“Empecé a escribir porque leí mucha poesía; fue en el periodo en el que me salí del periódico, y en toda esa transición cambian muchas cosas. Comencé a sentir que ya tenía algo qué decir y empecé a escribir unos poemas y de repente eran más y más.”
Eugenia Flores Soria (Saltillo, 1989) es periodista cultural y poeta. Estudió la licenciatura en Letras Españolas y la maestría en Ciencias de la Educación en la Universidad Autónoma de Coahuila. En 2016 publicó el libro de poesía Plegaria de la Aurora editado por el Instituto Municipal de Cultura de Saltillo. Su obra aparece en las antologías Cartografía a dos voces, Tiempo fuera, Mínima y Pandemia: Realidad y ficción. Obtuvo en tres ocasiones el Premio de Periodismo Cultural Armando Fuentes Aguirre en las categorías de nota, artículo y columna. Actualmente es catedrática en la licenciatura en Letras Españolas de la Universidad Autónoma de Coahuila en las asignaturas de Literatura Clásica y Lingüística. Como promotora del libro ha colaborado en programas de televisión y radio de diversos medios de comunicación. Participa, además, en el proyecto cultural Pasión Lectora en Facebook Live y colabora en diversas revistas literarias. Escribe semanalmente una columna cultural en el periódico Vanguardia. Recientemente publicó el libro de ensayos Al sur de la literatura en la editorial Anónima. “Empecé a escribir porque leí mucha poesía; fue en el periodo en el que me salí del periódico, y en toda esa transición cambian muchas cosas. Comencé a sentir que ya tenía algo qué decir y empecé a escribir unos poemas y de repente eran más y más” (El Harto Arte).
—¿Qué detalle de la vida cotidiana es lo que más te irrita?
—Que mi computadora tarde más que yo en reaccionar por las mañanas.
—Por el contrario, ¿qué detalle de la vida cotidiana es el que te hace más feliz?
—Practicar acrobacia en telas y girar en el aire.
—¿Cuál es tu mejor momento del día?
—Disfruto muchos momentos del día, no tengo uno favorito.
—¿Cuál es tu mayor miedo?
—Que algo terrible le pase a mi familia.
—¿Cuál consideras que es tu gran defecto?
—Hablar demasiado y ser cascarrabias.
—¿Qué es lo que más valoran de ti tus amigos?
—Supongo que el ser compañeros de vida.
—¿Qué cosa te desagrada más de la gente que te rodea?
—El ruido, a veces.
—¿A qué persona viva y muerta admiras?
—He pensado por mucho tiempo esta pregunta. No puedo elegir.
—¿Cuál es tu mayor extravagancia?
—Gastar dinero como si no tuviera sueldo de maestra y darme mucha importancia al hablar.
—¿Cuál ha sido tu mayor mentira?
—Negarme a mí misma.
—¿Te asomas al espejo y qué ves?
—Una mujer muy parecida a la que quiero ser.
—¿Cuál es la cualidad que más te gusta en un hombre?
—Depende del hombre, pero diría que la sencillez.
—¿Y en una mujer?
—La conversación.
«Me gusta el espíritu de Carmen Camacho, insurgente de la Independencia de México. La atraparon y fue obligada a caminar por la calle usando únicamente una camisa de manta. Le colgaron un letrero que decía: “Adicta a la insurgencia”. Nunca desistió.»
—¿Cuál es tu color favorito?
—Todos me gustan, menos el verde pastel y el café apagado.
—¿Qué foto tuya no colgarías en casa?
—La de la graduación de la maestría. Qué año tan feo.
—¿Qué palabras o frases usas con demasiada frecuencia?
—“Ya qué”, “yo”, “gracias”.
—¿Cuál ha sido el momento más glorioso de tu vida?
—Cuando pude sonreír varias veces al día luego de una larga enfermedad.
—¿Qué talento te gustaría tener?
—Manejar bien, así podría viajar por todo el país. Pero soy un cafre.
—¿Qué cambiarías de ti?
—Me quitaría unos kilos de soberbia.
—¿Cuál ha sido tu mayor fracaso?
—Actuar, durante mucho tiempo, como si hubiera fracasado en la vida.
—Si pudieras reencarnar en una persona o cosa, ¿qué serías?
—Sería una mariposa, una golondrina o algún ser alado y simpático.
—¿Qué lugar te gustaría conocer?
—América del Sur.
—¿Cuál es tu posesión más preciada?
—Una cajita de madera con papeles (de cuando se usaban las cartas).
—¿Qué es para ti lo más profundo de la miseria?
—Hay muchas formas de ser miserable. Pienso que los peores son los canallas a conciencia.
—¿Cuál es tu ocupación preferida?
—Dar clases y transmitir conversaciones literarias por redes.
—¿Cuál es tu comida favorita?
—El pastel en cualquiera de sus manifestaciones.
—¿Cuál es la comida que más odias?
—El huevo, qué horror.
—¿Quiénes son los escritores que admiras?
—Walt Whitman, Alda Merini, Fernando Pessoa, San Juan de la Cruz, Jorge Luis Borges, Jane Austen, Francesca Gargallo, Eduardo Galeano, Laureana Wright, Virginia Woolf, Elena Garro, Paul Verlaine y más.
—¿Cuál es tu banda, cantante o grupo musical preferido?
—Cambia según el día. Hoy puedo decir que Caetano Veloso.
—¿Con qué figura histórica te identificas más?
—Me gusta el espíritu de Carmen Camacho, insurgente de la Independencia de México. La atraparon y fue obligada a caminar por la calle usando únicamente una camisa de manta. Le colgaron un letrero que decía: “Adicta a la insurgencia”. Nunca desistió.
—¿A qué personaje famoso te gustaría conocer y qué le dirías?
—A Joan Manuel Serrat. Le diría que muchas gracias.
—¿De qué es lo que más te arrepientes?
—De no decir lo que siento en el momento indicado y de no haber vivido un poco más.
—¿Te gusta algún deporte? ¿A qué equipo le vas?
—Practico el yoga aéreo. No me gustan los deportes de competencia.
—¿Cuál es tu mayor adicción?
—Los mazapanes. No me detengo.
—¿Cómo te gustaría morir?
—No quisiera pensar en eso.
—¿Cuál considerarías que es tu lema?
—Siempre hay una primera vez. ®