En busca del asesino serial

¿Son todos ellos psicópatas?

Existe el acuerdo de que no hay una sola causa o factor que por sí solo lleve a la aparición de un asesino serial. Más bien hay una multitud de factores que contribuyen, pero que no dejan de lado que hay una decisión del asesino en cometer sus crímenes.

© Guss

En 1977 el agente especial del FBI Robert Ressler fue el primero que utilizó el término “asesino serial” (aplicado por primera vez a Ted Bundy) y fue tan atinado que inmediatamente pasó a ser de uso general para describir a tipos tan perversos como el necrófilo Ed Kemper que mató a diez víctimas, el esquizofrénico Herb Mullin responsable de matar a catorce o al asesino de homosexuales Dean Corll con 27 víctimas. Los hay más terribles, como Pedro López, el “monstruo de Los Andes”, quien confesó haber matado a 310 niñas adolescentes, y Henry Lee Lucas, con 350 muertos en su haber.

Comparen esos números con otros asesinos seriales que son mucho más conocidos como Jack el Destripador, al que se le imputan cinco asesinados, o bien Gilles de Rais (mejor conocido como Barba Azul), mano derecha de santa Juana de Arco, quien mató al menos a cincuenta niños.

En este momento, en Guadalajara [México], al parecer existen no uno sino varios asesinos seriales ligados a la muerte de conductores de camiones. ¿Por qué aparecen los asesinos seriales, cuáles son sus características? Bueno, pues, como diría Jack el Destripador, vámonos por partes.

Definición

De acuerdo con el FBI [Morton y Hilts, 2008] hay tres rasgos básicos para definirlos: el número de muertos, su motivación y el tiempo que pasa entre cada uno de los asesinatos.

Con respecto al número de muertos, las definiciones han variado entre dos y diez víctimas, pero hay quien asegura que aún con uno puede decirse que hay un asesino en serie, si es que se le llega a atrapar antes de que perpetre sus siguientes delitos. El consenso es que el número mínimo de muertos debe de ser tres para hablar de un asesino serial. Así que el o los asesinos de camioneros acaban de entrar en la categoría de asesinos seriales al haber asesinado a tres de ellos (uno en cada uno de los días 10, 11 y 17 de febrero de este año).

En este momento, en Guadalajara [México], al parecer existen no uno sino varios asesinos seriales ligados a la muerte de conductores de camiones. ¿Por qué aparecen los asesinos seriales, cuáles son sus características? Bueno, pues, como diría Jack el Destripador, vámonos por partes.

Por otro lado, la mayoría de las definiciones requieren que haya un periodo entre las muertes; este tiempo es necesario para diferenciarlos de los asesinos de masas. Un asesino serial requiere de una separación temporal entre los diferentes homicidios; a este periodo se le llama periodo de enfriamiento.

Si no hubiera ese periodo de enfriamiento estaríamos hablando de un asesino de masas. Este tipo de delincuente se caracteriza por matar al menos cuatro víctimas, durante un mismo incidente, sin haber un periodo distinguible, y generalmente realizan los asesinatos en una sola locación, por ejemplo en las masacres dentro del restaurant Luby’s en Texas en 1991 o en el tecnológico de Virginia en 2007.

El tercer elemento de la definición es la motivación. Aunque éste es un rasgo muy controvertido que no forma parte de muchas definiciones ya que se considera que complejiza demasiado las cosas. Lo que pasa es que existe el acuerdo de que no hay un perfil único de asesino serial; difieren en muchas maneras, incluyendo las motivaciones y su conducta al cometer su acto criminal. A pesar de ello, se considera que hay ciertos rasgos comunes en algunos asesinos seriales: les atraen las actividades arriesgadas, no suelen sentir culpa, son impulsivos, tienen una gran necesidad de control y exhiben una conducta depredadora.

Hay otro tipo de asesino que se parece al asesino serial y que se hace necesario distinguir, el ya mencionado asesino de masas (el que mata de cuatro personas en adelante pero en una sola locación) y la orgía de asesinatos (se le conoce como “spree murder” en inglés; en donde se mata al menos a tres personas, pero en más de una escena del crimen sin haber un periodo de enfriamiento) [Douglas y cols., 2006].

Causas de los asesinos seriales

¿Por qué aparece un asesino serial? La respuesta no es fácil. Es un proceso complejo que involucra aspectos biológicos y sociales, además de que el sujeto debe tener la capacidad de elegir involucrarse en tales actividades. La respuesta comprende el desarrollo de un sujeto desde su nacimiento, hasta la adultez, en donde ciertas experiencias de su vida, así como ciertos factores biológicos desempeñan un papel importante.

Existe el acuerdo de que no hay una sola causa o factor que por sí solo lleve a la aparición de un asesino serial. Más bien hay una multitud de factores que contribuyen, pero que no dejan de lado que hay una decisión del asesino en cometer sus crímenes.

Se considera entonces que la sexualidad no es la única ni la principal causa de los asesinos seriales [Myers y cols., 2005]. La mayoría de los que están sexualmente motivados es porque han erotizado la violencia a lo largo de su desarrollo, de tal manera que para ellos la violencia y la gratificación sexual están inextricablemente ligados en su psiquismo.

