GRITA

Cinco poemas

Grita

como una fiera

esta máquina

perros

carabineros

Gotas

en la cama de operaciones

mientras el cielo

se refugia

en el intento

del agua

por cegar su luz

gata ebria

de drogas duras

solo

vacaciones

en una cama de acero

y de regreso a la jaula

de un soplo

muestra sus ojos

a través

de múltiples

ratones

envenenados

gatos a la plancha

Esta droga

que consumo

para desviar

la mirada de los viejos

fantasmas a mi espalda

todo un fardo de pendientes

en mi torrente

quitarme nombres

noción de dios

y culpa

precio bajo

son los sueños

de todas mis noches

por olvidar

el asco

y el sabor

de palabras

podridas en mi lengua abierta

mal idioma

necio asesino

busco

sin éxito

el rostro de la realidad

para escupirle

mis desprecios

de

adrenalina

sin usar

La noche

escrita de antemano

sorbe un lento

camino de regreso

me lleva de la mano

una maleta atiborrada de odios

donde he metido

el futuro inmediato

continuo presente

destino manchado

con el aroma de un crimen

peste de mis muertas faldas

de ramera

que delatan perros en las estaciones

llena de secretos cadáveres

mis retratos

con los ojos de la plata

perforados

alfileres

el fin de su nombre

inscrito en la palma de mis manos

viajo ligero

con cicatrices

ajenas

No estaré ahí

para las victorias

no podré mentir

con la fuerza

de una hoja arrebatada

por un falso viento

no podré intentar

más velocidad

soy mudo de pensamiento

por más que formule insultos

desmemoriado

olvido aquellos barcos

tan borrosos

que nos piden

volver

siendo niños

dame más fuego

para aplicarle

un martirio

a mi memoria

soy ciego desde una ventana

y puedo

con un cerrar de ojos

destruir

a cada parpadeo

todo lo conocido

perdí la oportunidad

de morir

con los acentos bien

ahora deberé cargar mi vida

como un garabato

falto de gramática

hasta las regiones

cada vez más bárbaras de la lengua.

Facilítame la muerte

con una temporada de vicio

de jalarnos las tripas

por el recto

orinarnos en la cara

moler nuestros dientes

y aspirarlos

amárrame con la lengua

a los postes de la cama

y azótame la espalda

con lienzos de mi piel

inyecciones en los ojos

perder el control

no volver

cerrar las cortinas

y atrapar a la noche

hambrienta de sombras

de todos nuestros días

esclavo

hasta el sepulcro

me empujo un ácido por la garganta

con tragos de mi esperma

las flores están cinceladas

en tu piel y el sol

derrama aceite por tus hombros

somos perros enfermos

en busca del aroma

de nuestra carne muerta. ®

Compartir:

Publicado en: Diciembre 2010, Poesía

Apóyanos:

Aquí puedes Replicar

¿Quieres contribuir a la discusión o a la reflexión? Publicaremos tu comentario si éste no es ofensivo o irrelevante. Replicante cree en la libertad y está contra la censura, pero no tiene la obligación de publicar expresiones de los lectores que resulten contrarias a la inteligencia y la sensibilidad. Si estás de acuerdo con esto, adelante.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *