El arte urbano entra en su gran momento

Piedra, papel o aerosol, VII

Anna Dimitrova, directora de Montana Gallery desde 2010, conversa con Replicante sobre su labor al frente de ese espacio en Barcelona consagrado a la exhibición de graffiti y arte urbano.

El arte siempre ha estado presente. Desde que era muy joven Anna Dimitrova se ha sentido atraída por el arte. “Me interesa, me impresiona, me motiva. Luego fue cuestión de tiempo para que se integrara en mi vida profesional”, dice. Aunque estudió Ciencias de la información pronto decidió enfocarse exclusivamente en proyectos culturales y pronto descubrió también que era muy gratificante trabajar con el arte. “Sientes que lo que haces y la gente con la que trabajas aporta algo al mundo, que realmente vale la pena hacerlo”, explica en entrevista para Replicante.

“De casualidad, como la mayoría de las cosas interesantes”, responde cuando le pregunto cómo se da su primer contacto con el arte urbano.

Su encuentro se dio hace casi una década, en un evento organizado por ella: CamelArte. Sucedió allá por 2003, cuando tenía lugar lo que ella llama el auge del arte urbano en Barcelona. “Las calles eran un mural infinito”, dice, “venían escritores de todos los países para pintar, era algo único, así que para el evento invitamos a artistas urbanos, y ahí me acerqué a esta modalidad”.

Dice haberse sentido impresionada por los artistas, su manera de crear y la filosofía que había detrás.

“Desde entonces no he parado de trabajar con artistas urbanos, integrándolos en campañas, eventos, exposiciones… Intentando dar a conocer en las calles de muchas ciudades todo lo que pueden aportar con sus trabajos”.

—¿Y cómo llegas a dirigir Montana Gallery?

—Montana Gallery nace de la mano de Montana Colors. En 2004 la marca abre una tienda en Barcelona que se transforma rápidamente en un punto de referencia en el sector del graffiti, y en 2007 deciden ampliar el espacio creando una sala de exposiciones. Por ahí han pasado algunos de los artistas más conocidos hoy en día. La primera exposición, de hecho, fue con Os Gêmeos, luego expusieron grandes como David Choe, Dran, Suso33, San, Escif… y muchos más. En 2009, después de algunas colaboraciones conjuntas, me invitan a llevar la galería de manera permanente, y ahí estoy, organizando la programación desde enero de 2010.

—¿A qué dificultades se enfrenta una galería especializada en arte urbano y graffiti?

—El arte urbano sigue siendo muy sectario, no todo el mundo llega a él, no todo el mundo lo entiende. De ahí la dificultad de conseguir que el público lo acepte y compre. Tengo todavía amigos que me preguntan: ¿Pero cómo que se expone graffiti en una galería? ¿Esto se vende? Aún hay muchos prejuicios y no es fácil romper las ideas arraigadas, hace falta tiempo. Es cierto que también hay muchos admiradores y seguidores, personas a las que realmente les apasiona, verdaderos coleccionistas.

El arte urbano sigue siendo muy sectario, no todo el mundo llega a él, no todo el mundo lo entiende. De ahí la dificultad de conseguir que el público lo acepte y compre. Tengo todavía amigos que me preguntan: ¿Pero cómo que se expone graffiti en una galería? ¿Esto se vende?

—¿Cuál es tu diagnóstico del estado actual del arte urbano mundial desde la posición que te da encabezar Montana Gallery?

—El arte urbano está entrando en su gran momento. Cada vez se hacen más cosas y de mayor calidad. Mucha gente que no tenía nada que ver con el arte urbano empieza a interesarse en él. Cada vez se habla más en los medios, se publican libros, cada vez se reconoce más a los artistas. Esto es bueno, hace que el sector se desarrolle y evolucione.

—¿Y cuál es tu diagnóstico del estado actual del arte urbano español?

—En España se están consolidando muchos artistas que llevan años trabajando y que ahora recogen los frutos. Artistas que están ya en museos, en ferias internacionales y en las grandes galerías de arte contemporáneo. Ejemplo de ellos son Sixeart y Suso33, que tienen interesantes trayectorias y llevan mas de veinte años pintando en las calles de Barcelona y Madrid. Hay también artistas revelación, como Aryz, que triunfan cada vez más en el extranjero, y artistas que desarrollan un discurso sólido, como Escif, Liqen, Axel Void, San, Nano4812, Remed, Eltono… Además, las instituciones públicas empiezan a apoyar el arte urbano, dedicándole exposiciones, algo que antes era impensable. Véase Fundación Miró en Barcelona, el Instituto Cervantes, ARCO…

—¿Qué artistas has presentado en la galería desde el 2010?

