Contra la barbarie y el antisemitismo

Judíos y evangelistas en Ciudad de México condenan ataques de Hamas

A lo largo de la calle que ocupa la Embajada de Israel en México, en la calle de Sierra Madre, en las Lomas de Chapultepec, centenares de personas que profesan el judaísmo y no, exigieron la liberación de los secuestrados tras el ataque de Hamás el pasado 7 de octubre.

Veladoras por los secuestrados por Hamas. Fotografía de Arturo Mendoza Mociño.

“Ninguna religión que se precie de serlo, ninguna, pide matar, torturar o secuestrar en ‘el nombre de Dios’”, dice la escritora Silvia Cherem. Si se cree en la democracia y la libertad, si se cree en la decencia, la moral y la bondad, no se debe de legitimar a grupos terroristas como Hamás.

“No podemos permitir que el odio tome las riendas”, dice Laura Barrera Fortoul, presidenta del Grupo de Amistad México–Estado de Israel.

A las 9:49 de la mañana del domingo 22 de octubre de 2023 sonaron los cuernos ceremoniales que avivaron proclamas como “Israel, sé fuerte y valiente”, “Venceremos, derrotaremos al mal juntos”, “Estamos de pie”, “Somos una nación fuerte y más unida que nunca”, “El nunca jamás es ahora”, “Viva Israel”. Antes de que al filo de las 10:15 de la mañana la embajadora de Israel en México, Einat Kranz Neiger, convocó a los centenares de asistentes a entonar el Himno Nacional mexicano para dar inicio al acto de solidaridad con Israel y sus más de 200 ciudadanos secuestrados por el grupo islamista Hamás el pasado 7 de octubre.

La periodista y escritora Silvia Cherem. Fotografía de Arturo Mendoza Mociño.

Se aclaró que, a pesar de que fueron asesinados más de 1,300 israelíes —y algunos extranjeros—, que van desde jóvenes soldados de ambos sexos hasta niños que fueron degollados frente a sus padres, la actual lucha de Israel no es contra el pueblo palestino sino contra el grupo Hamás, ya que el anhelo de todo israelí, se recalcó, es vivir siempre en paz.

“Nuestra lucha”, insistiron varios de los oradores participantes, “es contra el terrorismo de Hamás”.

La periodista Silvia Cherem, en representación de la comunidad judía mexicana, conminó a hacer a un lado la indiferencia: “Si eres de izquierda o liberal, si eres un ciudadano libre, no puedes seguir desinformado. Israel se retiró de Gaza desde 2005 y les dejó a los palestinos toda la infraestructura para construir su futuro nacional”. “Es inmoral seguir justificando lo sucedido el 7 de octubre con el añejo discurso del opresor y del oprimido; no hay explicación para apoyar a terroristas que secuestran y mantienen como rehenes a inocentes, que asesinan sin escrúpulos, que aplastan al disidente y que han protagonizado las páginas más negras de nuestra historia, como también lo hicieron con el ataque a las Torres Gemelas”.

“Si crees en Dios, sabes que no se puede ultrajar el nombre de Dios, que ninguna religión que se precie de serlo, ninguna, pide matar, torturar o secuestrar en el nombre de Dios”.

Retratos de los secuestrados por Hamas. Fotografía de Arturo Mendoza Mociño.

La autora de libros como Ese instante y Esperanza Iris conminó al país entero en su intervención: “A ti, México, con todo el respeto y el amor que te tengo, te pido que te pronuncies por lo que es correcto y moral: la condena al terrorismo y la exigencia de que los más de doscientos rehenes regresen con vida a sus hogares. Entre ellos los mexicanos Ilana y Orión, este último un DJ que, como cientos de jóvenes bailaba, irónicamente, por la paz”.

“Si se cree en la democracia y la libertad, si se cree en la decencia, la moral y la bondad, si se sueña con la paz y con un mejor futuro para este mundo”, añadió, “no legitimes entonces a los grupos terroristas que buscan transformar, mediante crímenes de lesa humanidad, al Medio Oriente y al mundo entero, en aras de imponer un califato donde sólo rijan las leyes del fundamentalismo islámico”.

Se agradeció la presencia de los ciudadanos israelíes, los amigos evangelistas que asistieron en solidaridad al evento y los diputados Margarita Zavala, Salomón Chertorivski y el senador Emilio Álvarez Icaza.

Hacia las 10:45 se leyeron cartas de padres de los mexicanos secuestrados por Hamás, Ilana Gritzewsky y Orión Hernández Radoux, en las que externaron que confían en Dios para que regresen con bien a su casa mexicana.

También aquí estuvieron cantando y arreando las enormes banderas de México e Israel unos trescientos judíos sefardíes que tienen su sinagoga en la Colonia Popular, en Ecatepec, al nororiente de Ciudad de México.

Miembro de la comunidad sefardita de Ecatepec. Fotografía de Arturo Mendoza Mociño.

A todos los asistentes se les pidió que difundan lo que vivieron aquí para revertir el discurso de odio y antisemita que se esparce por diferentes medios de comunicación. Hay que abatir el control de la mentira con la palabra escrita, el debate público y materiales audiovisuales para difundir la verdad de lo que ocurre en esta guerra, como esa imagen de un soldado israelí que al llegar a un kibutz destruido tocó el Himno Nacional de Israel en un piano semiderruido tras el ataque de Hamás.

Un joven judío ortodoxo de Buenos Aires canta al final del evento el himno “Am Israel Jai” (El pueblo de Israel vive) y escucha atento que se pide a los asistentes que no vayan a ir al Ángel de la Independencia, porque ahí, al mediodía, los simpatizantes de Palestina convocaron a marchar a sus adeptos hacia el Monumento de la Revolución.

El joven asegura en los primeros minutos de las 11 de la mañana que ahora lo mejor que puede hacer cualquier amante de la paz es rezar, como tantos lo hacen por aquí, con ramos de flores y veladoras en mano, ante los páneles con centenares de imágenes de israelíes de los que no se sabe nada desde que Hamás invadió Gaza por agua, mar y tierra. ®

Discurso de Silvia Cherem.

Compartir:

Publicado en: Apuntes y crónicas

Apóyanos:

Aquí puedes Replicar

¿Quieres contribuir a la discusión o a la reflexión? Publicaremos tu comentario si éste no es ofensivo o irrelevante. Replicante cree en la libertad y está contra la censura, pero no tiene la obligación de publicar expresiones de los lectores que resulten contrarias a la inteligencia y la sensibilidad. Si estás de acuerdo con esto, adelante.