Poco hay que festejar en un país dominado por la misoginia y la propaganda malsana, pues en la frente del rostro de la escultura de Elena Garro alguien escribió la palabra “Puta” en color rojo.
El 22 de agosto de 2023 se cumplirá el 25 aniversario luctuoso de Elena Garro, y Los recuerdos del porvenir, su novela más emblemática, llegará a su 60 aniversario. Sin embargo, a Elena Garro la sigue persiguiendo la leyenda negra creada por la sociedad patriarcal, así como por el Estado mexicano a raíz de la masacre de Tlatelolco, perpetrada el 2 de octubre de 1968.
La ciudad de Puebla, el lugar que la vio nacer el 11 de diciembre de 1916, develó una estatua de la escritora para honrar su legado literario y su activismo en favor de las clases desprotegidas. El acto tuvo lugar el 27 de marzo de 2022, y la escultura en bronce de Elena Garro realizada por Andrea Rovelo y Leonardo Ticante puede visitarse en el andador 5 de Mayo.
Pero, al parecer, poco hay que festejar todavía en un país dominado por la misoginia y la propaganda malsana, pues en la frente del rostro de la escultura de Elena Garro alguien escribió la palabra “Puta” en color rojo.
A Madrazo lo eliminaron de la arena política el 4 de junio de 1969 mediante un crimen de Estado, en tanto que a Garro la convirtieron también en una “soplona”, ya que supuestamente delató a los estudiantes e intelectuales involucrados en el movimiento estudiantil.
Lamentablemente aún no se ha podido erradicar el descrédito en contra de la autora de Un hogar sólido, La señora en su balcón, Felipe Ángeles, Los perros, El árbol, entre otras de sus obras que innovaron el teatro en lengua española.
Es bien sabido que a Carlos Alberto Madrazo Becerra y a Elena Garro el régimen de Gustavo Díaz Ordaz los acusó de complotistas, de ser las cabezas de una conspiración comunista para derrocar al gobierno. A Madrazo lo eliminaron de la arena política el 4 de junio de 1969 mediante un crimen de Estado, en tanto que a Garro la convirtieron también en una “soplona”, ya que supuestamente delató a los estudiantes e intelectuales involucrados en el movimiento estudiantil.
Lo que la opinión pública parece ignorar es que las farsas orquestadas por la Dirección Federal de Seguridad (DFS), la policía secreta del gobierno, fueron construidas con la finalidad de eliminar el activismo político y social de Elena Garro, en su combate por la democracia y la justicia social como parte de las filas madracistas.
Resulta lamentable que esa leyenda negra continúe viva. ¿Hasta cuándo el pueblo mexicano reconocerá las farsas de los poderosos y honrará cabalmente a una de las creadoras y combatientes más grandes de las letras universales?
Aquí estoy, sentado sobre una piedra aparente. Sólo mi memoria sabe lo que encierra. La veo y me recuerdo, y como el agua va al agua, así yo, melancólico, vengo a encontrarme en su imagen cubierta por el polvo, rodeada por las hierbas, encerrada en sí misma y condenada a la memoria y a su variado espejo. La veo, me veo y me transfiguro en multitud de colores y de tiempos. Estoy y estuve en muchos ojos. Yo sólo soy memoria y la memoria que de mí se tenga.
Así comienza Elena Garro Los recuerdos del porvenir, en la que la autora le da voz a Ixtepec, la mítica Iguala de su infancia, para desmantelar la historia oficial y revelarnos las lacras del poder, del racismo, de la discriminación y de las leyes opresivas del patriarcalismo.
Si leemos a Elena Garro, esa leyenda negra un día —esperemos que no lejano— desaparecerá por completo y México la homenajeará como los rusos celebran a Dostoyevski y a Tolstoi, los griegos a Sócrates y a Platón, los ingleses a Shakespeare y a Virginia Woolf, los españoles a Cervantes, a Quevedo y a Almudena Grandes, los alemanes a Novalis y a Goethe, los irlandeses a Joyce, los franceses a Balzac, a Simone de Beauvoir y a Marguerite Duras, porque Elena Garro es una escritora clásica que merece nuestro respeto, agradecimiento y admiración. ®
