 1943, cuando se oficializó el futbol profesional en México, los rojinegros lograron en la temporada 1945–1946 su primera de cuatro Copas México que ostentan —hoy en día llamada Copa MX— y en ese mismo torneo obtuvieron de igual manera su primer título de Campeón de Campeones de los cuatro que tienen —competencia disputada entre el campeón de Liga y el campeón de Copa de ese mismo año.

La gloria máxima llegó para Atlas en la campaña 1950–1951, cuando en la última jornada enfrentó a Chivas y, de conseguir el triunfo, se convertiría en campeón de Liga y primero en obtenerlo de los equipos de Jalisco. De la mano del costarricense Edwin Cubero, quien anotó el único gol del encuentro, consagró a los rojinegros con su primer y hasta el momento único campeonato de Liga.

La gloria máxima llegó para Atlas en la campaña 1950–1951, cuando en la última jornada enfrentó a Chivas y, de conseguir el triunfo, se convertiría en campeón de Liga y primero en obtenerlo de los equipos de Jalisco.

A pesar de haber sido el primer equipo de Jalisco en obtener el campeonato de Liga, los resultados han ido a la baja a partir de ese torneo, pues han descendido de categoría a la Segunda División —hoy en día llamada Ascenso MX— en tres ocasiones (1954–1955, 1971–1972 y 1978–1979).

Sin embargo, en la campaña de Verano 1999 las ilusiones de Atlas por otro título de Liga se vieron posibles con la camada de jugadores jóvenes —entre ellos Rafael Márquez— que tenía entre sus filas. Pese a la alta expectativa del equipo, no lograron el campeonato al perder ante Toluca en la serie de penales en el juego de vuelta de la final tras empatar en el marcador global cinco a cinco.

Al ver el equipo de 1999 que dirigió La Volpe, confirmé que Atlas es el equipo al que apoyaré siempre.
—Rafael Carvajal (comunicación Atlas FC)

Actualmente el Atlas se encuentra en la novena posición en cantidad de afición en comparación con los 19 equipos que militan en la Liga MX, con el apoyo de 2.8% del total de entrevistados en la consulta nacional Mitofsky de la Afición al Fútbol Soccer en México 2019.

Durante el Torneo regular del Apertura 2019 de la Liga MX, Atlas fue el cuarto equipo con mayor asistencia en su estadio, donde tuvo un total de 238,896 aficionados en el Monumental Estadio Jalisco, dividido en nueve partidos. Con un promedio de 26,544 espectadores por juego y 48.16% del total de la capacidad de su estadio, por lo que la ganancia en promedio por encuentro (donde el rango de precio del boleto es entre los 90 y 900 pesos) es de casi 10 millones de pesos (con un promedio de 352 pesos por boleto).

El equipo femenil, por su parte, juega la gran mayoría de sus encuentros en la cancha Alfredo “Pistache” Torres en el Club Atlas Colomos con capacidad de tres mil espectadores, y en menor medida en el Estadio Jalisco. Todos sus partidos de local son a puerta abierta, sin la necesidad de tener un boleto para acceder al juego; a excepción de cuando disputan la liguilla o ante equipos de alta demanda como Chivas o América, donde sí es necesario el boleto, aunque sigue siendo gratis.

La afición del Atlas tiene como valor simbólico el vínculo con el amor a Guadalajara. El equipo tapatío como tal.
—Bernardo Masini (académico)

El historiador Luis González y González define matria, en Invitación a la microhistoria (1973), como el amor de la persona por el lugar donde nació, y se caracteriza por honrar y tenerle más cariño que a su país. Bernardo Masini relaciona el concepto de González y González con el equipo Atlas, ya que no tanto al país al que se pertenece, sino a la ciudad de origen, se le suele tener más lealtad y cariño que a la propia nacionalidad. En este caso, se define en mayor medida el valor simbólico del Atlas como propio de Guadalajara en lugar de las Chivas, quienes comprenden a todo México, por su modelo deportivo por el que cuentan entre sus filas solamente jugadores mexicanos —en tanto que la pasión, la lealtad y la fidelidad de la afición rojinegra se inclina por el amor a Guadalajara y Jalisco.

Las 30 mil personas en promedio que asisten cada quince días al Monumental Estadio Jalisco a ver al Atlas no pueden estar equivocados. Es una tradición y un ritual ver los juegos de los rojinegros en vivo, por lo que no puede existir la ciudad de Guadalajara sin el Atlas y viceversa. Son casi sinónimos por el sentido de pertenencia que demuestran y explican los aficionados a los zorros.

A pesar de no formar parte de los equipos con mayor número de títulos, el juego bonito es lo que caracteriza a la furia, ya que desde sus orígenes como club de futbol su mayor preocupación al disputar un juego es que tengan un buen trato del balón, a diferencia de otros en los que su principal objetivo es conseguir la victoria. Puede sonar muy romántico, pero las formas importan al momento de buscar el triunfo.

Desde pequeño me llevaba mi abuelo al Estadio Jalisco, ahora yo voy por mi cuenta con amigos.
—Carlos Correa (aficionado rojinegro)

Si una palabra define al Atlas ésa es fidelidad, porque en contraste con otros clubes con escaso palmarés y cuya afición es meramente de la ciudad donde juega el equipo, no reúnen a tantas personas en sus estadios como La Academia y, sin importar los resultados, siempre están presentes para alentar a los rojinegros. Atlas no puede ser calificado de equipo chico, pues la relevancia no está en sus vitrinas sino en el amor y la pasión que sus aficionados demuestran al pintar sus casas, locales y hasta su piel de rojo y negro para honrar su juramento de fidelidad por toda la vida. ®

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Publicado en: Apuntes y crónicas

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