Delitos informáticos, vacío legal y mundo globalizado. La combinación perfecta para quebrar la ley en el ciberespacio. ¿Qué hacer si uno es víctima en la red?
El mundo virtual ofrece un sinfín de espacio. Interminable. Un universo globalizado sin fronteras. De relaciones múltiples y voces contrapuestas. Donde, a primera vista, pareciera que todo vale. Pero este imbricado lugar de luz y liquidez es también un territorio ideal para el delito. Desde médicos que suben videos de operaciones violando su juramento, pasando por la difusión de pornografía infantil, hasta víctimas del típico “cuento del tío”. Dialogamos con Ezequiel Zabale, doctor en Derecho y analista de sistemas de Rosario, Argentina, quien analizó este presente digital donde la figura del delito informático tiene peso propio.
“La gran mayoría de los jueces no tiene un gran conocimiento del uso de las nuevas tecnologías. Tenemos una gran variedad de fallos. Desde aquellos que han ordenado la baja de cierta información hasta otros que han rechazado la baja de pornografía infantil. Existen ciertos desencuentros entre la cuestión jurídica y los avances tecnológicos”, sostiene Zabale. En épocas de cambio las instituciones modernas están en crisis. Esa falta de criterio común hace propicio el avance delictual. “Existen ciertos interrogantes como, por ejemplo, si es posible aplicar las teorías doctrinales clásicas a las nuevas tecnologías o hay que hacer una adaptación; se discute mucho el tema de las competencias, si le corresponde a los Tribunales Federales, a los Provinciales o a los ordinarios. No hay políticas claras en el presente”, añade el especialista.
Calumnia, injurias, mentiras, ofensas, discursos xenófobos. Las redes amplifican. Lo bueno y lo malo. En estas épocas de mundialización, con actores globales como Twitter, Google o Facebook, la administración de justicia es mucha más compleja. Según Zabale, “En la actualidad, muchas de estas empresas tienen sedes locales, pero cuando no las tenían los trámites de notificación se debían hacer por cancillería o a veces las sedes estaban en países donde Argentina no tenía ni siquiera trato diplomático”. No es tarea sencilla actuar en este presente.
Las redes y el escándalo
Dos hechos donde la interacción entre redes sociales y usuarios estuvo en el centro de la escena conmocionaron a la opinión pública de Argentina. Según los vecinos de la pequeña localidad bonaerense de General Las Heras, Silvia Luna martilló en la cabeza de Carola Bruzzoni porque se enteró de que ella pensaba mostrar en su fiesta de casamiento en pantalla gigante un “video sexual” muy comprometedor de ella con un hombre. Carola murió tras nueve días de agonía. Por otra parte, un grupo de médicos de Concepción del Uruguay, Entre Ríos, subieron a internet la operación que le realizaban a un hombre que tenía un zapallo alojado en la cavidad rectal. Un hecho similar ocurrió en San Juan, donde los médicos grabaron con un teléfono celular a un hombre mientras le extraían una botella del ano. La TV reprodujo hasta el hartazgo las imágenes que previamente se habían subido a YouTube. La frontera entre la vida privada y la vida pública se pulveriza. Las herramientas digitales, si no se utilizan con responsabilidad hieren, lastiman, matan.
La frontera entre la vida privada y la vida pública se pulveriza. Las herramientas digitales, si no se utilizan con responsabilidad hieren, lastiman, matan.
“Los medios tradicionales difundieron este video como algo aberrante que había pasado. Y, si bien es una situación potenciada por las redes sociales, la realidad es que en el área médica es muy común que se filme, que se necesite una cámara por protocolo médico. Hoy, cualquier celular de gama media posee una cámara. Yo creo que los medios tradicionales han puesto en el ojo de la tormenta a las redes sociales más por conveniencia que específicamente por la peligrosidad de las redes”, asegura el abogado.
Según Zabale, para que eso llegara a YouTube “primero hubo una persona que lo grabó y luego se sentó en una computadora para subirlo”. ¿Qué pensó esta persona que subió el video a la red? “Creo que el problema está ahí y no en la red social en sí misma”, afirma, deslindando el perfil negativo de las redes por la cual se criticaron duramente este año. “Lo mismo ocurre en sitios pornográficos, donde muchas personas se graban y suben su vida privada a estos espacios. Por ejemplo, el hecho que ocurrió este año en General Villegas, provincia de Buenos Aires, donde un grupo de adultos se grabaron teniendo sexo con una menor y luego lo subieron a la redes como si hubieran descubierto un océano”, remata.
