ATISBOS DE LA RADIO ACTUAL

¿Así o más largo?

El también conocido como el International Lounge King comparte sus perspectivas de un medio que conoce bien y, con cierta nostalgia, relata cómo ahora los empresarios desperdician el potencial de la radio, a diferencia del uso que se le daba en la época “dorada” y en tiempos más recientes con casos como el de Rock 101, cuando los contenidos eran más interesantes y creativos y poco importaba la alta fidelidad; cuando destacaba la música como creación artística y no los patrocinadores, como ahora sucede.

Algunas reflexiones

Con cada día que transcurre se hace más y más lejana mi memoria de lo que fue la esencia de la radio en México. Recuerdo cómo la AM era la “jefa” antes que la FM, y los factores para esto eran muchos, entre otros, los contenidos eran tan apetitosos y creativos que poco importaba la alta fidelidad.

No hay duda de lo importante que puede llegar a ser la historia en la vida no sólo de una persona, sino de un país entero, y lo que ha sucedido poco a poco y de manera muy discreta es que han borrado del individuo su historia, y si hablamos de música, su historia musical.

Cada día nacen nuevos seres que habitarán esta complicada sociedad con décadas ya de música chatarra, la cual será su única referencia. Algunos de ellos, tal vez por accidente, se toparán con una grabación de Genesis, Rolling Stones, The Beatles, Yes, David Bowie, Juan García Esquivel, Elvis, The Doors, Hendrix, Joplin, Led Zeppelin, Police, Joe Jackson…, lo cual les ampliará las perspectivas. Quizá no entenderán por qué, pero será porque algo auténtico habrá tocado sus corazones.

No hay duda de lo importante que puede llegar a ser la historia en la vida no sólo de una persona, sino de un país entero, y lo que ha sucedido poco a poco y de manera muy discreta es que han borrado del individuo su historia, y si hablamos de música, su historia musical.

El problema no sólo es el medio actualmente, sino lo que éste contiene. Ahora la gente oye productos, no músicos, y a pesar de que gracias a internet se puede encontrar propuestas honestas y de calidad, los radiodifusores apuestan por lo que “vende” rápidamente y no por lo que construye, eso lo vamos a lamentar cada vez más conforme pasen los años. Los dueños de este medio se autocomplacen y se justifican con estudios ridículos, a los que he tenido acceso y que me parecen de lo más deshonestos.

Pregúntale a una persona que sólo ha escuchado José José, Luis Mi y Juan Gabriel qué es lo que más le gusta. Es obvio que te contestará: José José, Luis Mi y Juan Gabriel. Los dueños se niegan a escuchar y por ello a creer que el medio se está desmoronando, que cada vez menos gente oye radio. Hay una frase de una gran cadena que dice “En este momento hay más personas oyendo radio tal que viendo televisión”, de la cual yo me burlaba diciendo al aire que “En este momento hay más personas oyendo El Muñecón que haciendo macramé en la colonia Roma”.

Recuérdese el concierto de Live Aid, en los ochenta. Aún lo puedo ver en video y constatar cómo los artistas hablaban por sí mismos; daba orgullo ver a todos y cada uno aunque no fueran de mi entero agrado, pues no era cuestión de gusto sino de calidad. Algo que me llamó la atención del concierto es que el artista se veía grande y el logo de los patrocinadores chico; ahora veo artistas chicos y logos grandes. Antes era el concierto patrocinado por… ahora es el concierto de la marca con los artistas Sutano y Mungano.

Hubo estaciones de radio muy importantes que hicieron historia, y es importante contar la de una en especial que no sólo fue histórica sino que además fue un fenómeno social, pues rompió esquemas de la época, abrió la brecha para una nueva generación de artistas y además tuvo contento al radiodifusor por las magníficas ventas: Rock 101 —de la que escribiré en otra ocasión.

¿Qué pienso de la radio abierta actual? Los responsables no han entendido el daño que hacen a la sociedad con la transmisión de contenido baratos, malas bromas, amarillismo, chismes y música “chatarra”. Están deformando la mente del radioescucha, haciéndolo más ignorante cada vez. ¿Cómo se controla mejor a un pueblo? Haciéndolo ignorante, naturalmente. ¿Qué podría cambiar todo esto? Una conciencia, una crítica preparada y constructiva por parte de los encargados de la mercadotecnia, y los clientes, que son a fin de cuentas quienes sostienen esos espacios al anunciarse en ellos.

También existe una degradación del medio en sí, donde los locutores y los programas son refritos de refritos de refritos; donde la copia se va desgastando y la calidad deja cada vez más mucho que desear. Hemos cambiado la calidad por la cantidad. Una de las cosas que más me inquietan es la apatía y la indiferencia con la que mucha gente (inclusive algunos ex iconos radiofónicos) se comporta ante este problema.

Cuando hablo de elevar el nivel de conocimiento de la gente a través de la radio no estoy hablando de hacer radio “cultural”, sino de hacer una radio divertida, ágil pero con sustancia y un propósito que no sea tan sólo el de vender.

Respeto al medio

El Muñecón

Respeto a sí mismo y a los demás, en tu trabajo y en tu creación… Estudiamos lo que gusta y dejamos de creer en lo que hacemos, pero jamás complaceremos a todos, eso es una utopía. Cuando el artista verdadero creaba lo hacía para sí, no para ver si agradaba o vendía; la repercusión de su trabajo quizá no se entendía al momento, pero el tiempo se encargaba de permear su concepto en la sociedad.

Eso es algo que parece que nunca entenderán los comerciantes, incluyendo a los de la radio…

Las noticias

¿Para qué queremos saber lo que pasa si de todas maneras los gobiernos y las autoridades van a hacer lo que les plazca?

Recuerdo un slogan que dice “Información que sirve”. Claro, sirve para frustrar, alegar, distraer y manipular. Despierta por la mañana, como siempre; ve a trabajar, como siempre; tomas el mismo camino, como siempre; prendes el radio, como siempre, y entérate en una hora y media de camino de todo de lo que no tienes control… y que tengas un bonito día.

Lo que le gusta a la gente

Hace unos años invité a dos importantes radiodifusores a comer. Cuando llegaron tomaron un aperitivo, como debe de ser, charlaron amenamente e intercambiamos ligeros puntos de vista. Al poco tiempo se percataron de que el menú no llegaba. Yo así lo había planeado, así que cuando preguntaron qué comerían les dije: “No se preocupen, ya pedí por ustedes. Debido a la reputación de que gozaba no dijeron nada, y continuamos charlando —la reputación del Muñecón es impecable cuando se trata de comida y bebida.

Al cabo de veinte minutos llegaron los platos elegantemente tapados, los cuales fueron presentados a los comensales. Al observar los invitados sus platos se quedaron perplejos: yo tenía un delicioso corte de filete acompañado con exquisitas salsas y patatas, pero a ellos les habían servido un simple pollo frito comprado en una de esas cadenas de comida chatarra.

Los invitados no sabían qué decir, no sabían si era una broma… hasta que uno preguntó:

—Pero, ¿qué es esto? ¿Por qué nosotros tenemos esta comida y tú ese platillo?

Contesté:

—No se preocupen, es lo que está de moda y a toda la gente le gusta… así que decidí por ustedes.

—¿Cómooo? —replicaron.

—Así es, según esas sesiones de grupo con quince personas que deciden por millones, esto les gusta a todos, así que asumo que esto les debe gustar a ustedes.

—¿Es una broma?

—No, no lo es, lo que están viviendo, señores, es lo mismo que les hacen vivir ustedes a los radioescuchas, ustedes comen bien en casa, pero no serían capaces de tragarse la porquería que ustedes le sirven a los demás. Ustedes deciden según su criterio y viven en una burbuja, así que yo también decidí según el mío sin consultarles. Es lo mismo que ustedes hacen padecer a la gente que hace y escucha radio. Si no les gusta a ustedes no le debe gustar a nadie, ¿según quién?

Lo que pasó después ya es irrelevante… ®

Escucha de viva voz al Muñecón en esta colaboración especial para Replicante, en la que, a propósito de la importancia que tiene el dinero como el gran Dios del siglo XXI, habla de las corporaciones y de la prevalencia del factor económico sobre otros más relevantes —como sucede en la radio.

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Publicado en: Diciembre 2010, Medios

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