Lo que una vez se consideró una distracción juvenil o incluso una amenaza para la salud mental hoy se está reconociendo como una herramienta potencialmente poderosa para tratar y manejar diversas afecciones psicológicas.
En las últimas décadas los videojuegos han evolucionado de simples formas de entretenimiento a complejos universos interactivos que ofrecen experiencias inmersivas. A medida que la tecnología avanza la percepción social sobre los videojuegos también ha cambiado. Lo que una vez se consideró una distracción juvenil o incluso una amenaza para la salud mental hoy se está reconociendo como una herramienta potencialmente poderosa para tratar y manejar diversas afecciones psicológicas.
Un vistazo al pasado: historia y evolución de los videojuegos
La historia de los videojuegos comienza en la década de los cincuenta, cuando se desarrollaron los primeros experimentos informáticos que sentaron las bases para lo que sería una industria multimillonaria. Desde “Tennis for Two”, en 1958, un juego rudimentario creado por William Higinbotham, hasta el icónico “Pong” en 1972, los videojuegos comenzaron como simples interacciones entre el ser humano y la máquina. Durante estas primeras décadas los videojuegos eran considerados meramente formas de entretenimiento. Sin embargo, su complejidad aumentó rápidamente y, con ello, su capacidad para influir en la mente y las emociones de los jugadores.
El auge de los videojuegos durante las décadas de los ochenta y noventa trajo consigo una explosión de creatividad y una mayor accesibilidad. Consolas como la Nintendo Entertainment System (NES) y la Sega Genesis se convirtieron en centros de entretenimiento en el hogar. Durante este periodo los videojuegos empezaron a explorar narrativas más profundas y emocionantes, desde las aventuras épicas de “The Legend of Zelda” hasta las luchas morales en “Final Fantasy”. Estos juegos comenzaron a tocar temas más serios y a involucrar a los jugadores en historias emocionalmente resonantes, allanando el camino para su futura aplicación en el campo de la salud mental.
De la controversia al reconocimiento: la percepción social de los videojuegos
Durante muchos años los videojuegos fueron objeto de controversia, especialmente en relación con su posible impacto negativo en la salud mental. La violencia gráfica, la adicción al juego y la desconexión social fueron algunos de los problemas ampliamente discutidos. Sin embargo, investigaciones recientes han empezado a desafiar estas nociones, mostrando que, bajo ciertas circunstancias, los videojuegos pueden tener efectos positivos en la salud mental.
Por ejemplo, un estudio realizado por la Universidad de Oxford en 2020 concluyó que jugar videojuegos puede estar relacionado con un bienestar emocional positivo. Los investigadores encontraron que los jugadores que pasaban más tiempo en juegos como “Animal Crossing: New Horizons” reportaban mayores grados de satisfacción en la vida. Esto sugiere que, lejos de ser simplemente una distracción, los videojuegos pueden ofrecer un espacio seguro para la autoexpresión, la socialización y la relajación, todos elementos decisivos para la salud mental.
Videojuegos como herramientas terapéuticas
La idea de utilizar videojuegos con fines terapéuticos no es nueva, pero ha ganado terreno significativamente en la última década. Los llamados “videojuegos serios”, diseñados específicamente para tratar problemas de salud mental, son un ejemplo clave de esta tendencia. Juegos como “SPARX”, desarrollado por la Universidad de Auckland, se han utilizado para tratar la depresión en adolescentes, y proporcionan una alternativa accesible y atractiva a las terapias tradicionales.
“SPARX” es un juego de rol diseñado para enseñar a los jugadores habilidades cognitivas y de afrontamiento que pueden ayudar a combatir los síntomas de la depresión. En el juego los jugadores crean un avatar y se embarcan en una serie de misiones en un mundo virtual, donde aprenden a desafiar los pensamientos negativos y a manejar el estrés. Los estudios han demostrado que “SPARX” es tan efectivo como la terapia cognitivo–conductual tradicional, lo que destaca el potencial de los videojuegos como una herramienta terapéutica legítima.
