Esta es una columna, dice su autor, que no discrimina el género musical, sólo la mala música. Aclarado está el punto, pues.
“Cómo chinga el pop, sólo echa a perder a la gente”, comentó Rogelio Villarreal cuando nos juntamos para platicar sobre esta sección para Replicante en Internet. Era un comentario sarcástico, pues hay quienes disfrutan de casi cualquier tipo de propuesta sin importar el género. Hablábamos sobre la música joven y su público dominado por canales de video y reality shows en televisión, revistas pseudoprofesionales y marcas de ropa y moda, todos ellos enfocados en el lucro económico a partir del pretexto de la música, la cual ha sido casi en su totalidad absorbida por este pensamiento sólo a favor del capital. A poca gente le interesa la música en sí, más bien es cool lo que sucede alrededor de ella. Para un sector mínimo la música, al igual que el cine, la literatura, danza, teatro, performance, plástica y un largo etcétera, es un medio para expresarse y para reflexionar, para gozar y enfiestarse pero también para analizar y generar crítica. No importa si es metal o hip-hop, si es cumbia, jazz o hardcore, si es spoken word, ruidismo o fusión, lo que importa en esta sección es celebrar la creación más allá del pensamiento comercial.
La Generación Espontánea es uno de esos proyectos que se disfrutan desde su concepción, su idea inicial; ellos le llaman anti-banda, yo no podría catalogarlos tan fácilmente pero me atrevo a destacar algunas cuestiones: si la disfuncionalidad es lo que afecta a la mayoría de los grupos, lo que ha acabado con las ahora leyendas del jazz, del rock, del punk, ésta se convierte en una virtud en la GE, la diferencia de ideas y perfiles es parte de su motor creativo, así que es probable que si algún día se golpean en el escenario seguirá sonando algo, y quizá sea, incluso, el momento catártico del concierto.
Los grupos adoran las fotografías, ésas en donde “en bolita” se ven bien malillas, de hecho debo aceptar que es de lo poco que me gusta del rock hoy en día. La GE ni siquiera tiene una alineación definida, hoy pueden estar tocando en un departamento con diez integrantes, el fin de semana en un bar con seis, en quince días en una sala para conciertos formal como dúo y en un mes en algún festival volviendo a cambiar su formato. Sus rolas siempre van a ser diferentes, así que lamentablemente no se les puede pedir que toquen sus grandes hits, bueno, quizá ni siquiera los tengan; de hecho a veces sus líneas musicales ni notas claras registran, más bien estos músicos están tallando sus cuerdas, acariciando o golpeando sus instrumentos y utilizando técnicas extendidas de ejecución, porque, eso sí, la paradoja se acentúa cuando tengo que decirles que, además, la mayoría son músicos formales, de conservatorio, de tradición clásica… esto ya parece una estafa.
Y quizá lo es, sí, para quienes permanecen atados a las formas tradicionales de la música, culta o popular. Para quienes no, la GE es una propuesta interesante (e importante para el panorama tan estrecho en México), basando en la improvisación libre el uso de violines, violas, guitarras acústicas, flautas, silbatos, saxofones, batería, percusiones, teclados, acordeones, clarinete, trombones y objetos que se atraviesen en el camino. El registro de su trabajo podemos escucharlo en un disco en formato digital que publicaron en 2009: reVuelta; también en su myspace se puede acceder a grabaciones capturadas en distintos conciertos y ensayos.
Un día, alguien a quien no puedo recordar perfectamente, me dijo que lo más interesante del rock en vivo es cuando el grupo termina su canción y se deschongan en el cierre todos pegándole duro a su instrumento sin la convención melódica y rítmica que imponía la rola; para algunas personas quizá así les suene lo que propone la Generación Espontánea, sin duda, uno de los ensambles, bandas o anti-bandas más interesantes en la música actual producida en México. ®
Para escuchar a Generación Espontánea en MySpace.
Para descargar gratuitamente reVuelta.
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saul
Genial! que propuesta tan interesante… conseguire su material right now!! Que buena recomendacion
eduardo mercado
esta columna se va a convertir en una de mis favoritas…