—Ha expuesto gente increíble nacional, como Inocuo, Aryz, Escif, Fasim, Rosh, y artistas de fuera: Dhear, Saner y Neuzz de México, Popay (Francia), Astro (Canadá), Fefe Talavera (Brasil)…

—¿Qué buscas en los artistas con los que trabajas?

—Solidez en su trabajo… Originalidad… Calidad.

—¿Cuál dirías que ha sido la expo más ambiciosa que has comisariado en Montana Gallery?

—No tanto ambiciosa, pero una de las más cañeras fue la de Neko, que es un artista generalmente contrario a exponer en galerías y que hizo una intervención pintando dentro de la sala con extintor y sobre las obras que estaban expuestas (http://youtu.be/r00hOip-xAg). Esto fue en octubre de 2011 y la acción entraba dentro del festival BAC! Arte de Guerrilla, quedó increíble. Otra muy interesante y atípica fue la exposición sobre el Nacimiento del Cómic en Estados Unidos del 1895 a 1920, por ser diferente, muy antigua y muy actual al mismo tiempo.

—¿En qué momento cobra un valor económico la obra de un artista urbano?

—En cuanto se convierte en objeto vendible. En cuanto aparece en la comunicación.

—¿Te has propuesto contribuir con las exposiciones que organizas a extender los límites de lo que se considera arte urbano?

—Esto lo llevo a cabo más con los eventos que realizo, como Jardines, por ejemplo. Proyectos en los que se involucran los ciudadanos, gente que no tiene acceso al arte y que gracias a estas acciones lo ve, lo interpreta. Se genera un beneficio para la ciudad, para los barrios y los vecinos que viven en ellos. Las intervenciones cobran una dimensión social y psicológica muy interesante. Son proyectos con una intencionalidad que acercan el arte urbano al arte público.

—En todo el tiempo en que te has relacionado con el mundo del arte urbano, ¿cuál ha sido el más grande aprendizaje?

—De todos y cada uno de los eventos y exposiciones que he organizado he aprendido. De los montajes, de los contratiempos, de la relación con los artistas después de pasar días enteros juntos, de entrar en su mundo, en su imaginario, en su manera de ver y transformar la realidad.

”Uno de los aprendizajes más potentes ha sido en los eventos como Seres queridos, en el que hay una profunda relación con la gente, no sólo con el público, sino con las personas retratadas. Se crea algo muy especial, muy fuerte y emotivo entre el artista, la persona y el entorno. Es difícil de transmitir esta sensación, es algo que te llena absoluta y totalmente y que marca a todos los que han estado presentes.

De todos y cada uno de los eventos y exposiciones que he organizado he aprendido. De los montajes, de los contratiempos, de la relación con los artistas después de pasar días enteros juntos, de entrar en su mundo, en su imaginario, en su manera de ver y transformar la realidad.

—Montana Gallery viene respaldada por la marca Montana Colors, hoy prácticamente omnipresente donde sea que esté pintándose un muro. ¿Eso te ha hecho de alguna manera más fáciles las cosas?

—Lo cierto es que sí. Hay muchos artistas urbanos que son reacios a exponer en galería, y a través de Montana Colors es más fácil acceder y tratar con ellos. Montana Colors es un respaldo fundamental para las exposiciones, es la red que lo sustenta todo.

—¿Qué opinión te merece ese prejuicio que considera que el arte urbano llevado a una galería es una manera de domesticarlo?

—En realidad es cierto… Es como llevarse un animal salvaje a casa. De hecho es lo más seductor para mucha gente, llegar a domesticar lo que es libre y no obedece a leyes. Pero los artistas diferencian mucho los dos espacios, un cuadro nunca será lo que pintan en la calle; el objetivo es diferente, el soporte, el público, todo.

—Finalmente, ¿cómo te gustaría que Montana Gallery fuera vista por otras galerías?

—Como una referencia en el arte urbano. ®

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Publicado en: Arte, Febrero 2012

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  1. el arte urbano nació como una expresión sel graffiti, en estos ultimos años se convirtio en una moda de galerias.

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