Un verdadero escritor lo es en el Facebook y en el Twitter. He aquí una muestra. Bueno, si es un verdadero escritor usted lo decidirá.
Me parece una reverenda mamada que el Palacio de Hierro no venda valijas diplomáticas. ¿No que muy acá?: “cien-por-ciento-sangre-azul” o no sé cuánto… ¡Bah!
La SMN asegura que al menos un huracán golpeará al país… el resto lo van a sodomizar.
Los taxistas son los principales portadores de ese virus pandémico conocido como el small talk.
Vera Lynn llevó al campo de batalla a más tropas que Churchill.
Soy un embutido de ideas fugaces.
La directiva de SeaWorld se pregunta cómo es que una BALLENA ASESINA con DOS AGRESIONES FATALES EN SU HISTORIAL y que lleva años viviendo dentro de un estanque que mide DIEZ METROS CUADRADOS fue capaz de matar a una yuppie que le aventaba sardinas al hocico a cambio de humillarla públicamente de manera sistemática. Sé de un chingo de vegetarianos que matarían por mucho menos que eso.
Circula el rumor de que después de oír su primer disco, el padre de Aleks Syntek empezó a usar condones hasta para ir a mear.
Soy un embutido de ideas fugaces.
Tengo la sospecha de que Emo Morales confundió el pollo transgénico con la polla travestida.
In the land of the blind Saramago is Elvis.
Voy a decir que estoy embarazado para que me chuleen la panza.
¿Dónde carajo está Barman cuando uno se encuentra en aprietos?
Prefiero decir que soy un ente hidropónico. La palabra “desterrado” me parece demasiado espectacular.
Frank Booth is dead. May he rest in blue velvet.
Dennis Hopper, Andrey Voznesensky y Louise Bourgeois se mueren en una misma semana a la vez que Celine Dion está embarazada de gemelos. ¿Quién está a cargo de este despelote cósmico? De ahora en adelante me voy a dirigir a dios por su nombre cristiano: “Juanito”.
Da la impresión de que algunos tuiteros tienen más estados de ánimo que tiempo.
El dogma de la inmaculada concepción me parece, por mucho, menos disparatado que el mito del “sexo sin compromisos”.
La mano de Henry ha perturbado a más irlandeses que las de todo un seminario de curas.
Chabelo, Walter Mercado, Derbez, Verónica Castro, “el Perro” Bermudez, etcétera… Televisa ha creado más aberraciones que la mitología griega.
La intransigencia de mi despertador roza con el fascismo.
Es importante deshacerse de la esperanza si lo que uno busca es reformatear el espíritu.
Hay veces en las que estoy completamente convencido de que en el fondo, los noticiarios no son más que una gran campaña publicitaria que tiene como objetivo único incrementar el consumo del opio.
Me opongo firmemente al matrimonio entre americanistas.
Es importante deshacerse de la esperanza si lo que uno busca es reformatear el espíritu.
Cuatro días bajo un régimen estricto de pan tostado con jamón. Mi paladar está experimentando algo muy parecido al apartheid.
Un mínimo roce con la burocracia mexicana es motivo suficiente como para que cualquiera se postule la posibilidad de dedicarse de lleno al arte del origami o a la fabricación de explosivos caseros.
Cada vez que veo una de las “obras” de Spencer Tunick tengo ganas de poner una empresa multinacional de burkas.
Las colas del Superama Condechi están compuestas por artistas conceptuales que pagan sus vinos con cupones del Fonca; poetas malitos de un aspecto melancólicamente estereotipado y actrices desempleadas que esconden su frustración detrás de unas gafas de sol y kilos de cosméticos suecos. Lo que uno tiene que esquivar para poder comprar un puto jitomate.
Mi frente es un ecosistema extinto donde alguna vez vivió una especie de copete.
El nacionalismo y la fe pueden llegar a ser conceptos lúdicos, siempre y cuando se suministren en dosis de 90 minutos. De allí en adelante me parecen fuera de lugar e incluso antideportivos.
La vida sin eufemismos sería lo que es: una mierda: un pleonasmo.
Algunas de las grandes ventajas —al margen de las obvias— de los exilios domésticos son que uno logra evitar los roces —y las ETS que les siguen— con los GUARDANORTES en turno; además, los exiliados en cuestión pueden ahorrarse el sofocante paternalismo mediático de los Proyectos de Nación fotogénicos que los abrazan, al menos hasta antes de que se disipe el flash.
¿“A quien madruga dios le ayuda”?… una razón más para estirar los brazos y acomodarse firmemente en el ateísmo.
Siempre que me topo con las miradas idiotizadas de los adolescentes, inmediatamente pongo en cuestión la relevancia del reciclaje y el ahorro de energía.
En un mundo cuerdo, las baladas de Clayderman deberían de ser calificadas como crímenes contra la humanidad en escala mayor.
En comparación con la de los cubanos, la migración de los pingüinos parece un acto espontáneo.
La vida sin eufemismos sería lo que es: una mierda: un pleonasmo.
Pienso llevarme tu libro a la tumba, para cuando el tiempo y el cultivo del espíritu ya no sean factores de relevancia.
Tuve un sueño —con calambre— en el cual azotaba a un policía con un diccionario. La zangre se detuvo cuando llegué a la zeta.
Reconozco que los militantes funcionan como excelentes inductores del sueño.
Las relaciones longevas que ahora podemos entablar con los personajes que pululan de los guiones de la era de las grandes series televisivas —léase: Mad Men, Dexter, Los Soprano, entre otras— hacen que en comparación las películas parezcan una Polaroid.
