Duva es la ópera primera del director Jonathan Álvarez Peña, en la que narra los últimos clavados como profesional de Germán Sánchez “Duva”, medallista olímpico en Londres 2012 y Río 2016, y uno de los deportistas más importantes del país.

La película transcurre durante la preparación para el último ciclo olímpico, París 2024, y lo que se esperaba que fuese el retiro triunfal de Duva después de una lesión que lo alejó del deporte durante varios años y lo dejó fuera de los juegos olímpicos de Tokyo.
Sin embargo, la película toma otro camino, lo que nos permite conocer a Germán como hombre de familia, como ejemplo para nuevas generaciones y como el deportista que se cuestiona, en el punto final de su carrera, qué es lo que realmente quiere, más allá de las expectativas o los deseos impuestos. En palabras de Duva, quiere tener el poder de decisión de cuándo retirarse, sin que una lesión o alguien externo lo obligue a hacerlo.

Es la historia del clavadista que ya lo sacrificó todo y, en el ocaso de su carrera, se cuestiona si realmente vale la pena volver a pasar por todo el sacrificio que conlleva ser olímpico o es el momento de disfrutar, con su familia, todo lo que construyó y pasar la estafeta a una nueva generación de clavadistas.
En palabras de su director, es la película de Germán que le cuenta cosas a él a través de la cámara. Para ello se tomó la decisión de no hacer mucha investigación previa, para lograr un retrato íntimo del duro proceso de la preparación del deportista para ser un atleta olímpico, algo que pocas veces es retratado en la pantalla.
El espectador va conociendo a Duva al mismo tiempo que Jonathan, y son testigos del vínculo que resulta en una amistad entre el director y su protagonista. Una decisión que me parece interesante al tratarse de una figura tan reconocida en el deporte mexicano; realizar su película sin conocerlo previamente y sin investigación nos aleja de la perspectiva del súperatleta y nos acerca a la persona que, a través de una cámara, conversa con un amigo sobre las reflexiones de lo que ha sido su carrera y lo que vendrá en el futuro.
Para ser una ópera prima, la película se siente madura. No cayó en la tentación en la que muchas óperas primas caen, la de abarcar muchas cosas y contar demasiado, buscar demasiado impacto. Tener enfrente a alguien como Duva, una leyenda del olimpismo mexicano, debió ser complicado, aunque al final estuvo bien resuelto y aterrizado.

Realizar una película siempre es una tarea compleja, por eso tiene mucho valor el hecho de que ésta fue hecha por estudiantes universitarios del ITESO, quienes lograron llevarla a la edición 40 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) para competir en la categoría “Hecho en Jalisco”. Una gran plataforma para acercar a la audiencia al cine que se está haciendo en Jalisco y, en este caso en particular, para dar a conocer la historia de Germán Sánchez y el impacto que pueda tener en los jóvenes deportistas del país, reafirmando a un símbolo del deporte en nuestro país y a Jalisco como uno de los estados más importante en el desarrollo de atletas de alto rendimiento.
Entrevistamos al director, Jonathan Álvarez, quien habla acerca de sus motivaciones y reflexiones al contar esta historia.
El crew estuvo integrado por los estudiantes de la Licenciatura en Comunicación y artes audiovisuales del ITESO: Paulina Cázares, productora; Jonathan Álvarez, director; Diego Govea, edición; Ricardo Flores, sonido; Francisco Rocha, corrección de color; Marco Barbosa y Luis Pérez, música original. ®