Sub Rosa es un sello discográfico con base en la ciudad de Bruselas, enfocado en la investigación y promoción de un gran rango de música explorativa de distintas partes del orbe, así como importantes archivos sonoros.
Está por demás hablar a detalle sobre su enfoque, basta prestar un oído a sus destacables compilaciones An Anthology of Noise & Electronic Music, que hasta ahora han registrado seis publicaciones y está por aparecer el séptimo y último volumen, u otros recopilatorios como la investigación sobre música experimental china, música de los monjes tibetanos en Buthan, grabaciones de los sesenta del Instituto de Sonología de La Haya, textos hablados de William Burroughs, obras de música concreta de Michel Chion y una larga lista que incluye nombres como John Cage, Iannis Xenakis, Nam June Paik, Sonic Youth, Merzbow, Francisco López, Charlemagne Palestine, Karkowski, Pauline Oliveros, DJ Spooky y muchos más.
En 2011 Sub Rosa ha comenzado un nuevo proyecto, New Series Framework, dedicado a lo que Guy Marc, investigador y curador, señala como “concrete electronic noise”, una fusión de estilos o escuelas de la música electrónica y concreta en la que se reúne tanto a artistas consolidados como a jóvenes creadores que están logrando un eco en la actualidad.
New Series Framework lanza dos trabajos simultáneamente, la mayoría en ediciones limitadas de 700 copias en CD (algunos títulos sólo 500), más, por supuesto, toda su distribución digital en mp3; detalle éste muy relevante, ya que la suma de 700 o 500 copias hace el material hasta cierto punto de colección y permite hacer inversiones que puedan recuperarse de manera más sencilla, empujando hacia la producción de más trabajos y que éstos sean adquiridos por verdaderos interesados.
En 2011 Sub Rosa ha comenzado un nuevo proyecto, New Series Framework, dedicado a lo que Guy Marc, investigador y curador, señala como “concrete electronic noise”, una fusión de estilos o escuelas de la música electrónica y concreta en la que se reúne tanto a artistas consolidados como a jóvenes creadores que están logrando un eco en la actualidad.
El proyecto arrancó con un excelente material de Cristian Vogel, Black Swan, compuesto para una coreografía de danza, y que muestra la amplitud en el trabajo de este reconocido productor de música electrónica, que ha ido de la microscopía y la abstracción al techno; hoy en día pocos creadores conducen los sonidos electrónicos con tal minuciosidad y limpieza como Vogel. Paralelamente, el saxofonista Ulrich Krieger publicó Fathom, en el que además colaboran Lee Renaldo —conocido entre otros proyectos por Sonic Youth—, Alan Licht y Tim Barnes, logrando una interesante amalgama de improvisación.
La segunda tanda fue encabezada por el paisajista sonoro y músico experimental madrileño Francisco López, su obra número 244; sin título como es su costumbre, nos lleva con gran sutileza por distintas grabaciones de campo ligeramente transformadas, alcanzando esa belleza auditiva que tanto caracteriza el trabajo de López. Inhumane Humans, del griego Novi_sad, fue el primer trabajo de un artista joven que va acrecentando su presencia en la escena mundial que se lanzó en la serie, un álbum con dos piezas poderosas llenas de drones y grabaciones de campo, así como sonidos de radio, conversaciones y otros elementos.
La quinta referencia es El hombre que se sofoca, tercer álbum de quien escribe estas líneas, en el que los sintetizadores análogo-digitales se reúnen con grabaciones de campo y procesos digitales en la computadora, el título alude al ensayo Punks de boutique, del escritor francés Camille de Toledo. Mientras que el sexto título fue una colaboración entre Phillipe Petit y el Vultures Quartet, Tourbillon d’Obscurité, una obra llena de ambientes mutables y ruidismo.
Benjamin Thigpen y Daniel Menche son los autores de las últimas producciones publicadas, el primero es un creador estadounidense que trabaja de lleno en la síntesis, aportando un gran ejercicio gestual en su obra; Menche es un reconocido ruidista que, nuevamente, nos ofrece un material aplastante lleno de repetición y distorsión, en una progresión que siempre envuelve a pesar de antemano conocer sus coordenadas.
Los siguientes discos ya están anunciados y son producciones del turco Erdem Helvacioglu, el mexicano Rogelio Sosa, el francés Berangere Maximin y el croata Jamka. El trabajo de Sosa se titula Raudales y es una compilación de obras que de alguna manera dibujan parte de la trayectoria de este singular compositor, quien desde muy joven ha recorrido distintos territorios de la experimentación, de la música contemporánea instrumental a la transformación radical electroacústica, la improvisación, el ruidismo, la instalación sonora y ahora hasta la creación de óperas con un enfoque más estridente.Es importante la publicación de Raudales porque si de algo ha adolecido la escena de la música experimental mexicana ha sido de la carencia de grabaciones, de la falta de interés en los creadores de sumarse al ejercicio de la grabación, publicación y distribución de material discográfico; pareciera que esto no importa mucho, sino trabajar otros formatos como son las presentaciones en vivo, específicamente. Al día de hoy me pregunto cómo es que no hay un sólo álbum o una compilación de Manuel Rocha Iturbide, Sergio Luque y de otros importantes músicos que desde hace años demuestran frescura y calidad en su trabajo.
La obra de Sosa, como he descrito en otros textos, es convulsa, visceral, inmediata, para algunos exasperante, pero creo que su mayor riqueza se encuentra en lo que hay detrás de la aparente “infernal barrera sónica”, no en balde sus composiciones electroacústicas son las que mayor reconocimiento le han brindado, y para muestra un botón, las incluidas en Raudales: “Residual”, “Rutina de repulsión”, “Intoxicante” (con una forma más espontánea pero por igual mutable todo el tiempo) y la excelsa “Vinylika”, obra imprescindible para entender y disfrutar la evolución tímbrica y gestual, para aceptar el sonido como una materia plástica, transformable, detonante.
“Resplandor” y “Estertor” son piezas que muestran una de las áreas en las que Sosa se desarrolló ampliamente los últimos años: la improvisación vocal y el proceso electrónico de estas señales. Actualmente ha dejado un poco de lado esta dinámica para trabajar directamente con guitarra y pedales, un ejercicio totalmente analógico que recuerda mucho al sonido postindustrial de los setenta, con el uso de loops in crescendo muy “orgánicos”.
Para escuchar y conseguir cualquier material de New Series Framework visita Subrosa y su catálogo. ®