En 2012 un adolescente rapero, Ysy A, fundó la primera competencia de freestyle en un barrio de Buenos Aires. Desde entonces todo es una historia extraordinaria.
El talento se notaba de lejos. El público del rap ya lo sabía, sólo quedaba que lo descubriera el resto. Las tardes en el parque Rivadavia del barrio de Caballito de la ciudad de Buenos Aires tenían mística. En el momento en que un joven con una campera del Milán se pone a fluir con sus rimas se crea un ambiente de tensión y la competencia por ganarle a él es feroz, y sus oponentes son excelentes contrincantes.
Con diferentes estilos, todos se imponen a su manera, uno con acento cordobés, otro con ferocidad y agresividad en sus rimas y un joven niño que batallaba entre adultos —parece inocente, pero no lo es, para nada—. Como todo elenco de un gran show, también hay personajes secundarios. Aparecen como observadores y aprovechan las rimas que escuchan para después subir videos a YouTube. Pero —ojo con ése que sube los combos locos—, con el tiempo se convertirá en uno de los mejores productores. Llevará la bandera argentina a nivel musical de forma superior en el mundo.
El rap es un género estadounidense que a la Argentina llegó tarde. En el barrio bonaerense de Caballito, en el año 2012, se fundó por Alejo Acosta, más conocido en la actualidad como Ysy A, el Quinto Escalón. Una competencia de freestyle. Ysy contó en un programa de televisión: “Creé el evento cuando tenía trece años, todo surge por una pregunta en concreto: ¿Por qué este movimiento musical no se visibiliza en el país?” Alejo Acosta tenía la necesidad de saber si había más jóvenes como él, fanáticos de ese género. Fue esta urgencia la que lo impulsó hacia adelante. En la primera edición asistieron quince personas y siete participantes. La difusión del evento se realizó por los grupos de Facebook. En ese momento confió en su idea y esto lo llevó a invertir todos sus ahorros.
“Creé el evento cuando tenía trece años, todo surge por una pregunta en concreto: ¿Por qué este movimiento musical no se visibiliza en el país?” Alejo Acosta tenía la necesidad de saber si había más jóvenes como él, fanáticos de ese género.
Alejo, al emprender este proyecto, se encontró con una persona interesante. Matías Berner, conocido como Muphasa. El presentador de radio y aspirante a músico resultó una pieza importante en este rompecabezas. Berner recalcó que esto se dio de una manera natural. Llegó a la plaza para dar una mano y contribuir en el evento. El Halabalusa —una de las primeras competiciones de rap, que se origina en zona sur de Buenos Aires— fue el puntapié inicial que luego el Quinto Escalón supo explotar. Berner explicó que las colaboraciones de todos potenció aún más el producto. Él viene de otra área —desde lo digital, las redes y el diseño—. Las responsabilidades con el correr del tiempo se dividieron entre Alejo y Muphasa como líderes del proyecto.
La compe —como la llaman sus participantes— mejoró su infraestructura y con cámaras se capturaron clips que posteriormente se publicaron en YouTube. Esto evidencia la difusión no solamente del Quinto Escalón, sino el talento de sus gallos. Las visualizaciones de esos fragmentos tuvieron un incremento en números. Esto generó que más adolescentes asistieron, en forma de ronda, devenidos en una multitud. Llamó la atención tanta congregación. Esto no sólo interesó a jóvenes de Capital Federal, sino también de alrededores y otras provincias de Argentina.
Con el paso del tiempo las bases se solidificaron más y más. El año 2014 resultó un punto de inflexión porque aparece el primer disruptivo. El joven Valentín Oliva, mejor conocido como Wos. Según él, este nombre surgió en un viaje espiritual que realizó a Malasia. Este muchachito revolucionó los números de visualizaciones. Sus batallas fueron las más vistas con 30k o 40k reproducciones y siguió en alza gracias a sus rimas, como: “Van a hablar de Wos, de vos ni rastro, lo siento”. Finalizó la temporada y cada vez tomó más impulso. Los años siguientes, 2015 y 2016, en las redes sociales fue un boom. El ingreso de las nuevas camadas llamaron la atención de propios y extraños.