La última vez que participé en un evento masivo fue cuando era un espermatozoide.
La facilidad con la que todo se puede ir a la mierda se ve desdibujada gracias a los efectos especiales cortesía de los proxenetas del bienestar.
Llevo días buscando El manual del perfecto idiota latinoamericano? Que quede claro, no me refiero a La Jornada.
La depresión post-parto me la llevé yo. Mi madre salió bien librada.
Nunca supe qué hacer en caso de incendio. Pero domino el arte del ahogamiento mejor que un cardumen de atunes.
Lo único que le hace falta a esta sociedad es caché. Por eso propongo cambiar el término “adultos mayores” por “gente vintage”.
En las crudas todo suena a vuvuzela.
¿“Ojalá que llueva café en el campo”?… Ahora sólo falta que lluevan poodles en la Condesa, sida en África y ratas en Los Pinos, ¿no? ¡PENDEJO!
“You live, you learn”, They said. I decided to ask They what is death. “Graduation day”, he answered without hesitation.
¿Qué, ahora cada vez que tiemble van a hablarnos de las profecías mayas, de los gritos agónicos de la Madre Tierra y del imperialismo yanqui? Pinche Richter, ha sacado del clóset a más hippies que Timothy Leary.
La cancillería mexicana aseguró que no se han registrado casos de connacionales heridos o fallecidos en Chile. Me pregunto ¿desde cuándo necesitamos de comunicados oficiales del gobierno para saber que donde peor les va a los mexicanos es en México?
Cada vez que hablo con mi contador tengo ganas de unirme a una guerrilla, la que sea.
El psicoanálisis está diseñado para aquellos que creen en una curva de aprendizaje infinita (entiéndase: la inmortalidad).
Estoy pensando en la Solución Final al problema Mosquito.
Matemático de la UNAM demuestra que hubo un “antes” del Big Bang: un fenómeno prehistórico conocido como el Gang Bang.
“Escuché que el tsunami puede llegar a chingarse a Mazatlán, Japón y Francia”, me dice el taxista poco después de asegurarme que el A-H1N1 es un complot panista y que el cambio climático es la respuesta de dios a nuestros pecados. No cabe duda de que el Metro es un medio de transporte mucho más sofisticado.
“Sos una gyoza”, le dijo una empanada argentina a su semejante japonesa segundos antes de que fueran devoradas por un silencio incómodo.
Voy a matar el domingo suministrando patologías intravenosas a un puñado de personajes sospechosamente saludables.
Si me vuelven a tocar el timbre un domingo por la mañana, Jehová se va a quedar sin testigos.
Mantenerse en forma resulta mucho más caro y difícil que engordar. Los verdaderos pachás —salvo contadas excepciones— de nuestros días tienen el abdomen marcado mientras que algunos obreros exhiben panzas dignas de un sultán otomano.
Pienso que si legalizaran el aborto —en donde no lo han hecho aún— habría muchos menos DJs.
Según señala el último informe de la OMS, el cuerpo cortado es uno de los primeros síntomas de la decapitación.
Las pesadillas no son más que cuentos infantiles narrados en acento redneck por Pol Pot y Mel Gibson.
El mainstream: ese Ganges intercontinental donde todos los cadáveres flotan en sentido contrario.
¿Qué nos querrá decir Pelé con sus anuncios de Visa y Viagra? ¿Tengo un chingo de lana y sí, todavía se me para cuando me lo propongo?
Soy la reencarnación de un espermatozoide.
Pienso que nueve de los diez mandamientos salen sobrando. «No asesinarás al inocente» y listo. ¿De dónde viene esa obsesión milenaria por los Top Ten?
Siento nostalgia por mi memoria de corto plazo.
Me pregunto si el vacío existencial es consecuencia directa del vacío del refrigerador o viceversa. ¿Qué fue antes? ¿El huevo o la gallina? ¿La mantequilla caduca o el ceño fruncido?
Soy parte del 20% de los gatos que no prefieren Whiskas.
Siento que estoy tan maleado que incluso soñar a veces me parece un acto irresponsable.
Comí lo suficientemente bien como para engañar a mi estómago para pensar que la familia es una institución tolerable.
Soy un voyeurista de la torpeza.
A veces percibo la monotonía como un agolpamiento de déjà vus… o ¿será al revés?
Los viejitos han perdido mi empatía desde que existe el Viagra.
Soy el producto de una endogamia milenaria.
Siempre que veo a una mujer hermosa me pongo a meditar sobre el cúmulo de errores que me han llevado al fracaso. Por suerte vivo en el D.F.
La barra es el mejor diván.
Busco emanciparme de la sociedad, aunque lo más probable es que la sociedad se adelante a mis intenciones.
Siempre procuro reacomodar mis prejuicios antes de dormir.
Recuerdo con rencor el día en el que su prepucio fue degollado de un navajazo inesperado.
Soy un autóctono del descontento.
Tengo la panza de Siddharta y la mente en blanco pero me siento a años luz de distancia de la iluminación.
Lanzo una mirada desafiante que rebota violentamente contra el gran abismo blanco (léase: word document).
Lo único que los remedios hippies logran aplacar es el sentido común.
Sonrío al ver gurús que levitan sobre montañas de dólares para observar la ingenuidad patológica de sus fieles desde una distancia segura.
A veces quisiera ser más simpático, pero ni pedo… este barco ya zarpó. ®