A la vuelta del nuevo siglo Ponce, que regresaba de una provechosa estancia en Barcelona, decidió profesionalizar la pequeña empresa para dejar atrás los perniciosos “usos y costumbres” de las llamadas editoriales independientes.
Felipe Ponce
Arlequín es una editorial modesta y desde hace varios años la más importante del estado de Jalisco, fundada en 1994 por un grupo de escritores incipientes que entonces pensaban que ni la Universidad de Guadalajara ni la Secretaría de Cultura nunca los publicarían. Hoy Felipe Ponce, director de Arlequín, presume de un catálogo de 140 títulos en varias colecciones: la de literatura, con libros de novela, ensayo, teatro y poesía; la de libros de texto para secundaria y bachillerato, y una nueva de no ficción con títulos de historia, periodismo y ecología. En 2011 la editorial publicó catorce novedades que se exhiben y venden en el elegante stand no. 14 de la calle L de la inmensa Expo Guadalajara.
A la vuelta del nuevo siglo Ponce, que regresaba de una provechosa estancia en Barcelona —por poco se queda allá, confiesa—, decidió profesionalizar la pequeña empresa para dejar atrás los perniciosos “usos y costumbres” de las llamadas editoriales independientes: la informalidad, el amiguismo y el provincianismo, lo que los llevaría a una inminente desaparición, para apostar por la consolidación y la publicación de ediciones bien cuidadas de autores de otros países, sin olvidarse de los mexicanos con propuestas de interés y con calidad. Hoy los libros de Arlequín se encuentran en muchas librerías del centro y norte del país y también distribuyen mediante ventas directas y por internet, además de contar con el sistema de edición bajo demanda, con el cual empiezan a vender en España y Argentina. A tono con los tiempos, Arlequín ha incursionado ya en el mercado del libro digital, algo que empieza a cambiar las reglas del juego de los distribuidores convencionales, a veces caprichosos y arbitrarios en relación con la exhibición y los precios.
Entre las novedades más atractivas de Arlequín está el breve volumen de aforismos del extelegrafista oaxaqueño Marco Ángel El atril de la luciérnaga, que ha recibido comentarios como el de Peter Dallack: “Asombroso y extraordinario: ¿es poesía, ficción, filosofía?” Una breve muestra de resonancias cioranescas: “La diversidad de las religiones es una prueba de la esquizofrenia de Dios”. ®
De Guadalajara hacia el mundo: www.edicionesarlequin.com.mx