En esa oleada llegó un chico con hambre de gloria y que de manera rápida se hizo notar. Su nombre: Mauro Lombardo, de apodo Duki. En una nota compartió que ese alias se lo puso un amigo de la infancia. Mauro contó que se enamoró de ese mundo gracias a una batalla en 2009 entre Skone vs. Arkano, dos raperos españoles.
En 2016 Duki se coronó campeón del certamen. Allí regaló rimas como ésta que rapeó en la semifinal contra otro rapero argentino, Klan: “Ey, tenés razón en lo que dijiste, perdón que de mi infancia me acuerde, antes quería ser un negro con oro, ahora soy solo un blanco con verdes”. Una vez que se proclamó campeón, el premio fue una grabación en un estudio. Ese año se posicionó como el mejor.
Las batallas cada vez se viralizaron más, las reproducciones llegaron a 100k. Wos y Duki eran los favoritos del público por su relevancia e historia. La misma edición y camada nos presentó a Mateo Palacios, de seudónimo Trueno, en ese entonces con apenas catorce años, oriundo del barrio bonaerense de La Boca. Ya era alguien habitual en la movida, en parte por su padre rapero Pedro Peligro. En el Quinto Escalón no se pudo coronar pero tuvo momentos y rimas que marcaron un antes y un después. Mateo, durante esa etapa, fue criticado por su manera de rapear, sus pares lo notaban con un flow muy similar a los colegas españoles. Aun así, sus frases fueron icónicas, como éstas contra su par Replik: “Replik, sos muy bueno, la podés acotar, pero Trueno sólo hay uno y eso nunca va a cambiar!”
La nueva oleada nos presentó como el más destacado a un chico tranquilo: Paulo Londra. Nacido en la ciudad de Córdoba, es la nueva revelación. Llamó la atención porque su perfil era más de cantante que de freestyler. Durante ese año había sacado su tema “Relax”.
El 2017 llegó y el nivel de los competidores subió de manera positiva. La nueva oleada nos presentó como el más destacado a un chico tranquilo: Paulo Londra. Nacido en la ciudad de Córdoba, es la nueva revelación. Llamó la atención porque su perfil era más de cantante que de freestyler. Durante ese año había sacado su tema “Relax”. El instante más recordado se dio cuando participó de una jornada del Quinto Escalón, una batalla contra Duki. Ambos con sus sencillos más exitosos entre los participantes del evento —Paulo con la canción mencionada y Mauro con “No vendo trap”—. Ese cruce nos dejó una gran rima del cordobés: “Tuviste un buen tema, Duki, eso lo juro, El mío está llegando, lento pero seguro”.
El cierre de esta etapa se acercó y estos nombres que repasamos son parte de un momento de oro del rap argentino. Eso motivó a muchos admiradores a hacer grandes cosas, pero hay uno que fue más allá: Gonzalo Conde, más conocido como Bizarrap. Resultó una parte muy influyente del Quinto Escalón, no como rapero sino como difusor. El productor subía videos que se llamaban Combos Locos —que constaban de una base que mezclaba con frases de los competidores—. Gonzalo contó que al principio fue una buena forma de llegar al público con su música. Considero que fue una manera de homenajear el freestyle y la forma en la cual se dio todo, lo que ayudó a tener una relación más cercana con los participantes y para producir.
El semillero del freestyle llegó a su punto final en 2017. El 2018 fue el momento en el cual esos nombres destacados tienen que tomar un rumbo. Wos y Trueno siguieron su camino en el freestyle. Ambos participaron en los campeonatos Red Bull: Batallas de gallos a nivel nacional y mundial. En esa competencia Oliva se consagró victorioso en la edición 2018 y Mateo Palacios haría lo mismo pero a escala nacional al año siguiente.
En el caso de Wos, su primer sencillo, titulado «Púrpura», sería uno de sus primeros éxitos. Valentín, con su estilo agresivo de su etapa de rapero, también lo fue como cantante. Su primer álbum, Canguro, a las semanas de su estreno cosechó 500k reproducciones. La carrera de este joven va para arriba de manera consistente, lo que se observa en su último álbum Oscuro éxtasis, de 2021, disco que contó con grandes artistas, como el vocalista de Divididos, Ricardo Mollo.
