FMEL, el Festival de Música Electrónica Latina, se realiza año con año en Chicago, y en éste han participado distintos creadores que transitan por varios parajes elaborados con cajas de ritmos, sintetizadores, computadoras, samplers y otros instrumentos con la parafernalia electrónica por delante.
La música electrónica se sostiene con firmeza y siempre con gran apertura para la exploración y el riesgo en cualquier sentido, estético e ideológico. Las miradas mediáticas tienen tiempo que se alejaron de ésta, sobre todo en México, en donde se ha padecido una enorme tendencia hacia el mercado más joven que consume todas las modas, por más masticadas (aunque relucientes) que se presenten, como esa “etiqueta” de indie rock que han tratado de meter a toda costa, obligando incluso a grupos de rock con varias décadas de trayectoria a simplificar sus estructuras, o bien a solistas electrónicos a hacer su versión banda, perdiendo la frescura de la instrumentación “maquinosa”.
FMEL, el Festival de Música Electrónica Latina, se realiza año con año en Chicago, y en éste han participado distintos creadores que transitan por varios parajes elaborados con cajas de ritmos, sintetizadores, computadoras, samplers y otros instrumentos con la parafernalia electrónica por delante. Este año ha empezado con un taller sobre circuit bending, o lo que es lo mismo, la modificación de cualquier utensilio electrónico para generar sonidos, el cual está a cargo de Yair López.
Entre el 24 y 27 de agosto habrá presentaciones de artistas como Juan José Rivas, quien dará una muestra de improvisación, ruidismo y mucha energía; el colectivo Nortec con Clorofila y Latinsizer; Kampion y su hip-hop abstracto; entre otros creadores que van de la cumbia digital al techno.
Para conocer la cartelera completa y seguir la pista a este festival visita su página.®