Reescritura del tiempo y el espacio

La compañía, de Verónica Gerber Bicecci

Estamos atrapados entre citas en inglés de textos sobre metales, dibujos de murciélagos y estructuras de minas y sus contextos geográficos, voces múltiples de ingenieros, mineros…

Verónica Gerber Bicecci

La compañía (Almadía, 2019), de Verónica Gerber Bicecci, tiene dos partes: “a.” y “b.”. Además, un apéndice de fuentes, agradecimientos y un epígrafe cursi.

“a.” formó parte de la instalación “La máquina distópica” en la XIII Bienal FEMSA “Nunca fuimos contemporáneos” y se exhibió en el Museo de Arte Contemporáneo Manuel Felguérez en Zacatecas a finales de 2018. Se compone de textos: la reescritura del cuento “El huésped” de Amparo Dávila; elementos gráficos: fragmentos de los pictogramas de La máquina estética de Manuel Felguérez; fotografías de estudio: piedras de las minas de Nuevo Mercurio tomadas por Elizabeth del Ángel; fotografías de archivo tomadas por el doctor Héctor René Vega Carrillo, y fotografías en alto contraste tomadas por Verónica Gerber Bicecci durante un viaje a San Felipe Nuevo Mercurio.

“b.” es una crónica reconstructiva de San Felipe Nuevo Mercurio, Zacatecas, un poblado desarrollado a partir de una mina de mercurio descubierta en 1940. Se compone de una multitud de textos: de un relato de José Luis Martínez; de conversaciones con el doctor Hugo Vega Carrillo, el minero José Esquivel, el periodista Alfredo Valadez Rodríguez; de tesis presentadas por Rogelio Costilla Salazar y José Juan Gurrola Vargas; del capítulo Capitalism Versus the Enviroment de Darcy Tetreault y del libro Mercury. A Materials Survey de James W. Pennington; de informes de Semarnat y artículos de internet sobre el meteorito de Nuevo Mercurio, entre otros. También hay diagramas: secciones, plantas y croquis de la mina Tiro General y de estudios geológicos, mapas de reinterpretación de cráteres meteóricos, planos de un proyecto ecoturístico y láminas de dos murciélagos.

Es estimulante clasificar este libro. No es una novela, no es una crónica, no es un cuento, no es un artículo periodístico, no es una investigación. Pero sí es todo lo anterior y mucho más.

La editorial Almadía rotula la palabra NARRATIVA en la contraportada del libro y una nota que precisa que “las palabras e imágenes de este libro son una reescritura, por lo que compartirlas no constituye un delito. Pueden tacharse, enmendarse o plagiarse…”. Lo que me parece una declaración de principios sobre la autora y su obra.

Es estimulante clasificar este libro. No es una novela, no es una crónica, no es un cuento, no es un artículo periodístico, no es una investigación. Pero sí es todo lo anterior y mucho más. Vengo de reseñar libros experimentales como Tristram Shandy y Tres tristes tigres, que en cierto sentido se inscriben en una estructura clásica del objeto libro. En el caso de La compañía se transgreden principios narrativos como la trama o la presentación de los personajes, sobre todo en la parte “b.”. Sin embargo, no se echan de menos: estamos atrapados entre citas en inglés de textos sobre metales, dibujos de murciélagos y estructuras de minas y sus contextos geográficos, voces múltiples de ingenieros, mineros, habitantes del poblado, autoridades, académicos, periodistas y sobre todo en un performance con la autora.

Hice la lectura de la parte “a.” sin haber leído previamente el cuento de Amparo Dávila. Les sugiero leer el cuento “El huésped” como un intermedio entre “a.” y “b.” Van a disfrutar la parodia de una tradición cuentística de primera línea llevada a través del fotocuento y de la estética visual. La reescritura se realiza con un cambio en el tiempo verbal del cuento, utilizando el futuro y el cambio de nombre de uno de los personajes.

Para finalizar resalto la capacidad de expansión de la obra de la autora a otros soportes y formatos, viajando en el tiempo y el espacio con temas fundamentales del contexto histórico y actual como la minería y su historia desafortunada en sitios paradigmáticos del país. Las disciplinas visuales como la fotografía, la ilustración, el dibujo arquitectónico o cartográfico aportan una sintonía afortunada a la narrativa de este ejercicio literario y me llevan a la pregunta: ¿cómo nos relacionamos con estas experiencias análogas en medio de este mundo cada vez más virtual? Gerber Bicecci nos da una respuesta conmovedora en esta obra trashumante y escurridiza que brilla entre las manos de sus lectores. ®

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Publicado en: Éstos son nuestros papeles

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