En el reciente Mundial de fútbol Qatar 2022 la selección argentina eligió una de sus canciones para que la representara durante la competencia: ese sencillo es “Luz delito”, de su segundo álbum, Caravana.
Esto demostró cómo Wos fue dando identidad a su carrera musical con sencillos con letras muy provocadoras y reflexivas, lo que le trajo el visto bueno de varias bandas argentinas de renombre en el mundo del rock, como Carlos Alberto “Indio” Solari, o invitaciones para compartir el escenario con Ciro y los Persas. Wos tiene el visto bueno de muchas generaciones, no sólo de los jóvenes. En el reciente Mundial de fútbol Qatar 2022 la selección argentina eligió una de sus canciones para que la representara durante la competencia: ese sencillo es “Luz delito”, de su segundo álbum, Caravana.
Trueno desde siempre fue un atrevido. Su primer disco lo tituló de esa manera. El joven cuya carrera tomó un rumbo positivo en 2020, pues Atrevido es el principio de una imagen que demuestra ser fiel a sus orígenes.
El barrio bonaerense La Boca es muy importante para él. El sencillo más escuchado de ese disco es “Ñeri”, en cuyo videoclip se observan distintos espacios del barrio, y aparece hasta La Bombonera, estadio al cual pertenece el Club Atlético Boca Juniors. El 2022 iba a ser el verdadero año de mayor visibilidad cuando estrenó su álbum Bien o Mal, en el que se advierte el sentimiento por Argentina. Las variaciones de ritmos despertaron el interés de muchas personas por escucharlo, ya que tuvo guiños a distintos músicos, como Illya Kuryaki & The Valderramas, Stevie Wonder, Gustavo Cerati y Facundo Cabral. Uno de los hits, “Dance crip”, es un homenaje a Grandmaster Flash, Block Party y los inicios del hip–hop.
Mateo sabe lo que su carrera engloba y el sentimiento que tienen las personas por él. En una entrevista con el periódico Clarín contó: “Gracias a la gente, porque yo puedo estar diciendo y gritando cosas, pero si la gente no piensa igual que yo, son cosas que van quedando ahí. Empecé a tomar conciencia de eso cuando vi que la gente levantaba la mano, me decía que pensaba igual y me agradeció por decirlo”.
Su éxito “Nena Maldición”, junto al reguetonero Lenny Tavarez, alcanzó el noveno puesto en la lista Argentina Top 100, y obtuvo el ingreso a la lista de las veinte tendencias más importantes de Latinoamérica, convirtiéndolo en el artista argentino más escuchado en Spotify.
Por su lado, apenas finalizó el Quinto Escalón, las carreras de Paulo y Duki siguieron caminos similares pero con estilos distintos. Londra tuvo un 2018 muy positivo, porque ese año fue el que lo consolidó a escala mundial. Su éxito “Nena Maldición”, junto al reguetonero Lenny Tavarez, alcanzó el noveno puesto en la lista Argentina Top 100, y obtuvo el ingreso a la lista de las veinte tendencias más importantes de Latinoamérica, convirtiéndolo en el artista argentino más escuchado en Spotify. El cordobés fue tendencia durante ese tiempo por sus sencillos del álbum Homerun, con el cual se posicionó muy alto. Esto despertó el interés de artistas para realizar colaboraciones en el plano internacional, como Ed Sheeran —quien lo invitó a participar en su álbum No. 6 Collaborations Project en la canción “Nothing on You”—. El éxito de Paulo se opacó en el año 2020 por un problema con su exdiscográfica Big Ligas, pues el cantante denunció a sus productores por manipular su contrato para tener los derechos de todas sus canciones sin su consentimiento. Esta situación lo llevó a pasar dos años sin poder lanzar música hasta el 2022.
Su retorno a la música fue esperado por sus fanáticos, y sin poder sacar sencillos, en la plataforma de Spotify su álbum era uno de los más escuchados. El tiempo pasó y lanzó su disco de vuelta, titulado Back to the Game, con colaboraciones de Feid, Ed Sheeran, Lit Killah y una muy emotiva con Duki en “Party en el Barrio”, en la que relatan sus principios en la música haciendo referencia al Quinto Escalón. Es un disco con variaciones de géneros musicales, desde bossa nova hasta reggaeton.
