Cuentos reunidos es, a la vez, un libro profundamente femenino, donde la experiencia de la mujer es un eje central.
Somos diferentes dentro de nuestra mente a como nos mostramos al mundo. Tal vez por eso nos sintamos tan solos. Al final sabemos que no podemos confesar que odiamos a nuestros familiares o que nos enamoramos de nuestros profesores o que sentimos miedo del indigente que nos pidió dinero. No se lo decimos a la gente que nos rodea. Eso lo guardamos y a veces nos tortura. Creo que Clarice Lispector lo sabía muy bien.
Cuentos reunidos (Siruela, 2008) habla de gente normal. De niñas, adolescentes, mujeres y ancianas, de hombres enfermos y de parejas. Se adentra en la parte más íntima de los personajes, en su biología y su temblor. Los muestra profundamente humanos, permitiéndonos recordar que también nosotros lo somos.
Sus cuentos son ensayísticos, emulando a veces la confusión y conmoción del pensamiento humano. Cargados de símbolos, como sueños o ensoñaciones, nos remontan al origen de la humanidad misma con la imagen del huevo…
Sus cuentos son ensayísticos, emulando a veces la confusión y conmoción del pensamiento humano. Cargados de símbolos, como sueños o ensoñaciones, nos remontan al origen de la humanidad misma con la imagen del huevo, la calidez de la gallina, la libertad del caballo y el mar. Lispector trabaja sobre arquetipos, construyendo a partir de ellos sólo para romperlos, reiterando la rareza en lo cotidiano.
Cuentos reunidos es, a la vez, un libro profundamente femenino, donde la experiencia de la mujer es un eje central. Podemos ver constantemente una mirada femenina de las cosas, desde una diversidad de cuerpos con los que no me había topado nunca en otros libros de cuentos: la ama de casa que viaja en el tranvía después de hacer las compras, la anciana harta de su vida en su fiesta de cumpleaños, la adolescente que cree estar en el momento más importante de su vida. Puritanas, mujeres enamoradas, mujeres solteras y la misma Clarice, que aparece para hablarnos de sus propios cuentos, son las protagonistas de estas historias.
Cuentos reunidos está compuesto por cinco libros escritos a lo largo de veinte años. Lazos de familia (1960) nos adentra en la intimidad del hogar. El viacrucis del cuerpo (1974) habla de la sexualidad y corporalidad. ¿Dónde estuviste de noche? (1974) es el más experimental, con cuentos brevísimos que evocan diferentes sensaciones. La legión extranjera (1964) aborda sentimientos como la angustia, el deseo, la alegría, la soledad. La bella y la bestia (1979), finalmente, explora la necesidad de libertad.
A pesar de que es posible ver esta diferencia entre los libros en cuanto a los temas y a su aproximación, el volumen tiene un sentido de cohesión por constancia de la voz autoral, que integra todos los cuentos como un todo. Tarazona, estudiosa de Lispector, dice que su obra sólo puede comprenderse como una totalidad, y sus cuentos lo prueban.
Lispector nació en Chechelnik, Ucrania, el 10 de diciembre de 1920 y murió en 1977, en diciembre, el 9, en Río de Janeiro. Llegó con su familia judía a Brasil cuando tenía dos años, ahí se crió y más tarde se consagró como escritora. Es un privilegio poder seguir encontrándonos en sus palabras, viéndonos a veces en un espejo amargo, pero también recargándonos “en el pecho que sólo sabía resignarse, que sólo sabía soportar, sólo sabía pedir perdón, sólo sabía perdonar, y sólo había aprendido a amar, amar, amar”. ®