Así, no todos los asesinos seriales están motivados sexualmente. Hay otras motivaciones como la furia, las ganancias financieras o la búsqueda de atención. Por ejemplo, John Allen Muhammad y Lee Boyd Malvo dispararon a trece personas y asesinaron a diez de ellas porque pedían dinero para dejar de disparar. Paul Reid mató al menos siete personas pero porque quería eliminar testigos de sus robos.

A pesar de ello hay muchos textos que afirman lo contrario; por ejemplo Newton [2006] asevera que 70% de los asesinos seriales están sexualmente motivados. Algunos otros creen que incluso las fantasías sexuales sádicas pueden predecir la aparición de un asesino serial [Johnson y Becker, 1997].

Por su parte, los psicoanalistas (que tienen una visión que no comparto) dicen que los mecanismos que subyacen a los asesinos seriales son los del miedo a la castración que los hace sentir inferiores, por ello desarrollan fantasías de poder [Martens, 2011]. O bien tienen sentimientos inconscientes de odio que son canalizados hacía una destrucción sádica programada [Jentzen y cols., 1994].

Otros basan sus explicaciones en aspectos culturales; los asesinos seriales suelen vivir en una cultura local que promueve la caza y acepta la violencia punitiva [DeFronzo y Prochnow, 2004]; otros enfatizan que el entrenamiento militar refuerza la agresividad y por ello es una variable a ser considerada en el origen de los asesinos seriales [Castle y Hensley, 2002].

Psicopatología y asesinos seriales

Mencionábamos anteriormente que la impulsividad y la necesidad de control son rasgos de los asesinos seriales; estas características también las comparten las personas psicopáticas.

La psicopatía es un desorden de la personalidad en la que hay una mezcla de encanto, manipulación, intimidación y uso ocasional de la violencia, para controlar a los demás y así lograr satisfacer sus propias necesidades. Robert Hare es quien más ha investigado al respecto y ha creado herramientas para evaluar su personalidad. Entre ellas se encuentra la PCL-R (Psychopathy Check List Revised).

Mencionábamos anteriormente que la impulsividad y la necesidad de control son rasgos de los asesinos seriales; estas características también las comparten las personas psicopáticas.

Con estas herramientas se evalúan cuatro factores: el interpersonal (manipulación que hacen de los otros y la palabrería que suelen desarrollar), la afectividad (no tienen sentimientos de culpa, hay afecto aplanado, no tienen empatía), estilo de vida (impulsividad, irresponsabilidad, falta de metas realistas) y la conducta antisocial (poco control sobre sí mismos, problemas de conducta desde la infancia y delincuencia juvenil).

Las investigaciones han demostrado que entre los asesinos seriales que son psicopáticos varían las puntuaciones en estos rasgos [Myers, 2005]. Pero no todos los asesinos seriales son psicópatas ni todos los psicópatas son asesinos seriales. Saber si un asesino serial es o no un psicópata tiene sus implicaciones prácticas ya que impacta sobre el tipo de entrevistas que se le deben de hacer. Así, en ellos la mejor manera de hacerlos confesar es alabar su inteligencia y habilidades para evadir la justicia.

Por último, la aparición de un asesino serial en Guadalajara debería de hacernos sentir estresados, ansiosos y deprimidos, de acuerdo con Norvell y sus colaboradores [1993]; sin embargo, con los que he platicado del tema lo primero que mencionan es que los choferes (y el pulpo camionero en general) se ha portado tan mal con nosotros que lo tienen merecido. ¿Usted que opina? ®

Bibliografía

Morton, R. J. y Hilts, M. A. [2008], Serial Killers. Multi-disciplinary perspectives for investigators, Behavioral Analysis Unit-2, National Center for the Analysis of Violent Crime, Critical Incident Response Group & Federal Bureau of Investigation. Disponible en: http://www.fbi.gov/stats-services/publications/serial-murder

Douglas, John; Ann Burgess; Allen Burgess y Robert Ressler, Crime Classification Manual, San Francisco: Jossey-Bass, 2006.

Myers, W. C., Gooch, E., Meloy, J. R., The role of psychopathy and sexuality in a female serial killer, J Forensic Sci., mayo de 2005; 50(3):652-7.

Newton, M. [2006], The Encyclopedia of Serial Killers. Facts On File, 2dn ed., Nueva York.

Johnson, B. R., Becker, J. V., Natural born killers?: the development of the sexually sadistic serial killer, J Am Acad Psychiatry Law., 1997; 25(3): 335-348.

Martens, W. H., Sadism linked to loneliness: psychodynamic dimensions of the sadistic serial killer Jeffrey Dahmer, Psychoanal Rev., agosto de 2011; 98(4): 493-514.

Jentzen, J., Palermo, G., Johnson, L. T., Ho, K. C., Stormo, K. A., Teggatz, J., Destructive hostility: the Jeffrey Dahmer case. A psychiatric and forensic study of a serial killer, Am J Forensic Med Pathol., diciembre de 1994, 15(4): 283-294.

DeFronzo, J., Prochnow, J., Violent cultural factors and serial homicide by males, Psychol Rep., febrero de 2004, 94(1): 104-108.

Castle, T., Hensley, C., Serial killers with military experience: applying learning theory to serial murder, Int J Offender Ther Comp Criminol, agosto de 2002, 46(4): 453-465.

Norvell, N. K., Cornell, C. E., Limacher, M. C., Emotional and coping responses to serial killings. The Gainesville murders, J Nerv Ment Dis., julio de 1993, 181(7): 417-421.

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Publicado en: Marzo 2012

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