Por su parte, Mauro Lombardo, con un estilo más de trap, en 2017 lanzó su sencillo “She Don’t Give a FO” junto a Khea. Esta canción fue la primera que sonó en las diferentes radios del país, además alcanzó el puesto 7 en la lista de éxitos de Argentina y fue certificado como oro por la Promusicae de España. El 2018, para Duki, fue el inicio de su fama mundial. Ese año Lombardo formó parte del trío denominado Modo Diablo,que eran parte de Neo Pistea e Ysy A, y alcanzó su popularidad nacional con éxitos como “Quavo” y “Trap n’ Export”. Durante el verano dieron más de cuarenta conciertos. En 2019 el trío decidió separarse de manera momentánea.
Duki tendría un 2019 con participaciones importantes, como la canción realizada junto a Vicentico para la tercera temporada de la serie de televisión argentina El Marginal. Los éxitos no tardaron en llegar, ese mismo año lanzaría su primer álbum, Super sangre joven, en el que el sencillo estelar es “Goteo”. El disco tiene influencias de trap estadounidense, y también incluye géneros como tango, R&B, rock y variantes de reguetón.
La preparación que el mismo Mauro anunció se vio en 2021, cuando lanzó su segundo álbum, Hasta el fin del mundo, que sería un éxito comercial. La canción “Malbec”, junto a Bizarrap, sería la más escuchada y con la cual el público sentía más identificación, pues coincidió con un momento de la selección argentina de fútbol cuando su parecido con el camino del equipo y su astro Lionel Messi hicieron que esta canción se convirtiera en un himno. El álbum consta de dieciocho sencillos con colaboraciones de artistas como Khea, Ysy A y Lit Killah, entre otros. El álbum entró en el Top 10 Global Álbum Debuts de Spotify con el tercer puesto.
Para seguir en racha, ese mismo año Duki lanzó la primera parte de Temporada de reggaeton, en la que se enfoca en una faceta más comercial. El 2022 trajo la segunda parte del álbum y el anuncio de su primer gran show en el estadio argentino Jose Amalfitani de Vélez Sarsfield, siendo el primer artista de esta camada en hacerlo. Los cuatros shows fueron sold out en muy pocas horas.
La relación de Gonzalo Conde con los artistas es cercana. En 2018 Bizarrap decidió dar un paso adelante en su carrera como productor. Comenzó con las denominadas BZRP Freestyle Sessions —junto a freestylers argentinos como Trueno y otros—, pero esto al productor no lo convencía, y al año siguiente surgen las Bizarrap Music Session. Éstas fueron de menor a mayor, con participaciones de Nicki Nicole, Nathy Peluso y Residente. La más escuchada fue la que lanzó junto al artista español Quevedo, que obtuvo un éxito global que llegó al número uno de Spotify Global por más de treinta días, siendo una de las pocas canciones en español en conseguir ese puesto, además de la primera de un artista argentino y español.
Bzrp —abreviación de Bizarrap— no solamente es un genio de la producción musical, sino también del marketing. Las presentaciones de cada sessions se hacen de una manera en la cual mantiene expectante a los fans y atentos a cualquier movimiento que haga en las redes sociales. Esto genera una mística en la cual hasta se especula quiénes pueden ser los artistas. El combo de ambas cosas, lo musical y la publicidad, hacen que todo sea un éxito constante a escala internacional.
Esta nueva generación de artistas se caracteriza por la gran comunidad y hermandad que hay entre ellos. En este recorrido sólo se menciona a un grupo, que ha llegado a lo más alto en la Argentina. Las nuevas oleadas son cada vez mejores. Las ganas de ir hacia adelante es algo que estos músicos han adquirido, y no olvidan sus principios. Ayudar, recomendar y hacer colaboraciones con artistas noveles es parte de su trabajo. Ellos saben el enorme alcance que tienen no solamente a escala nacional, sino en todo el mundo. ®