Víctimas digitales
No obstante, es necesario saber qué hacer en caso de sentirse acorralado por la difusión de un dato malicioso. “Si uno es víctima de algún tipo de estas situaciones es necesario saber que la mayoría de los sitios tienen políticas de altas y bajas. Es necesario notificar que uno se vio afectado. Estas políticas la tienen Facebook, YouTube, Microsoft. Algunos, con mayor o menor velocidad, tienen la posibilidad de bajar ese material de la red. La segunda posibilidad es una vía civil, que es interponer una demanda autosatisfactiva cuyo objetivo es dar de baja cierta cantidad de información que te perjudica o te afecta gravemente”, aclara Zabale.
Es conocido en Rosario el caso de un hincha de Newell’s. El abogado narra la cronología del hecho: “Durante diciembre de 2009, habiendo perdido su equipo es tomado por la Televisión Pública llorando y replicado en distintas redes sociales. Por ejemplo, hasta le había armado un grupo en Facebook: Yo también vi al gordito llorar. De esta manera, lo habían perjudicado gravemente. De esta manera, sus abogados interpusieron una demanda autosatisfactiva cuyo único objetivo fue dar de baja toda esa información”.
Desaparecer de Google
La forma de acceso a esta multiplicidad de datos posee una única puerta de entrada. La estrella de los buscadores. ¿Cómo se hace para desaparecer de Google? En Italia ocurrió un caso paradigmático. Un tribunal de Milán condenó a seis meses de reclusión a tres dirigentes de Google Italia por la divulgación en 2006 de un video con vejaciones a un joven con el síndrome de Down en un centro escolar de Turín. La grabación había sido incluida en la categoría de vídeos más divertidos y había llegado al puesto numero 29 de las imágenes más vistas. Las imágenes estuvieron dos meses en el sitio Google Videos, según el sitio Expansión.com.
La forma de acceso a esta multiplicidad de datos posee una única puerta de entrada. La estrella de los buscadores. ¿Cómo se hace para desaparecer de Google?
Zabale realiza un racconto de casos similares en nuestro país. “En Argentina ha habido algunos casos que vinculaban a modelos, que no le solicitaban a Google que se bajara toda la información sobre sus vidas, sino que se desvincularan sus nombres con sitios pornográficos. Son conocidos los casos de Sofía Zamolo o Nicole Neumann, ya que cuando se ingresaban estos nombres en el listado de búsqueda aparecían sitios pornográficos”. Según el especialista en derecho informático esto es mucho más complejo porque habría que remover parcialmente la información que ya está en la red y que incluso Google no controla, sino es manejada por terceros que manejan estos sitios.
El interrogante es: ¿Se puede iniciar acciones legales en contra de un buscador? “Hay un caso, el de una exintegrante del grupo musical Bandana Virginia Da Cunha que demandó a Google y a Yahoo y reclamaba 200 mil pesos por violación de derecho a la imagen y a la intimidad”. Ésta es una historia larga porque si bien hubo un fallo en primera instancia en Cámara con una sentencia favorable para la cantante, Google y Yahoo fueron absueltos de cargos de difamación. De esta manera, se revocó una decisión de primera instancia que condenaba a las empresas informáticas a pagar una suma de dinero a la excantante por la supuesta vinculación de su nombre con sitios de contenido sexual. El caso se inició a fines de 2006 y es el primero de una serie de juicios similares.
El New York Times se hizo eco de este caso: “El caso Da Cunha fue el que más ha avanzado en las cortes entre 130 casos similares, a partir de 2006. Cada demanda exige la eliminación de contenido. Entre los demandantes, que incluyen a la modelo Yesica Toscanini y a la leyenda del fútbol Diego Maradona, se destaca una mayoría de casos iniciados por artistas y modelos”.
“No soy de los que creen que la tecnología nos va a hacer libres. Considero que la tecnología nos termina haciendo un poquito más esclavos. Tenemos un gran cúmulo de información, pero de ahí a procesarla es un camino más difícil”, reflexiona el abogado en tono crítico. Aunque destaca el rol de la enseñanza en este largo camino: “Pienso que ya no sólo deberíamos enseñar a leer y a escribir sino a procesar la gran información que se recibe. Seleccionar e interpretar es tan o más importante que leer y escribir. Sería más interesante en las escuelas enseñar a procesar la información que prohibir el uso de Facebook”. ®