Otro ejemplo es “Hellblade: Senua’s Sacrifice”, un juego desarrollado por Ninja Theory que explora la psicosis desde la perspectiva de su protagonista, Senua. Los desarrolladores trabajaron estrechamente con neurocientíficos y personas que sufren de psicosis para representar fielmente la experiencia de la enfermedad mental. A través de este enfoque el juego no sólo sensibiliza al público sobre la psicosis, sino que también ofrece una ventana única y empática para aquellos que buscan comprender mejor estas experiencias.
El contexto actual de la industria de los videojuegos
Actualmente la industria de los videojuegos es una de las más grandes y de más rápido crecimiento en el mundo del entretenimiento. Según la firma de análisis Newzoo, los ingresos globales de los videojuegos superaron los 159 mil millones de dólares en 2020, y se espera que esta cifra continúe aumentando. Con esta expansión ha venido una diversificación en los tipos de juegos disponibles, así como en las plataformas en las que se pueden jugar. Desde juegos móviles accesibles hasta experiencias de realidad virtual inmersivas, los videojuegos ahora tienen una presencia omnipresente en la vida cotidiana.
Esta diversificación ha permitido que los videojuegos alcancen una audiencia más amplia, lo que ha sido crucial para su papel en la salud mental. Juegos como “Journey” y “Flower”, que se centran en la exploración y la relajación, han encontrado una gran acogida entre aquellos que buscan una experiencia más meditativa y menos competitiva. Al mismo tiempo, juegos con fuertes elementos sociales, como “Fortnite” y “Minecraft” han proporcionado a los jugadores jóvenes y adultos una forma de mantener conexiones sociales durante la pandemia de covid–19, lo que los ayudó a combatir la soledad y la ansiedad.
El papel de los videojuegos en la salud mental durante la pandemia
La pandemia de covid–19 exacerbó los problemas de salud mental a escala mundial, y creó una crisis que ha sido difícil de manejar con los métodos tradicionales. En este contexto, los videojuegos han emergido como una herramienta clave para muchas personas que luchan con el aislamiento, la ansiedad y la depresión.
Un estudio realizado por la American Psychological Association (APA) en 2021 destacó que los videojuegos proporcionaron un medio valioso para la conexión social y la gestión del estrés durante los confinamientos. Juegos como “Animal Crossing: New Horizons” permitieron a los jugadores crear y compartir espacios virtuales con amigos, y proporcionaron una sensación de normalidad y comunidad en un momento de gran incertidumbre. De manera similar, los juegos multijugador en línea ofrecieron un lugar para que las personas mantuvieran y formaran nuevas relaciones sociales, lo que fue decisivo para la salud mental en un tiempo de distanciamiento físico.
La crítica y los desafíos
A pesar de los avances en el uso de videojuegos como herramientas de apoyo en la salud mental, no todos están convencidos de su efectividad o seguridad. Los críticos señalan que el tiempo excesivo frente a la pantalla puede llevar a la adicción, la desconexión de la realidad y una mayor susceptibilidad a problemas de salud mental. Además, existe la preocupación de que los videojuegos terapéuticos no puedan sustituir completamente la interacción humana que se encuentra en la terapia tradicional.
Sin embargo, es importante destacar que los videojuegos no están destinados a ser una solución única o un reemplazo para otras formas de tratamiento. En su lugar, deben verse como una herramienta complementaria que puede ser utilizada junto con otras intervenciones para proporcionar un enfoque más holístico al tratamiento de los problemas de salud mental.
Conclusión: el futuro de los videojuegos en la salud mental
El papel de los videojuegos en la salud mental es un campo en rápido crecimiento que tiene el potencial de revolucionar cómo entendemos y tratamos las afecciones psicológicas. A medida que la tecnología continúa avanzando es probable que veamos un aumento en la creación de juegos diseñados específicamente para el bienestar mental, así como una mayor aceptación de su uso en entornos terapéuticos.
El futuro de los videojuegos en la salud mental depende de la investigación continua y de la colaboración entre desarrolladores de juegos, psicólogos y científicos. Con un enfoque cuidadoso y basado en la evidencia los videojuegos podrían convertirse en una parte integral del tratamiento de la salud mental, proporcionando apoyo a millones de personas en todo el mundo. ®