Christina Rosenvinge conoce a Safo

“El feminismo es una herramienta para hacerte fuerte pero no un fin en sí mismo”

“La vida de las escritoras me persigue y es muy bonito”, dice Christina Rosenvinge en esta entrevista. Habla de su incursión en el teatro y en el cine y de los proyectos que se avecinan. “En la música los caminos del arte se cruzan”.

Rosenvinge. Cortesía de la artista.

Con una trayectoria de más de treinta años con grupos como Christina y los Subterráneos, esta cantante y compositora española —con ascendencia danesa e inglesa— se aventuró a musicalizar a Safo de Lesbos en 2023 en el proyecto Los versos sáficos, que se originó como una obra de teatro en España y que culminó en un disco de nueve canciones como “Hoy duermo sola”, “Ligera como el aire”, “Himno a Afrodita”, “Fragmentos”, “Poema de la pasión” y otras con una dosis de sensualidad, jazz, otra pizca de de balada, rock y hasta electrónica. En su última visita a la Ciudad de México y Guadalajara en el marco de la pasada Feria Internacional del Libro, continúa este paso con vigor no sólo en la música sino en el teatro y el cine, con la película Karen (2021). El feminismo, su influencia y redes de apoyo es otra de sus aristas. “La vida de las escritoras me persigue y es muy bonito”, dice. Ésta es una charla con ella.

—Me interesa saber por qué decidiste abordar precisamente a Safo en tu carrera.
—La cosa empezó como una iniciativa para una obra de teatro en el festival de teatro clásico de Mérida, el teatro romano más grande en toda Europa. A la hora de exponer una productora me propuso idear un espectáculo, propuse devolverle la música a sus poemas y me propusieron idear algo para esto. Al principio iba a ser un proyecto pequeño y creció muchísimo. La idea era estar en el escenario con ocho intérpretes en texto, música y danza —como eran sus discípulas— y la parte de texto dramático fue escrita por la dramaturga María Folguera y Martha Pazos, la directora. Empecé a ponerle música a los versos y una vez hecho este montaje, y cuando acabó esa gira, el proyecto siguió creciendo, nos juntamos a grabar un disco. Yo era directora musical, pero las canciones eran de distintas intérpretes en la obra. Entonces hicimos un disco, acabamos la gira y compuse nuevos temas, y ahora la segunda parte de este proyecto es enfocarnos en la música, ya no tiene danza, sólo versos en sí y la música.

—Yo la leí hace unos doce años y me interesó esa combinación de la que hablas, aunque a ti te conocen más por tu faceta punk–rock desde los ochenta.
—Sí, pero en los últimos años me han pasado algunos incidentes. Interpreté en el cine en 2021 a Karen Blixen, la escritora de Memorias de África (Out of Africa); hicimos una película llamada Karen y después de esto me dieron un proyecto para interpretar a Safo. La vida de las escritoras me persigue a mí también y es muy bonito. De alguna forma me caen esta forma de proyectos, o yo los busco, en los que se interpreten textos u obras de otros siglos. Ese tipo de trabajos los hago porque me hacen creer mucho. Hay que meterte ahí de otra forma, comprenderlo, contextualizarlo en este siglo. Me parece maravilloso.

La vida de las escritoras me persigue a mí también y es muy bonito. De alguna forma me caen esta forma de proyectos, o yo los busco, en los que se interpreten textos u obras de otros siglos.

—Muchas veces hacemos cosas por dinero y no sabemos si tal actividad nos va redituar como esperamos, y no siempre somos selectivos para escoger proyectos que nos hagan crecer como personas, pero veo que no es tu caso.
—Sí. Yo he tenido la suerte en la cuestión de los encargos y cuáles sí y cuáles no, y afortunadamente ahora me puedo dar el lujo de rechazar los que no me parecen interesantes, pero sí tengo suficientes propuestas.

—En una entrevista dijiste que si Safo reencarnara podría ser como Rosalía o Lana del Rey.
—¡Claro, exactamente! Si tú piensas en la figura de Safo contra la poesía épica de Homero y todo lo que cantaba en la gloria de la guerra, el combate y la tragedia, de repente se contrapone a la poesía de Safo escrita en primera persona. Habla de la intimidad y del deseo físico puramente.

—Y con sus discípulas como Bilitis.
—Así es.

—Pues también influye que tienes ascendencia danesa e inglesa…
—Sí. Hay ciertas historias de las migraciones que son las mismas en todas partes. Mi experiencia es muy parecida a los mexicanos hijos en Estados Unidos, por ejemplo; tienen muchos puntos en común. Me interesa la transmisión generacional de la lengua y la cuestión de las migraciones y cómo afectan la construcción de nuestra identidad.

—¿Qué le dirías tú a la Christina punk de hace treinta o cuarenta años?
—Lo que hago es una evolución de lo que empecé a hacer a los veinte años. En el camino he aprendido mucho y me he especializado más en la parte literaria de la música, pero todo ese estaba en el inicio también, sólo que con el tiempo ha ido ganando más peso. ¿Qué le diría? (risas) ¡No pierdas la fe!

—En esa época había menos redes de apoyo entre mujeres, ahora ya estamos enganchadas en el feminismo más intenso. ¿Tú te asumes como feminista?
—Sí, sí me identifico. Estoy hablando de mujeres escritoras, de la música, donde la ideología está en segundo término, está la creación porque, digamos, el feminismo es una herramienta, una herramienta para hacerte fuerte, pero no un fin en sí mismo.

—¿Eso no pasaba en los ochenta?
—No, estábamos cada una por nuestro lado, no coincidíamos o había muy pocas. Cuando yo escribí el disco Que me parta un rayo hizo tantísimo ruido porque no había mujeres hablando en primera persona haciendo rock.

—Aquí en México, por ejemplo, tenemos más en cuenta a una mujer como Alaska.
—Sí, es mi amiga. Olvido —su nombre verdadero— tiene una potencia brutal, es infinita. Siempre ha estado en proyectos donde ha compartido autoridad con hombres. Esto de ser cantautora te pone de cierta forma en la industria en la que tienes que luchar contra ciertos escollos.

—Con tu edad y experiencia, tu impronta, ¿qué más podemos esperar de ti?
—Yo ya no hago planes porque me surgen cosas completamente distintas. En 2018 me dieron el Premio Nacional de Músicas Actuales, filmé una película, hice una obra de teatro, he hecho un montón de cosas. Los versos sáficos es la consecuencia. Para mí, en la música veo que los caminos del arte se cruzan. Me gusta moverme por ese sitio. ®

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Publicado en: Música

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